El PIT-CNT promueve la creación de un Centro para la Innovación Social y la Autogestión, una propuesta que articula sindicatos, cooperativas y empresas recuperadas para fortalecer la Economía Social y Solidaria (ESS) en Uruguay. La iniciativa busca incidir en las políticas públicas, apoyar emprendimientos autogestionados y promover nuevas formas de desarrollo basadas en la justicia social, la democracia laboral y la sostenibilidad.
En diálogo con el Portal del PIT-CNT, el director social del Fondo para el Desarrollo - Instituto Nacional de Cooperativismo (FONDES-INACOOP), Carlos Aulet, se refirió a esta nueva propuesta de colaboración sindical en el marco de la Economía Social y Solidaria (ESS).
Aulet explicó que el PIT-CNT promueve una estrategia de colaboración sindical orientada a fortalecer la ESS, “apoyando emprendimientos autogestionados, cooperativas y empresas recuperadas por sus trabajadores, en línea con la Ley 19.848 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.
Uno de los ejes centrales de la iniciativa es la creación del Centro Cultural para la Innovación Social y la Autogestión (CCISA), concebido como un espacio clave para la formación, la sistematización de experiencias y el impulso de modelos económicos alternativos, basados en la autogestión, la cooperación y la equidad.
La propuesta también prevé la instalación de una oficina de apoyo técnico y administrativo, que brindará asistencia a los emprendimientos en la gestión diaria, así como en la búsqueda de financiamiento, mediante el uso de herramientas digitales, plataformas colaborativas y asesoría legal, contable y estratégica.
Asimismo, se propone articular una red de organizaciones como la Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay (FCPU), la Asociación Nacional de Empresas Recuperadas por sus Trabajadores (ANERT), la Coordinadora de Economía Solidaria del Uruguay (CES), la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM) y la Universidad de la República (UDELAR), con el fin de fortalecer la formación, la asistencia técnica y la construcción colectiva de conocimiento a partir de las experiencias autogestionarias.
Entre los objetivos específicos del PIT-CNT se destacan: “acompañar la implementación de la Ley de ESS, diseñar propuestas desde la participación social y la articulación con el cooperativismo, promover la formación sindical con enfoque en la ESS, documentar y transparentar las experiencias desarrolladas e impulsar emprendimientos solidarios con criterios de eficiencia y viabilidad económica”.
“La propuesta tiene un fuerte contenido de incidencia en las políticas públicas, y una clara vocación de integración regional e internacional”, subrayó Aulet, quien además destacó que todo el proyecto se fundamenta en los principios del Trabajo Decente y la participación colectiva, promovidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La presentación oficial de la iniciativa ante el nuevo directorio del INACOOP estuvo a cargo de la representación del PIT-CNT y de ANERT en el FONDES-INACOOP. Participaron en el encuentro el director del Instituto Cuesta Duarte, Milton Castellano; el coordinador del Departamento de Desarrollo Productivo y representante del PIT-CNT ante el Consejo Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología (CONICYT), Mario Pérez; Johnny Díaz, por la Asociación Nacional de Empresas Recuperadas por los Trabajadores ANERT, así como integrantes del Secretariado Ejecutivo de la central sindical.
“Este es un proyecto que apunta a la formación, a la incubación de nuevos emprendimientos de la economía social y solidaria, y a la articulación con otras organizaciones sociales e instituciones del Estado, como los ministerios de Desarrollo Social, Industria y Trabajo”, explicó Carlos Aulet. “Todo ello en el marco del desarrollo de un trabajo decente, autogestionado, cooperativo y vinculado a la economía social y solidaria”, subrayó.
Recordó que existen antecedentes relevantes, tanto documentales como prácticos, en el trabajo conjunto realizado en los últimos años entre el Instituto Cuesta Duarte y el INACOOP. Se trata de distintas formas de colaboración: “proyectos, apoyo a emprendimientos y formación, que han sentado las bases para esta nueva etapa”.
Aulet aclaró que la propuesta que se presenta actualmente tiene características innovadoras. “En esta oportunidad, estamos hablando de algo distinto. Se está planteando la creación de un centro autogestionario en el Polo Tecnológico e Industrial (PTI) del Cerro de Montevideo con una propuesta impulsada por Milton Castellano para que ese espacio sea cogestionado, es decir, que la gestión se lleve adelante en conjunto con el INACOOP”.
