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Hablando claro
Carlos Clavijo (ERT-BPS): "El Diálogo Social va a tener una fuerza enorme al contar con las organizaciones sociales"
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Carlos Clavijo, director del ERT-BPS
Carlos Clavijo

El director del Equipo de Representación de las y los Trabajadores en el BPS, valoró el inicio del Diálogo Social como un paso fundamental para “fortalecer la democracia participativa y construir consensos en torno a la protección social”.

El miércoles 16 de julio se llevó a cabo el lanzamiento del Diálogo Social sobre Protección y Seguridad Social, una iniciativa impulsada por el Gobierno con el objetivo de “construir acuerdos amplios y representativos” en torno a los principales desafíos del sistema de protección y seguridad social en Uruguay

La presentación del Diálogo Social contó con la participación del presidente Yamandú Orsi acompañado por autoridades del Poder Ejecutivo, del Banco de Previsión Social (BPS), legisladores y legisladoras, representantes de partidos políticos, organizaciones sindicales y sociales, referentes del ámbito académico y delegados de organismos internacionales.

Ahora comienza una etapa de construcción de diálogos y encuentros que tendrán alcance nacional y culminará con la elaboración de un documento final que recopilará los acuerdos alcanzados y las propuestas concretas. Este informe será presentado al Poder Ejecutivo antes del 30 de abril de 2026 y servirá como insumo para el diseño e implementación de políticas públicas y eventuales reformas legislativas en materia de protección y seguridad social, según informó la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).

Desde el PIT-CNT ya se había planteado la necesidad de instaurar un ámbito de diálogo nacional referido a la seguridad social. En ese sentido, Carlos Clavijo, director del Equipo de Representación de las y los Trabajadores en el Directorio del Banco de Previsión Social (ERT-BPS), adelantó que el movimiento sindical seguirá apostando al intercambio y la construcción colectiva, recordando que, a pesar de haber sido ignoradas en la anterior Comisión de Expertos, presentaron más de 40 propuestas concretas. Ahora además, el director del ERT-BPS continúa sus recorridas en Montevideo y todo el país, hablando en ferias, sindicatos, clubes y por donde haya alguien con una consulta sobre los derechos, las prestaciones y todo el universo relacionado a la seguridad social.

¿Cómo valora la ERT la instalación del Diálogo Social?

-Saludamos esta instancia, que en realidad fue una propuesta impulsada desde hace tiempo por el movimiento sindical. Nosotros venimos planteando desde hace muchos años que, para discutir cualquier tema vinculado a la seguridad social, tal como lo establece la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es necesario abrir un ámbito de diálogo social. Un espacio que no se limite solamente a discutir jubilaciones y pensiones, sino que abarque todos los componentes del sistema de protección social. En ese sentido, creemos que, al menos en lo conceptual, este Diálogo Social representa precisamente lo que venimos reclamando las y los trabajadores.

De todos modos, hay quienes sostienen que este debate ya fue laudado por la población.

-Ahí hay un error. En primer lugar, lo que hubo fue un plebiscito que proponía incorporar tres puntos específicos a la Constitución de la República. Y la población dijo que no quería que esos temas se incluyeran en la Carta Magna. Pero cuando mirabas las encuestas, que no las hicimos nosotros, veías que el 78% estaba a favor de eliminar las AFAP, el 75% no quería aumentar la edad de retiro y el 60% respaldaba aumentar las jubilaciones mínimas. Es decir, la mayoría no estaba en contra del contenido de la propuesta, sino de incluirla en la Constitución. Además, hay muchos temas que no fueron laudados. Hablamos de discapacidad, primera infancia, cuidados, adultos mayores. Y en cuanto al aumento de la edad de retiro, más allá del resultado del plebiscito, eso no quiere decir que no pueda discutirse de otra forma. Tal vez no sea necesario que sea para todos por igual, tal vez haya que pensar en regímenes diferenciados. Nosotros aspiramos a que sea una solución para todos, pero es un tema a debatir. Y sobre las AFAP, aunque nuestra consigna es que desaparezcan, también se pueden buscar caminos intermedios, como por ejemplo reducir el lucro que obtienen del sistema, hacer que funcionen realmente como empresas. Hoy son empresas que ganan cuando el trabajador aporta, porque cobran la comisión apenas el trabajador hace el aporte. Es decir, tienen ganancias aseguradas sin importar si luego pierden o ganan con la inversión. Entonces, ¿por qué no cambiar esa lógica y que las comisiones se cobren solo si hay ganancia? Si yo como trabajador pierdo, que pierda también la AFAP. Y si gano, que gane también. Que el riesgo y el beneficio sean compartidos.

¿Esa es una de las propuestas que el movimiento sindical llevará al Diálogo Social?

- Exactamente. Y otra propuesta clave tiene que ver con las jubilaciones mínimas. No se sostiene que en un país donde crece el Producto Bruto Interno y donde la riqueza aumenta, las jubilaciones mínimas sigan por debajo de la línea de pobreza. Lo más preocupante es que ese número no para de crecer. Hasta hace dos años había 120.000 jubilaciones mínimas. Hoy ya son más de 140.000, y la tendencia sigue en ascenso.

