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Movilización y una sociedad que reclama trabajo
Enrique Méndez (FTIL): “La planta de CALCAR seguirá encendida mientras exista la lucha de los trabajadores”
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FTIL - Calcar

Una contundente movilización de trabajadores de la industria láctea, nucleó a más de un millar de personas que recorrieron calles céntricas de Colonia y se trasladaron hasta la explanada de la Intendencia donde hubo mensajes claros hacia los empresarios que cobran los FRIL y cierran plantas, y también reclamos dirigidos hacia el gobierno departamental y al Poder Ejecutivo. Parado en la explanada de la Intendencia, entre carteles y banderas de distintos sindicatos del sector industrial, estuvo presente el intendente departamental, Carlos Moreira.   

Enrique Méndez, dirigente de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) y secretario de Organización del PIT-CNT, denunció la “concentración de la industria láctea en pocas manos, en beneficio de los sectores más poderosos”. Cuestionó la “irresponsabilidad empresarial” ante el cierre de plantas como CALCAR y COLEME, y exigió respuestas urgentes. Anunció, asimismo, “una red de asambleas y paros”, y llamó a un “consenso político real en defensa del trabajo y contra las profundas inequidades que golpean al interior del país”.

Este miércoles 9 de abril, el Sindicato de Trabajadores de la Cooperativa CALCAR (ALTRAC) y la FTIL realizaron una movilización en la Plaza Independencia de Colonia, en protesta por el cierre de la cooperativa. 

En ese marco, Enrique Méndez hizo uso de la palabra durante un acto multitudinario que contó con la participación de trabajadores de diversos sectores industriales del departamento.

Méndez subrayó que hoy Colonia se ha convertido en “el epicentro de los duros golpes que está provocando el proceso de desindustrialización”. En ese sentido, recordó que primero fueron afectados los trabajadores de la multinacional Yazaki, luego los del Frigorífico Rosario, más tarde los empleados del Frigorífico Tarariras y de la Industria Química.

 “Hoy, lamentablemente, recibimos un golpe en la nuca por parte de empresarios irresponsables que tomaron la lamentable decisión de abandonar el barco y dejar la nave a la deriva”.

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Enrique Méndez

El dirigente sindical lamentó que, en este contexto, los trabajadores de CALCAR se enteraron del cierre de la planta a través de la prensa, y cuestionó que los directivos de la cooperativa no hayan tenido la dignidad de comunicar personalmente la decisión a los trabajadores. “Esto demuestra por qué tenemos que estar aquí, movilizados, en un proceso que recién comienza, porque 107 familias fueron golpeadas por el cierre de la cooperativa”, afirmó.

Frente a esta situación, Méndez sostuvo que la principal consigna es no perder la esperanza y seguir luchando para evitar el cierre de la planta industrial de CALCAR en Tarariras. “Mientras la planta siga encendida por la fuerza de sus trabajadores y trabajadores, seguirá habiendo futuro”, enfatizó.

Asimismo, destacó el compromiso y la responsabilidad del colectivo de trabajadores, muchos de cuyos integrantes están realizando guardias gremiales en cada planta para asegurar que no se desperdicie ni un solo litro de leche por causa de los trabajadores.

Dijo que, tras el anuncio de los despidos por parte de la directiva, continuaron llegando a la planta 19 mil litros de leche diarios. “Si no hubiera sido por la responsabilidad de la organización sindical, que se hizo carga del procesamiento, esa leche se habría perdido por la irresponsabilidad empresarial”, denunció.

"Esa irresponsabilidad es la que nos da la legitimidad para reclamar que la planta no se apague. Porque todavía hay proyectos que permitirían mantenerla en funcionamiento entre 20 y 30 días más, con producción para procesar", aseguró.

Méndez hizo un llamado a apoyar el proyecto que están impulsando, y recordó que la planta de Tarariras cuenta con maquinaria nueva adquirida con fondos públicos a través del Fondo de Reconversión de la Industria Láctea. "Ese dinero fue entregado por el pueblo uruguayo. Los empresarios lo cobraron, pero no lo invirtieron como debían. Y quienes otorgaron esos fondos no hicieron los controles necesarios. Esa es una doble irresponsabilidad que también debe ser denunciada".

"Planteamos que no se apague la llama, que la planta permanezca abierta; que las familias de las trabajadoras y los trabajadores puedan cobrar sus salarios, el aguinaldo adeudado, y sostener sus hogares. Si hubo sectores empresariales que utilizaron el Fondo de Reconversión de la Industria Láctea para saldar sus propias deudas, entonces exigimos que se les pague a las compañeras y compañeros de CALCAR", afirmó el dirigente sindical.

