Florencia Leymonié (SUTEL): “Lo peor que puede pasar es que la derecha te gane la rebeldía”

La secretaria general del Sindicato Único de las Telecomunicaciones (SUTEL), Florencia Leymonié, advirtió que lo peor que le puede suceder a un pueblo es que la derecha le gane su rebeldía, es decir, su intención, impulso y propósito de cambio.

En entrevista con el Portal del PIT-CNT, Leymonié abordó la campaña de defensa de ANTEL que está impulsando el sindicato, la madurez demostrada por el movimiento sindical frente a diversos episodios y actos cometidos por figuras del gobierno, como acomodos, tráfico de influencias e incluso, explotación sexual de NNA. También se refirió al reciente triunfo del derechista Javier Milei en Argentina, enfatizando que lo peor que puede ocurrir es que la derecha le gane la rebeldía al pueblo.

Defensa de ANTEL

En este contexto, la dirigente sindical criticó la decisión del gobierno de conceder licencias a los medios masivos de comunicación, específicamente a los canales privados 4, 10 y 12. “Actualmente, estamos presenciando una oleada de concesiones de licencias tipo B, permitiendo a los operadores de cable ofrecer servicios de internet”.

Ironizó diciendo que este año ha sido el “súper sale” de las licencias de internet para los operadores de cable. Por este motivo, SUTEL seguirá destacando y resaltando el papel de la empresa pública ANTEL en el desarrollo de las telecomunicaciones, no solo desde una perspectiva tecnológica, sino también en cuanto a sus contribuciones a Rentas Generales y su impacto en el futuro de la educación, la vivienda, la seguridad y la salud.

“Lo que se está haciendo es consolidando al grupo Clarín y beneficiando a los canales 4, 10 y 12, es decir, a los oligopolios de la comunicación que se están formando. De hecho, la Cámara Uruguaya de Televisión por Abonados (CUTA), que en su momento estaba muy en sintonía con el proyecto de Ley de Medios del actual gobierno, hoy está reclamando que son los que menos se han visto beneficiados”, afirmó Leymonié.

Añadió que también es cierto que los avances en este ámbito de negocios para los privados “aún van a un ritmo lento porque se trata de un procedimiento delicado; acelerar estos procesos revelaría los intereses que se están persiguiendo”.

“No debemos olvidar que esto también está relacionado con el proyecto de Ley de Financiación de los partidos políticos y tiene que ver con la próxima campaña electoral. Esta concesión millonaria que se les hizo a los canales privados, a los cuales ANTEL les paga millones de pesos anuales, es como si tuvieran la mesa servida y están comiendo poco a poco, porque si se sientan a comer todo de una vez, realmente se notará. Pero esto no significa que no haya daño en la actualidad”, sentenció.

Leymonié añadió que la meta es precisamente apropiarse de un negocio que, en sí mismo, es rentable para ANTEL, incluso por su contribución a Rentas Generales. “Si lo observamos desde una perspectiva política y soberana, las telecomunicaciones en los países son un instrumento crucial para la vida democrática y la soberanía de los distintos pueblos. No se trata únicamente de una cuestión coyuntural de disputa empresarial o competencia, sino que, al profundizar, encontramos elementos relacionados con las libertades, la soberanía y la dependencia del sector privado”.

Aseguró que “desde el primer día, este gobierno ha mostrado la disposición, la intención y trabaja para desmantelar las empresas públicas. En particular, en el caso de ANTEL, buscan arrebatarle el negocio de internet mediante infraestructura fija”. Esto se inició con la Ley de Urgente Consideración, lo que generó la reacción del movimiento sindical, pero esa intención original no fue abandonada y buscaron llevarla a cabo a través del proyecto de Ley de Medios, el cual también ha enfrentado resistencia desde el ámbito popular.

Sin embargo, el gobierno insiste con la excusa de que los “pobres cableoperadores del interior” estaban en crisis. A través de la Rendición de Cuentas pasada, modificaron el artículo 56 de la actual Ley de Medios, el cual establecía la restricción de que, si ofrecían servicios de televisión para abonados, no podían proporcionar servicios de internet por infraestructura fija y viceversa. En el caso de ANTEL, incluso si quisiera, con esa restricción tampoco podría ofrecer servicios de televisión para abonados. Esa restricción fue levantada, lo que permitió que todos los cable operadores y empresas privadas pudieran acceder a licencias de internet para brindar servicios a través de infraestructura fija.

“Todo esto llevó a la necesidad de organizar un congreso de SUTEL y embarcarnos en una campaña que nos permita llegar al final del año con la visibilidad de ANTEL y su defensa. Frente a cada una de las licencias que se otorgan, presentamos un recurso ante la Justicia, ya que de lo contrario se violaría el monopolio de nuestra empresa pública”, aseguró.

