En 2024 disminuyó la proporción de trabajadores con ingresos laborales sumergidos respecto al año anterior pero aún sigue siendo superior a los niveles de 2019.
Medio millón de ocupados percibe ingresos por su trabajo por debajo de los 25 mil pesos líquidos al mes. Esto se da en una economía que, más allá de su lento crecimiento, hoy es más rica que 5 años atrás. Los bajos ingresos por el trabajo son un flagelo de larga data del mercado laboral, el que se debe atender de manera prioritaria en pos de mejorar la calidad del empleo y por su vínculo con otras problemáticas sociales como la pobreza y la vulnerabilidad.
Al cierre de 2024 el nivel de actividad económica se ubicó 6,5% por encima de su nivel medio de 2019. Sin embargo, indicadores como la pobreza y la desigualdad de ingresos muestran un deterioro respecto a 2019, año previo a la pandemia y también el último de la anterior administración frenteamplista.
En este contexto, resulta relevante analizar en profundidad lo sucedido con los ingresos laborales en el año 2024, considerando no solo sus variaciones sino también su nivel. Con este objetivo, este informe da cuenta de los ingresos laborales en 2024 y los compara, tanto con 2023 como con 2019, antes de la irrupción del COVID-19. En el informe, además de cuantificar el número de trabajadores con ingresos laborales sumergidos, se aborda su distribución según algunas características sociodemográficas y laborales de las personas, del empleo y la rama de actividad. También se vinculan estos datos con la pobreza y la precariedad laboral.
La primera sección describe la situación de los ocupados y asalariados, presentando su distribución según franjas de ingresos y también según sexo. La segunda sección se enfoca en los asalariados, y considera otras características sociodemográficas relevantes, como la edad y la región de residencia, e incluye un análisis por rama de actividad. La tercera aborda la situación de pobreza, mientras que la cuarta y última sección ofrece una síntesis del informe.