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PIT-CNT y FTIL entregaron carta al Presidente Orsi
Fuertes y juntos
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Este miércoles 10 de diciembre, la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) realizó un paro y concentración en la Plaza Independencia, frente a la Torre Ejecutiva, en respaldo a la denominada “carpa de la dignidad” instalada por los trabajadores despedidos de CLALDYque realizan una huelga de hambre y en reclamo de la restitución de sus puestos de trabajo. 

La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) realizó un acto frente a la “carpa de la dignidad” instalada en la Plaza Independencia, para respaldar la huelga de hambre que se desarrolla en rechazo a los despidos antisindicales en CLALDY y promover la restitución de los trabajadores afectados. Durante la oratoria, el presidente de la central sindical, Marcelo Abdala y el presidente de la AOEC, Enrique Méndez, reclamaron soluciones inmediatas, denunciaron la intransigencia empresarial, exigieron respeto a los derechos sindicales y medidas urgentes para proteger el empleo.

El presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, expresó que “el único responsable de las medidas adoptadas por los trabajadores de CLALDY y de las acciones de apoyo desplegadas tiene nombre y apellido: la patronal de CLALDY, cuya intransigencia se mantuvo ante todas y cada una de las iniciativas planteadas para resolver el conflicto”.

Abdala señaló que cuando se habla de iniciativas, "se hace referencia a las planteadas por los trabajadores de CLALDY, así como al esfuerzo sistemático de la FTIL intentando abrir puertas de negociación, caminos de encuentro y posibilidades de acuerdo que resolvieran trabajo”. Indicó que todos los integrantes del Secretariado del PIT-CNT presentes aportaron pensamientos, iniciativas y propuestas “buscando encontrar salidas”.

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Asimismo, destacó que “en esta búsqueda de acuerdos -aunque aún no esté resuelto el problema de fondo-, debe reconocerse las propuestas que hizo el Poder Ejecutivo en la negociación” e incluso, los planteos realizados por la gremial empresarial láctea con el objetivo de hallar entendimientos.

“Desde el punto de vista de la negociación colectiva”, agregó, de un lado estuvieron “todos aquellos que, con acuerdos y diferencias, se animaron a arriesgar propuestas y fórmulas para encontrar salidas” en la mesa instalada en el Ministerio de Trabajo; y del otro lado, “esta patronal”, que -según afirmó- se viene manejando “de forma fascista con los derechos más elementales de la población trabajadora”. 

Abdala subrayó que, por un principio de unidad de clase, “se romperá los dientes el intento fascista de erradicar la organización sindical del personal de CLALDY”. Y exclamó: “¡Viva la unidad de la clase obrera! ¡Viva las acciones que estamos desarrollando! En donde se exige un punto, el respeto a los derechos humanos de los trabajadores”.

El presidente de la central sindical sostuvo que las luchas del movimiento obrero suelen convertirse rápidamente en “batallas históricas”. Recordó el largo proceso de construcción del sindicalismo uruguayo, el salto cualitativo con la fundación de la CNT -hoy PIT-CNT- y la conquista de la ley de libertades sindicales. Sin embargo, remarcó que, incluso con “la mejor conquista jurídica, el mejor convenio colectivo o la mejor redacción de ley”, esos avances pueden quedar en “papel escrito” en el marco de la sociedad capitalista si no existe unidad, conciencia de clase y lucha, porque las patronales “encuentran muchas formas, en particular en la actividad privada, aunque no solamente, de violar los derechos sindicales”.

Insistió en la importancia de "poner las tripas en los conflictos, el corazón y el sentimiento” para hallar una salida rápida que evite daños a los trabajadores en huelga de hambre. Pero aclaró que ese compromiso debe ir acompañado de “la cabeza fría” y de un análisis riguroso de la realidad social, capaz de definir estrategias frente a las contradicciones existentes.

Afirmó que, pese a la claridad de la Constitución y de la ley de libertad sindical, una patronal del país “se anima a hacer la barbarie que está haciendo, despedir a la totalidad de la dirección del sindicato actuante, despedir a la dirección anterior y despedir a todos los compañeros afiliados a la organización”.

Según Abdala, esto ocurre porque hoy se actúa en un “marco general latinoamericano y nacional de ofensiva del capital contra el trabajo”, un clima de violación de derechos y libertades sindicales. 

Señaló que, ante cada iniciativa del movimiento obrero -reducción de la jornada sin rebaja salarial, aumento de la participación de la masa salarial en el PBI, presupuesto para desarrollo y necesidades sociales, diálogo social en seguridad social, recuperación del derecho a jubilarse a los 60 años, aumento de jubilaciones mínimas, retiro del capital financiero de las AFAP, impuestos al 1% más rico para combatir la pobreza infantil o la obligación patronal de preavisar despidos-, “la derecha y la alta propiedad de los medios de comunicación arman el escándalo”, intentando “extorsionar y atemorizar a la clase obrera y al pueblo” para impedir los cambios profundos.

En ese sentido, sostuvo que el conflicto de CLALDY, las acciones de la FTIL en un proceso de reestructuración industrial y descentralización del capital, y las luchas del movimiento obrero por un programa de desarrollo nacional buscan transformar la relación de fuerzas sociales y políticas. Así, citando a Bertolt Brecht, afirmó que se apunta a “eliminar la matriz que da vida a esta escoria de la persecución antisindical y de la vulneración de los derechos humanos”.

En este contexto, y “porque es responsabilidad del movimiento obrero”, Abdala señaló que cuando ya no está en juego solo la huelga o una acción puntual, sino “la vida de compañeros”, todo el sistema de direcciones sindicales -y en particular el PIT-CNT- buscará “todas las salidas dignas que permitan resolver este conflicto y encaminar la batalla por los derechos de las trabajadoras y los trabajadores”.