“ANTEL ha dado suficientes muestras no solo de cumplir con su cometido social, sino también de ser reconocida a nivel internacional como una empresa que destaca en términos de alcance de cobertura, calidad del servicio mediante el uso de tecnología de última generación y accesibilidad en términos de precios que se ajustan a la capacidad de compra de nuestro pueblo. Ha demostrado que puede ser una empresa exitosa en el desarrollo tecnológico, reconocimiento internacional, y esto es directamente proporcional a su contribución a Rentas Generales, acceso universal y desarrollo de planes y programas que hacen posible la accesibilidad a todo ese avance tecnológico. Esto está vinculado directamente con el Plan Ceibal, el Plan Ibirapitá y ANTEL Integra”, afirmó.

Reality show

Por otro lado, Leymonié se refirió a la reciente movilización del PIT-CNT por “la democracia y contra la corrupción”, y a los elogios del politólogo Eduardo Botinelli a la actitud madura del movimiento sindical.

“La madurez del movimiento sindical tiene que ver con la coherencia de que si nosotros defendemos la democracia, no la dinamitamos. Por tanto, en este tipo de situaciones es fundamental tener el cuidado, la delicadeza y la razón al servicio de la defensa de la democracia. Incluso, no caer en oportunismos políticos, a pesar de que se hayan venido denunciando decisiones políticas y un comportamiento complejo por parte de un gobierno, desde el punto de vista democrático y de la representación otorgada por el pueblo”, señaló. Agregó que el movimiento sindical "con madurez y responsabilidad siempre intenta expresarse y marcar su posición y ello es saludable" y lamentó que la política se esté viviendo como un “reality show”.

Dijo que desde la administración dicen que los sindicatos ponen palos en la rueda, pero desde la central de trabajadores se expresa que luchan por los intereses de las grandes mayorías del pueblo trabajador.

“Es un gobierno que nunca va a admitir un deterioro de su propia imagen, que defiende ciertos intereses con una escala moral y estructura de valores que reflejan su manera de gobernar. La cuestión radica en si los uruguayos entendemos que nos deben gobernar de esa manera y en esa dirección. Esa es la discusión que todos y todas debemos tener”, planteó.

“No se puede afirmar que todos somos iguales, ya que este gobierno ha acumulado escándalos durante cuatro años. Sin embargo, el resto de los ciudadanos debemos realizar una valoración que refleje una síntesis política, demostrando que no tenemos ninguna relación con ellos y que también existe justicia. Me pregunto: ¿cuál es el impacto de todo esto en la vida cotidiana de las personas?, ¿cuál es la relevancia de este escándalo político cuando, en realidad, la gente no percibe un impacto directo en su vida diaria? Existe evidencia de que la justicia y las consecuencias de los errores de este gobierno no tienen el mismo peso, ni siquiera en la décima parte, de lo que podría afectar a cualquier ciudadano común”, puntualizó.

Asimismo, cuestionó que si se querían armar "el puzle más terrorífico que existe", se ganaron "el primer premio por excelencia" con los escándalos de "acomodos, pedofilia y tráfico de influencias”.

“Hay un sector de la sociedad de traje y corbata que comete horrores y camina con total impunidad. Sin embargo, también contamos con una justicia que, a pesar de sus debilidades, ha actuado en estas circunstancias. Confío en el pueblo uruguayo, en su racionalidad, en su convicción. No deseo que este grupo de personajes nos gobierne nuevamente, no solo desde un punto de vista político, sino también desde una perspectiva moral y ética”, indicó.

Lo peor es que la derecha nos gane la rebeldía

Sobre el triunfo de Javier Milei en Argentina, Leymonié dijo que se debe separar la campaña electoral, que es un período relativamente breve, con lo que se vive todos los días. “No estoy respaldando a Milei y nunca lo haré, ya que no creo que un personaje con estas características pueda ofrecerme la esperanza de estar mejor. Pero la pregunta también podría ser: ¿por qué no votaron a Sergio Massa? La reflexión, al trasladarla a Uruguay, podría indicar que estos no son hechos aislados y que el poder continúa reformulándose para seguir al frente no solo del gobierno, sino también del poder económico, social y cultural”, dijo.

Agregó que también puede tener que ver con los “propios límites del progresismo en tanto no resuelve los problemas”.

La dirigente gremial expresó que en Uruguay existe el ejemplo del movimiento sindical, y dijo que fue "demonizado" por las movilizaciones o conflictos llevados adelante, incluso durante los gobiernos del Frente Amplio. “La participación se manifiesta de diversas formas, ya sea a través de la institucionalidad o mediante la movilización y las manifestaciones. Lo peor que nos puede suceder es que la derecha nos arrebate la rebeldía. Lamentablemente, la rebeldía, el impulso y la intención de cambiar estuvieron más representados en Milei que en el propio progresismo. Debemos dejar de responsabilizar tanto al pueblo por su voto o por no votar y dirigir nuestra atención más hacia los líderes, porque, en última instancia, el pueblo será el que pague el precio más alto”, sentenció.