En la misma línea, propuso la instalación de una mesa de diálogo en el Ministerio de Trabajo, con el objetivo de abordar la situación con una perspectiva de largo plazo. “Tenemos identificadas varias problemáticas estructurales que requieren soluciones concretas”, señaló.

También hizo referencia a versiones que indican el posible interés de inversores en reactivar la planta. "Se ha mencionado que hay inversores interesados en poner en funcionamiento la planta. Pero queremos dejar algo claro: nosotros ya estamos desarrollando proyectos. Si llegan, inversores bienvenidos; pero si no llegan, igualmente avanzaremos con proyectos autogestionados desde el sector industrial y el sector primario, para que los trabajadores y los trabajadores sean parte activa del futuro de la industria láctea".

En este sentido, Méndez insistió en que estas alternativas deben ser parte del debate en la mesa sectorial. “Tenemos que discutir estas propuestas y construir colectivamente una salida que garantice la continuidad de la producción y el empleo”.

"Cada puesto de trabajo de nuestras compañeras y compañeros en COLEME, en Cerro Largo, así como de los trabajadores de CALCAR en Colonia, lo vamos a defender. Vamos a dar la pelea para que existan soluciones reales".

El sindicalista denunció que, una vez más, la empresa volvió a dar la espalda a la negociación colectiva, negándose a participar en instancias de diálogo. “Les debería dar vergüenza a los directivos despedir y reprimir trabajadores, y, como si fuera poco, tener como presidente a alguien que ni siquiera es productor, y que además acomoda a su propia familia”.

También cuestionó el rumbo que ha tomado la industria láctea "Estamos ante un desarrollo torcido, donde la concentración del sector lácteo es cada vez mayor. Esto deja a muchos trabajadores colgados del pincel, sin su fuente de ingreso, mientras los sectores más poderosos siguen engordando y resolviendo sus asuntos, olvidándose que detrás de cada puesto hay una familia, hay seres humanos que necesitan sostener su vida. Son los mismos que mantienen viva la industria, porque el consumo interno es sostenido por cada trabajador, cada trabajador, cada ciudadano que vive en este país”.

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FTIL - Calcar

El dirigente gremial subrayó que la FTIL dará la pelea por cada uno de los puestos de trabajo perdidos. "Vamos a luchar por nuestros compañeros de CALCAR, por los trabajadores de la planta de Lactalis en Cardona (GROINCA, ex PARMALAT), y por quienes siguen resistiendo en COLEME. No se trata solo de casos puntuales, queremos discutir el modelo de desarrollo productivo del país".

Se refirió además a las desigualdades que golpean al sector primario, y dijo que “mientras un pequeño productor que ordeña 150 litros de leche diarios le pregunta al presidente del Instituto Nacional de la Leche (INALE) quién se los va a recoger, en Durazno hay un único productor que procesa 540.000 litros por día”.

"Este Uruguay de desigualdades extremas también se refleja en CALCAR que está cerrando, en CLALDY que enfrenta dificultades, y COLEME. Estas tres plantas, no llegan al 4% de la industria. Sin embargo, el 72% del mercado está concentrado en una sola empresa".

Según Méndez, estas desigualdades son cada vez más visibles en el interior del país, donde la lechería pierde terreno. "Cada vez hay menos tierras dedicadas a la producción lechera. Cierran productores pequeños y medianos, mientras todo se concentra en el sur y suroeste del país. Ya no están las plantas de Salto ni Carmelo; la de Cardona está cerrada momentáneamente; la de Mercedes, parcialmente; y se perdieron también las de San Carlos y de Pili".

Criticó además el destino de las inversiones, porque aseguró que “se siguen invirtiendo cientos de millones de dólares en la lechería, pero de forma concentrada, cerca del área metropolitana, en oficinas corporativas, en proyectos que le dan la espalda al interior profundo ya la mayoría del país”.

Por otro lado, Méndez anunció que durante abril la FTIL llevará adelante una red de asambleas y paros en centros de trabajo, en preparación para una gran asamblea general en mayo. El objetivo es retomar lo antes posible los procesos productivos en la planta de CALCAR en Tarariras.

"Pedimos el compromiso de todas y todos. Solicitamos a los legisladores ya las autoridades nacionales y departamentales que construyan un consenso, un acuerdo en defensa de los puestos de trabajo en Colonia y en toda la cadena láctea. Uruguay no podrá ser el país que queremos si hay familias trabajadoras en la calle y sin empleo", advirtió.

Por último, valoró positivamente la disposición del ministro de Trabajo, Juan Castillo, de iniciar una mesa de diálogo. "Recogemos ese guante con buenos ojos. Pero necesitamos consensos en cada departamento. Esta movilización es apenas un grano de arena que marca el inicio de una etapa de lucha por cada puesto de trabajo que quieren arrebatarnos".

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