¿Por qué ocurre eso?

- Por lo que demostró un estudio del Instituto Cuesta Duarte. Hay 550.000 trabajadores que ganan menos de 25.000 pesos. Eso significa que, de mantenerse ese nivel salarial, van camino a una jubilación mínima. La forma en que se calcula la jubilación depende directamente del salario que tenés hoy. Por eso, si no se mejoran los ingresos, el futuro va a estar marcado por una gran masa de jubilaciones mínimas.

¿Cómo observa el ERT la postura de los partidos de la oposición sobre el Diálogo Social y cuál es su visión al respecto?

-Primero que nada, nos da lástima que algunos actores políticos no quieran participar de un ámbito como el Diálogo Social, que es, ante todo, una expresión de la democracia. Es decir, se trata de un ejercicio democrático por excelencia. En segundo lugar, no nos sorprende. Son los mismos actores que gobernaron cinco años de espaldas al pueblo y a los trabajadores y trabajadoras. Durante ese período, en muchos casos cuestionaron la participación social en distintos organismos y, directamente, eliminaron representaciones sociales de varios espacios institucionales.

Por lo tanto, no es algo que nos llame la atención. No les gusta sentarse a la mesa con los actores sociales. No les gusta que estén los trabajadores. No les gusta sentarse con los jubilados. La Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (ONAJPU) pasó cinco años pidiéndole una reunión al entonces presidente de la República y nunca se la concedieron. Eso demuestra que no están dispuestos a dialogar, consensuar o acordar con las organizaciones sociales.

Pero esa es una visión del país. Y me preocupa, porque implica que los partidos tradicionales están perdiendo sus raíces. Si uno recuerda lo que fue el batllismo, que en su momento fue profundamente progresista, o el wilsonismo, que también lo fue en su estilo, se ve un contraste enorme. Hoy, quienes dirigen esos partidos ya no quieren sentarse a la mesa con las y los trabajadores. Esa decisión preocupa de verdad.

Ahora bien, nosotros, como trabajadores, siempre estamos dispuestos a dialogar, a discutir, a negociar con quien sea. Si ellos están, bien; y si no están, será problema de ellos. Nosotros vamos a seguir adelante, vamos a continuar discutiendo y logrando objetivos como lo hemos hecho siempre.

Un ejemplo claro es la Comisión de Expertos de hace cuatro años. Teníamos un solo representante y presentamos más de 40 propuestas. Ninguna fue tenida en cuenta. Pero igual estuvimos, participamos. Aunque eso no fue un diálogo real, fue una comisión que ellos llamaban “de expertos”, pero a la que le faltaba justamente la esencia del diálogo. Aun así, no abandonamos el espacio, porque la palabra de los trabajadores tiene que estar, más allá de que luego sea tomada o no. Eso es democracia participativa. Y eso es justamente lo que algunos no quieren.

¿No nace herido de muerte el Diálogo Social con la ausencia de los partidos?

-No lo creo, porque en definitiva lo que se logre consensuar va a ir al Parlamento. Será una iniciativa privativa del Poder Ejecutivo, que tomará el resumen del Diálogo Social, lo transformará en un proyecto de ley y lo enviará al Parlamento, donde se discutirá políticamente. Es decir, el ámbito político que ellos reclaman ya está previsto. No entendemos por qué querían saltear ese paso. En el proceso van a estar todos los partidos con representación parlamentaria y, además, toda la sociedad. Así que no, el diálogo no nace herido de muerte.

Otra crítica que se hace es que temas como cuidados, infancia y discapacidad llevan un año de discusión antes de llegar al Parlamento, y eso sería "una pérdida de tiempo". ¿Qué opina?

-No es una pérdida de tiempo. El Gobierno puede seguir implementando políticas de protección mientras tanto. Al contrario, esto permite consensuar para que no pase lo que ocurrió con la Ley 20.130, que nació sin consenso ni político ni social. Incluso, algunos puntos que se habían resuelto en la Comisión de Expertos se cambiaron porque el Partido Colorado y Cabildo Abierto anunciaron que no la votarían. Esa ley sí nació herida de muerte. Esta nueva instancia no, porque va a tener una fuerza enorme al contar con la participación de las organizaciones sociales.

Además, hay una visión que deberíamos tener todas y todos: que es preocupante que haya partidos políticos que no quieran discutir temas como discapacidad, primera infancia, cuidados o adultos mayores. Son los mismos partidos que gobernaron mientras aumentaba la pobreza infantil y no generaron políticas para proteger. La riqueza del país creció, pero no se distribuyó bien. También tienen que hacerse cargo de eso.

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Carlos Clavijo, director del ERT-BPS

 

Hace poco se realizó la tercera reunión de la Comisión de Seguridad Social del PIT-CNT, con más de 30 sindicatos. ¿Cuál es la fortaleza de ese espacio?

