Los trabajadores de las empresas salineras Barraca Deambrosi S.A, Torrevieja y Urusal se manifestaron este lunes 3 de noviembre frente a la Dirección Nacional de Trabajo (DINATRA), en rechazo a las pautas salariales propuestas y a la negativa de las patronales a entablar una negociación efectiva. Desde el sindicato no descartan profundizar las medidas de lucha, aunque reafirmaron su disposición al diálogo.
El conflicto lleva casi un mes, y según explicó Carlos Achar, integrante de la Federación de Obreros y Empleados Molineros y Afines (FOEMYA) y delegado de base en Urusal, la movilización fue resuelta en la última asamblea general del gremio.
“La movilización ya se venía preparando. En la última asamblea se había determinado que, en el día de la votación en los Consejos de Salarios, si no se alcanzaba un acuerdo, íbamos a manifestarnos frente a la DINATRA en contra de las pautas salariales planteadas y de la negativa de las patronales a negociar”, explicó Achar al Portal del PIT-CNT.
El dirigente sostuvo que existía ámbito para negociar y llegar a un acuerdo, pero las empresas se negaron, lo que fue expresado en la movilización de este lunes.
El sindicato presentó inicialmente una plataforma que contemplaba un aumento salarial real del 3,5% para 2026 y otro 3,5% para 2027, de acuerdo a las pautas establecidas.
Además, se reclamaba la recuperación de los años de antigüedad perdidos en Barraca Deambrosi S.A durante un proceso de reestructura, así como el pago del 100% de los feriados laborables en Urusal y Torrevieja, beneficios que ya se aplican en una de las empresas del sector. “Buscábamos equiparar a toda la rama en materia de derechos y beneficios”, señaló Achar.
Otra de las propuestas del sindicato se trata de un aumento adicional del 2% al término del convenio, complementado con una partida fija que absorbiera ese porcentaje.
El Ministerio de Trabajo presentó una propuesta de acercamiento, que incluía la restitución de un año de antigüedad para Barraca Deambrosi, el pago de cuatro feriados laborables para Urusal y Torrevieja, y la incorporación de una cláusula de prevención de conflictos.
“No estábamos de acuerdo porque esa cláusula era permanente y nos condicionaba a la hora de dar la lucha. Tampoco las patronales aceptaron nuestra plataforma, por lo que no hubo acuerdo”, indicó Achar.
Ante esta situación, el gremio convocará a una asamblea general la próxima semana para definir los pasos a seguir.
“Desde noviembre y durante los próximos dos años se abre un escenario de conflicto hasta que podamos ponernos de acuerdo lo quepuede ser mañana o el mes que viene, pero esperamos avanzar en el marco de los Consejos de Salarios”, sostuvo el delegado.
Achar subrayó que el sector salinero no atraviesa una crisis y que las empresas mantienen un buen nivel de actividad.“No hay trabajadores en seguro de paro. Son empresas familiares. Torrevieja y Deambrosi son de una familia, y Efise tiene parentesco con Urusal. Traen a Uruguay sal a granel, que representa el 95% del mercado. Durante la pandemia, la producción creció un 20% y aun así nos negaron una canasta de mil pesos para los trabajadores que estábamos haciendo un enorme esfuerzo en plena pandemia”, recordó.
También cuestionó el cambio en la modalidad de negociación, donde ya no participan los directores de las empresas sino los abogados de las cámaras empresariales. “Eso complejiza las negociaciones. No somos quiénes para elegir representantes, pero cuando estaban los directores era más fácil llegar a acuerdos”, señaló.
Impacto
El dirigente gremial recordó que la sal es un insumo esencial no solo para la alimentación, sino también para diversas industrias, tales como cuero, jabón en polvo, chacinados, frigoríficos y raciones balanceadas.
Un eventual conflicto prolongado podría afectar a varias de esas ramas.“De todos modos, tenemos cláusulas de guardias gremiales en casos específicos, por ejemplo, en la tripería o en los saladeros de cuero, donde la sal se usa como conservante. En esos casos dejamos una guardia gremial mínima, sólo para garantizar el funcionamiento básico”, aclaró Achar.