En ese sentido, destacó que el trabajo entre el Instituto Cuesta Duarte, el PIT-CNT y el FONDES-INACOOP ha sido sostenido a lo largo de varios años, aunque no exento de dificultades. “Para el movimiento sindical no ha sido fácil comprender del todo la lógica de la autogestión o el cooperativismo, que también conlleva contradicciones internas. A veces, para los trabajadores asalariados, esto implica un desafío cultural importante”, reflexionó.
“Desde que nacemos, estamos formateados con la idea de que el capital es quien gestiona, mientras nosotros trabajamos en la fábrica, la oficina, el taller o el campo. Trabajamos con nuestras manos, con nuestra cabeza, usamos herramientas, pero seguimos instrucciones. Esa es la enseñanza que tenemos incorporada. Cambiar esa lógica no es simple”, dijo.
Aulet también cuestionó el discurso predominante que tiende a desacreditar los emprendimientos autogestionados. “Existe una narrativa instalada que condena al fracaso cualquier iniciativa autogestionaria o cooperativa impulsada por trabajadores. Por eso, es fundamental apostar a la formación, la capacitación y, sobre todo, al cambio cultural”.
A pesar de esos prejuicios, subrayó que hay múltiples ejemplos exitosos tanto a nivel nacional como internacional. “Con todas sus contradicciones, el complejo cooperativo Mondragón, en el País Vasco, es una referencia global en este modelo. En América Latina hay emprendimientos significativos en sectores como la clasificación de residuos, la industria frigorífica, la alimentación y la vivienda, que forman parte de la economía social y solidaria y funcionan muy bien”, destacó.
Aulet también destacó el proceso de “reorganización” que atraviesa la ANERT. “Las empresas recuperadas estamos en una etapa de reorganización, y en los últimos tiempos se han sumado nuevos emprendimientos, nuevos socios y afiliaciones. Son emprendimientos que hoy están trabajando y produciendo, no solo en el sector comercial, de servicios o industrial, sino también en el agro”.
Entre los casos mencionados, destacó una cooperativa dedicada a la pesca artesanal en Salto, en el norte del país, y una cooperativa agraria instalada en tierras del Instituto Nacional de Colonización, a orillas del río Tacuarí, en los departamentos de Cerro Largo y Treinta y Tres. “El agro también está empujando este camino autogestionario”, afirmó.
En ese marco, reflexionó sobre el trasfondo ideológico del modelo. “La economía social y solidaria busca romper con la hegemonía del capitalismo, que históricamente ha trabajado para aislar al trabajador y mantenerlo bajo formas de explotación. Nosotros apostamos a otro paradigma, donde la gestión y el fruto del trabajo estén en manos de quienes realmente producen”, sostuvo.
En el contexto de la actual crisis del capital y su globalización, Aulet subrayó que diversos organismos internacionales han comenzado a respaldar abiertamente nuevas formas de organización económica. “Tanto las Naciones Unidas como la OCDE y la OIT han emitido en los últimos dos años resoluciones de apoyo a la economía social y solidaria. Esto refuerza el valor estratégico de avanzar en esta línea”, señaló.
Proyecto para la formación y el desarrollo económico
Sobre el proyecto presentado, expresó su optimismo. “Causó muy buena impresión desde el inicio, y lo importante es que se trata de una propuesta concreta. Genera emprendimientos, crea empleo, promueve formación y apuesta al desarrollo económico”, afirmó.
El centro autogestionario proyectado tendrá sede en el PTI del Cerro, pero con proyección nacional, según precisó Aulet. Actualmente, el proyecto está siendo evaluado por el directorio del INACOOP, que analizará posibles modificaciones o aportes. “Habrá que avanzar en cómo se gestionará y de qué forma se obtendrán los recursos. Desde nuestra delegación, queremos empezar a difundir esta propuesta institucionalmente y sumarla a otros actores”, explicó.
En esa línea, detalló que ya han comenzado contactos con el área social del MIDES, están explorando vínculos con UDELAR y otros ministerios, con el objetivo de ampliar las alianzas institucionales y sociales que sostengan el proyecto.
“Queremos sumar también a organizaciones como la Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay (FCPU), FUCVAM, por supuesto ANERT y otras entidades a nivel nacional e internacional. Por ejemplo, la Central Sindical de las Américas ya incorpora el tema de la economía social y solidaria en sus documentos, por lo que también deberíamos generar un diálogo en esa dimensión”, concluyó.