Llevamos años denunciando las acciones terroristas de Hamás y la política expansionista del gobierno de Israel a través de los asentamientos, con ocupación de territorios palestinos y expulsando a sus habitantes.

La realidad ha sido mucho más dura. Hoy nos golpea en lo más profundo de nuestra humanidad. Condenamos el acto terrorista y criminal de Hamás del 7 de octubre del 2023, pero HOY es imperioso que hablemos de la Franja de Gaza.

Como judíos, como humanistas, decimos NO EN NUESTRO NOMBRE. Condenamos enfáticamente las acciones ya explícitas del gobierno de Israel de realizar un plan de ocupación y retención permanente de los territorios en la Franja de Gaza y Cisjordania, expulsando a su población. Esto se ha dado en un marco de bombardeos, matando a decenas de miles de civiles, mujeres y niños, destruyendo casi la totalidad de la infraestructura en Gaza, centros de asistencia médica, escuelas y por si fuera poco, bloqueando la ayuda humanitaria.

Estamos frente a una ofensiva despiadada, donde Israel dirigido por un gobierno racista, ultranacionalista y fundamentalista, con su poderío militar comete graves delitos de guerra por fuera del Derecho Internacional, llevando a cabo una apropiación de territorios por la fuerza, bajo una herramienta de destrucción total. El corte del suministro de energía eléctrica, de agua, el cierre de canales de ayuda humanitaria para el ingreso de alimentos y para la movilidad de personas inocentes, está provocando muerte, enfermedad y hambre, todo esto enmarcado en una política genocida.

Como judíos progresistas, exigimos el alto al fuego inmediato, la devolución de todos los rehenes, la apertura de ayuda humanitaria y buscar los mecanismos de negociación para una paz que permita la convivencia de dos pueblos con dos Estados independientes, donde la reconstrucción de Gaza será también una necesidad imperiosa.

Ningún pueblo, ningún Estado, tendrá una paz verdadera si no se construye sobre valores humanitarios.