-Que quienes exponen nos ayudan a ver los temas desde otra perspectiva, no encerrados en la lógica del movimiento sindical, sino más allá de él, y eso es positivo. Por ejemplo, tratamos el tema de cuidados y tuvimos exposiciones excelentes de Patricia Cossani y Alejandra Picco. Patricia explicó el estado actual del sistema, sus problemas y lo que habría que hacer. Alejandra repasó todos los artículos vinculados a cuidados en los Consejos de Salario: ¡más de 400 derechos conquistados!

Muchas veces se piensa que allí solo se discuten salarios, pero también se han logrado avances en protección a la infancia, licencias especiales para asistir a reuniones escolares o a consultas médicas de los hijos o para cuidar personas con discapacidad. Todo eso, que quizás no se visibiliza, pero derrama en la sociedad como derechos concretos. Como decía Patricia, hay que seguir impulsando estos temas en la negociación colectiva.

¿Por qué estos temas no están en la agenda de los medios?

-Porque no les interesa. No genera escándalo ni rating. Si hay un chisme o una pelea, eso sí aparece. Pero una herramienta democrática como el diálogo social, con todo lo que implica, no tiene lugar. Lo más importante para muchos medios fue que blancos, colorados y el Partido Independiente no iban a participar. Eso fue la noticia, y no los derechos que podemos conquistar para la gente ni el fortalecimiento democrático que implica esta instancia. Por eso a veces no tenemos tanta prensa, porque lo que decimos no es para atacar o polemizar, sino para defender y conquistar derechos. Y eso no vende.

El ERT está recorriendo sindicatos, barrios y el interior del país. ¿Por qué es importante generar esos espacios con la gente, en clubes, sindicatos, localidades?

-Porque no solo generan diálogo social, lo enriquecen. Muchas veces miramos todo con cabeza montevideana, pero la realidad en el interior es distinta. Y cuando salimos a recorrer, escuchamos ideas que no se nos habían ocurrido, propuestas brillantes de vecinos y vecinas que quizás nunca se habían animado a decirlas.

Nosotros abrimos ese espacio para que la gente se exprese, cuestione, proponga. Y de ahí surgen proyectos que apuntan a avanzar en derechos. Con el nuevo secretario del Interior del PIT-CNT vamos a hacer recorridas regionales. Ya están previstas las primeras para principios de agosto. Vamos a estar allí hablando de seguridad social y del Diálogo Social, porque hay que poner estos temas sobre la mesa, especialmente en el interior.

¿Por qué es importante que la población, y especialmente los trabajadores y trabajadoras, se empoderen de estos temas?

-Porque son los derechos que vamos a conquistar para ellos. Por mejor negociador que tengamos en el Diálogo Social, si no hay correlación de fuerza, si no hay gente empujando en la calle, es difícil lograr los objetivos. Una de las propuestas más complejas es buscar nuevas fuentes de financiamiento para la seguridad social. Y eso se enfrenta al gran capital, al poder económico, que muchas veces tiene a los medios de su lado.

Por eso necesitamos a la gente movilizada. Sin ella, no somos nadie: ni el movimiento sindical, ni el ERT, ni ninguna organización. Todo esto es con la gente y para la gente. Además, tenemos que construir una cultura de seguridad social, entender que es la herramienta más importante que tiene cualquier ciudadano para protegerse en los momentos más difíciles. Y si vos no estás en ese momento, seguro conocés a alguien que sí. Por eso es fundamental que la gente se apropie de esta herramienta.

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Carlos Clavijo, director del ERT-BPS

 

La pandemia mostró la importancia de contar con un sistema sólido de seguridad social. ¿Cree que no se valoró lo suficiente?

-Faltó mostrarlo. Por suerte teníamos un Banco de Previsión Social fuerte y sano, que protegió a más de 200.000 trabajadores en seguro de paro y a más de 100.000 en subsidios por enfermedad cada mes. Pero no nos dimos cuenta de todo lo que hizo, y eso es un problema.

¿Por qué no tenemos una cultura de Seguridad Social más fuerte? 

Porque muchos ya nacimos con estos derechos, los tenemos naturalizados. Lo que hay que hacer es mostrar que Uruguay tiene uno de los mejores sistemas de América Latina, y que lo podemos seguir mejorando.

En el lanzamiento del Diálogo Social, Fabio Bertranou, director regional adjunto de la OIT para América Latina y el Caribe, dijo que “Uruguay tiene uno de los mejores sistemas, incluso a nivel mundial”. ¿Gracias a qué? Al diálogo social entre trabajadores, jubilados, empresarios, gobiernos y partidos políticos. Y eso lo reconocen desde afuera. Ojalá la sociedad se apropie de esta herramienta tan potente y podamos seguir avanzando.

¿Cómo sigue el trabajo del ERT en las próximas semanas?

-Estamos participando en instancias con algunos medios, haciendo recorridas por el interior y los barrios junto a las intersociales. En los próximos días nos sumaremos a las delegaciones de la Secretaría del Interior del PIT-CNT para visitar plenarios, fortalecerlos y formar referentes en seguridad social. La idea es que esos compañeros y compañeras no solo se formen, sino que también difundan información. Porque esto hay que desparramarlo por todos lados y entre todos tenemos que recorrer todo el país. Esta estrategia va a potenciar nuestra propuesta y fortalecer el trabajo colectivo.