SIDFE: Caos, desprolijidades y desempleo en el inicio de clases

Estamos asistiendo, a nivel planetario, a acciones que repudiamos como seres humanos y docentes comprometidos con un mundo mejor en donde quepamos todas y todos. En Medio Oriente, se está produciendo un ataque indiscriminado contra la población civil en donde cada día mueren cientos de personas, producto del bombardeo y el hambre, y en la vecina orilla tenemos a un gobierno electo que no duda en utilizar el aparato represivo frente a las protestas sociales a la vez que buscan destruir las conquistas legítimas de los trabajadores, llevándolos a un retroceso inaudito de sus condiciones de vida.

En Uruguay la llamada Transformación Educativa está mostrando que el caos es buscado por la administración al hacer tardíamente las elecciones de horas de Secundaria y UTU, provocando que existan miles de horas vacantes y cientos de grupos sin docente. En Formación en Educación el proceso de desmantelamiento continúa a pasos agigantados y el inicio de cursos de este 2024 es un claro ejemplo de las políticas llevadas adelante por la actual gestión.

Un plan 2023 que fue hecho a las apuradas y arbitrariamente para cumplir con plazos políticos y no pedagógicos, en donde siguiendo formalmente con lo establecido por la Ley de Educación al citar a la ATD, pero vaciando de contenido dicha instancia al entregar 8000 páginas para discutir la noche anterior a la que eran convocadas. Un plan que carecía de programas al inicio de los cursos, que fusionó asignaturas y/o eliminó otras, sin fundamentos. El INET, que forma a profesores y maestros técnicos, es el ejemplo más notorio del caos que provoca esta administración; iniciados los cursos con el plan 2023 lo reformulan a principios del 2024 y dejan en la completa incertidumbre a estudiantes y docentes sobre el futuro y contenido de las carreras que se imparten.

El cambio de las condiciones laborales que obligaba a las y los docentes a tomar una determinada cantidad de horas para conformar las llamadas Unidades Horarias de Desempeño Docente llevó a que solo unos 1600 profesionales pudieran hacerlo sobre un total aproximado de 2800 que tenía el CFE en 2023. Casi un tercio de la plantilla fue expulsada, desplazada de Formación en Educación, generando un desempleo encubierto que se trasladó a los otros subsistemas. Se inicia así el año con una pérdida enorme de experiencia profesional acumulada, algo que es impensable en cualquier institución que se precie de fomentar la calidad educativa.

A ello se suma que las y los estudiantes en el momento que se estaban inscribiendo se encontraron que había cupos por asignatura y que ahora deberán esperar su reasignación, lo que no necesariamente corresponde con sus necesidades laborales y familiares. La intencionalidad política de esto es clara. En el caso de los IINN, que ya viene con problemas locativos desde hace años, tienen hoy en día y a pocas cuadras una competencia privada que recibirá apoyos económicos a través de becas por parte del MEC para que las y los estudiantes cursen allí, claro ejemplo del desvío de fondos públicos a instituciones privadas.

Denunciamos además la situación que se da en el caso del INET con el inicio de un sumario a un compañero, con retención de sueldo y separación de cargo por 6 meses, en el marco de una medida excesiva y con desprolijidades de forma que atenta contra los derechos del docente. A su vez, en el CERPSUR y nuevamente en el INET, las respectivas direcciones usan los informes acerca de la labor profesional docente como instrumento de persecución y castigo por opinar distinto.

Como sabemos, este es un año marcado por el ciclo electoral y las/los distintos candidatas/os deberán responder, entre otras cosas, a cuáles son los objetivos e intenciones con la Educación Pública. Desde nuestra perspectiva y experiencia, la disyuntiva se abre en torno a si darle continuidad de este modelo que recortó el presupuesto, en el marco de una formación de mano de obra barata para las demandas del mercado, o apostar por un modelo educativo y de un país distinto, construido por todas y todos bajo los valores de la solidaridad, inclusión y pensamiento crítico.