Destacó además la disposición del presidente de la República, Yamandú Orsi, a una instancia de diálogo para que la búsqueda de soluciones involucre a todo el Poder Ejecutivo, además del Ministerio de Trabajo.

“Mientras tanto -concluyó-, más fraternidad entre nosotros, más unidad en la lucha por la democracia que necesita la clase obrera organizada y las inmensas mayorías nacionales”.

Enrique Méndez: “En la lucha crece la dignidad”

Desde la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea, Enrique Méndez valoró especialmente el respaldo y apoyo de todos los sindicatos del movimiento sindical particularmente desde que se instaló la llamada “carpa de la dignidad”.

Méndez señaló que, aunque en las luchas sindicales la solidaridad no se suele agradecer sino retribuir, en esta ocasión era necesario destacar el respaldo brindado a las ocho familias que sostienen la carpa junto a la FTIL, defendiendo sus puestos de trabajo. “Esa solidaridad es fundamental”, afirmó.

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El dirigente sindical subrayó el “coraje de los ocho trabajadores que se instalaron en Montevideo”, así como el de Mauricio Fernández y Aníbal Apollonia, quienes “utilizaron su cuerpo como trinchera” en defensa de un derecho humano esencial, el derecho al trabajo. En el Día Internacional de los Derechos Humanos -agregó-“esa bandera cobra aún más sentido”.

A lo largo de su intervención, Méndez apuntó directamente a la empresa CLALDY, a la que acusó de “vulnerar” la Constitución de la República, la Ley 17.940 (de Libertad sindical) y los derechos de las familias despedidas en Young. Explicó que, para quienes no comprenden por qué existe una carpa instalada en pleno centro de Montevideo, basta mencionar lo que ocurre cada vez que estas personas buscan empleo. “Lo primero que les preguntan es si son de las 32 familias despedidas. Si dicen que sí, la respuesta es ‘después te llamo’, y nunca más los llaman”. Esa realidad, sostuvo Méndez, “explica tanto la presencia de los trabajadores en la capital como el respaldo del movimiento sindical”.

“El problema es con CLALDY, y que quede claro”, remarcó. Adelantó además que en las próximas horas participarán, junto al PIT-CNT, de reuniones en la Comisión de Legislación del Trabajo de Diputados y en la Comisión de Asuntos Laborales del Senado. 

Señaló que todo esto ocurre mientras la empresa recibe financiamiento público votado el 5 de enero de 2023, y mientras mantiene prácticas de “represión antisindical” que no terminaron con los 32 despidos. Según Méndez, en Young los trabajadores “tienen miedo de pedir para ir al baño o de exigir su media hora reglamentaria de descanso”. Y denunció que “la empresa continúa convocando a instancias religiosas para transmitir que quienes siguen trabajando fueron los elegidos. Es una vergüenza”, afirmó.

Méndez insistió en que este caso no es aislado y recordó lo vivido por los trabajadores de COLEME, también en un contexto de “odio empresarial” financiado por el Fondo de Reconversión de la Industria Láctea. Señaló que “esta ofensiva patronal se produce en una industria sin crisis, pero que igualmente instala odio contra quienes defienden derechos y levantan banderas colectivas en cualquier rincón del país”.

El dirigente planteó dos preguntas que, dijo, deberían interpelar a la sociedad. “¿Qué Uruguay queremos? ¿Uno donde el capital pasa por encima de la legislación y los derechos? ¿Uno que instala un discurso de odio hacia quienes mueven la máquina todos los días?”. Recordó que los 32 despedidos de CLALDY fueron los mismos que aceptaron bajarse el salario cuando la empresa lo necesitó. “¿Es esto lo que queremos?”, insistió.

Méndez aseguró que “la FTIL seguirá dando la pelea frente a las reestructuras que los sectores empresariales están impulsando en la industria láctea”.

Mencionó la situación en “Rivera y en Cardona -donde Lactalis-Parmalat cerró dejando trabajadores en la calle- y en Granja Pocha, adquirida por la misma multinacional con fondos estatales y donde actualmente se anuncia una nueva reestructura que implicaría cerrar por meses la quesería de Juan Lacaze”. 

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También se refirió al trabajo junto a los trabajadores de CALCAR, donde “por ahora las noticias son mejores, aunque la defensa de la planta de Tarariras continúa”.

Para enfrentar este escenario, dijo, es “imprescindible aplicar políticas que permitan a trabajadores y trabajadoras participar en los espacios de discusión sobre desarrollo productivo”. 

“Necesitamos estar en el Instituto Nacional de la Lechería, del que somos los únicos excluidos”, enfatizó, para aportar la visión obrera sobre el desarrollo industrial de la cadena láctea.

Recordó que Aníbal Apolonia lleva siete días de huelga de hambre (Mauricio Fernández tuvo que finalizarla por problemas de salud) y más de 123 días de carpa en Young.

Desde el momento en que se instaló la primera carpa en Young y la lucha se trasladó a Montevideo, el proceso “ya está ganando, porque es en la lucha donde crece la dignidad”, remarcó.

“Estamos convencidos de que vamos a encontrar soluciones y vamos a poder mirar a nuestras compañeras y compañeros y decirles que la pelea la estamos dando”, puntualizó.

Tras el acto, una delegación del PIT-CNT y de la FTIL entregó una nota dirigida al presidente de la República, Yamandú Orsi, solicitando una instancia de diálogo que permita encontrar alternativas que garanticen el respeto a la legislación, la dignidad y los derechos laborales.