Pasar al contenido principal
Los imprescindibles del movimiento sindical, los fundadores de la CNT y los jubilados
 

Todos los viernes a partir de las 10 horas, fundadores de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) y exdirigentes sindicales que se jubilaron, se reúnen en la sede del PIT-CNT (Jackson 1283) para seguir militando dentro de la central obrera. Muchos de estos "viejos" estuvieron presos, vivieron en el exilio y mantuvieron a la CNT viva en otros países, mientras en el Uruguay la tiranía cívico - militar reprimía a todo lo que tuviera algún vestigio sindical y/o democrático.

Algunos de estos militantes de la vida son: Daniel Baldassari (Fancap), Wladimir Turianski (AUTE), Carlos Bouzas (AEBU), Luis Iguiní (COFE), Humberto Rodríguez (Suanp hoy Supra), Oscar Risso (AUTE - Sutel), Eduardo Platero (Adeom), Luis Vega (UF), Juan I Larrosa (Comargen - Suntma), Júpiter L. Irigoyen (AUTE), Hugo Bianchi (Untmra), Paulino Porras (Adeom),  Antonio Adourian (FOEB), Ignacio Huguet (COT), entre otros ex dirigentes sindicales.

Baldassari, designado portavoz del grupo, le dijo al Portal del PIT-CNT que se debe tener en cuenta que el largo período de la dictadura cortó el proceso de aprendizaje y de trasmisión de generación a generación de lo que era la experiencia tan peculiar y particular de nuestro movimiento sindical, como lo es la unidad en la diversidad. "En el mundo no se conoce otro ejemplo de unidad en la diversidad como el que existe en el Uruguay. Donde, desde muy temprano, en 1966, existe una sola central sindical que agrupa al conjunto de los trabajadores, tanto del sector privado como del público. Insisto en que esta experiencia es única en el mundo".

Experiencia de unidad

Se debe tener en cuenta, además, que esa experiencia de unidad fue muy corta ya que la CNT se constituye en el Congreso de 1966 y tiene su prueba de fuego en 1973 cuando se realiza la huelga general en contra del Golpe de Estado llevado adelante por Juan María Bordaberry y sus cómplices militares. Fueron sólo siete años de experiencia y por esa razón para nosotros era una necesidad trasmitirle a las nuevas generaciones de sindicalistas esa experiencia tan rica. Los nuevos dirigentes, los militantes y los miles de jóvenes que cada vez más se suman a su sindicato deben conocer de primera mano como se creó la unidad del movimiento obrero.

Somos conscientes de que estamos viviendo una realidad nueva. No queremos que copien nuestra experiencia, lo que queremos es trasmitirles las claves que hicieron posible que hombres y mujeres de nuestro movimiento sindical con distintas ideas, con formaciones ideológicas distintas, con experiencias distintas, pudieran poner todo aquello que nos unía por encima de las cosas que nos separaban. Sabiendo que todos juntos, en una misma organización, actuando con una sola estrategia y de forma unificada podían hacer posible avanzar en la conquista de mayores derechos para los trabajadores.

-La dictadura golpeó muy fuerte y se ensañó particularmente con el movimiento sindical.

-Sí. No hay que olvidarse que el Golpe de Estado que dieron los dictadores fue para cortar en el país un proceso de avance. Ese fue el proceso que comenzaron los trabajadores con la unidad ante la diversidad. Criterio éste que luego se trasladó al sistema político con la creación y constitución del Frente Amplio (FA) en 1971. Por lo que, se continuó a nivel político la experiencia de unidad que se venía desarrollando en el campo de los trabajadores. El movimiento sindical creó una alianza histórica con otros sectores de la población. Ejemplo de ello es que desde un primer momento se sumaron representantes de la Universidad, los estudiantes, luego Fucvam, las organizaciones de jubilados, de la cultura, del arte, el teatro independiente, etcétera. Se creó un movimiento totalmente integrador.

Hace poco se decía en el acto inaugural del XII Congreso del PIT-CNT que no resultaba nada raro ver a Ruben Yáñez o a otros compañeros del teatro, cantores, músicos y de otras disciplinas del arte recorriendo las instalaciones de la central o visitando algún sindicato. Hoy el movimiento sindical ha ido retomando toda esa experiencia. No podemos olvidarnos que fuimos muy golpeados por la dictadura y los gobiernos de derecha.

-¿La década del 90´también fue difícil para los trabajadores?

-Fue terrible. Se eliminaron las negociaciones colectivas, se inició toda una campaña en contra de las empresas públicas y contra los trabajadores en su conjunto. El movimiento sindical junto a otros sectores sociales y políticos promovimos el plebiscito para defender las empresas públicas. Las que son un objetivo que la derecha golpea de forma permanentemente. Este tipo de política es perverso, porque perjudica a los trabajadores y al sistema democrático del país. 

En este marco es que vemos como importante que nosotros podamos trasmitir nuestra experiencia a las nuevas generaciones.

Rescatando memoria

-¿Cuáles son las principales iniciativas que los llevan a seguir trabajando por el movimiento sindical?

-Cuando comenzamos a reunirnos lo hicimos para rescatar la memoria. Si bien ha ido cambiando en los últimos años, nos encontrábamos que para el nomenclátor de nuestro país los trabajadores y el movimiento sindical no existían. En los programas de estudio de los distintos niveles de la educación tampoco existe el movimiento sindical. Hace muy poco una ley fija la fecha 27 de junio como el Día de la Resistencia y Defensa de la Democracia, en homenaje a quienes defendieron la libertad y la vigencia del Estado de Derecho, por lo que se le incorpora a los programas de los centros educativos del país parte de la historia reciente, la que tuvo al movimiento sindical como principal protagonista.

Ahora hay seguir impulsando contenidos para que la ley pase de la letra a los hechos. Más allá de que en las escuelas se deben recordar los motivos por los cuales el 27 de junio es el Día de la Resistencia y Defensa de la Democracia.

El grupo desde el primer momento ha impulsado distintas iniciativas a fin de establecer mojones, referencias y hechos en las plazas, en las calles y los espacios públicos. Queremos que se conviertan en la memoria viva de lo que fue la experiencia histórica del movimiento sindical. Que la misma se integre a la historia del país, porque hoy no está reconocida. Es por eso que una de las primeras inauguraciones que concretamos fue la plaza Gerardo Cuesta. En ese momento León Duarte se consideraba desaparecido, que aún lo sigue siendo, y sus compañeros no quisieron que la plaza se llamara Cuesta - Duarte. Ahora estamos trabajando para que un espacio público cerca de la vieja fábrica Funsa lleve el nombre de León Duarte.

No hay que olvidarse que en la época, a principios de la década del 90', en la cual se hace la plaza, había en el país mucha pobreza, muy poco trabajo y en la Central y en los sindicatos no había un peso partido por la mitad. A pesar de todo, con  las mil colectas que se hicieron en todos los ámbitos, se pudo levantar un monumento y acondicionar la plaza Gerardo Cuesta, ubicada en la calle Londres, cerca de donde estaba el Cilindro.

Con posterioridad se pudieron conseguir reconocimientos parlamentarios para varios dirigentes. Entre ellos para José Pepe D´Elía, a quien el Poder Legislativo le designó una pensión graciable.

-Se dice siempre que la historia la escriben los que ganan. Hoy ustedes, de alguna manera, están escribiendo la historia del movimiento sindical...

-Eso se puede interpretar como un auto bombo, el egocentrismo llevado a su máxima expresión. Lo que queremos es que la historia del país recoja la experiencia de los trabajadores sindicalizados. No es sólo por un hecho puntual . Hay que recordar que el movimiento sindical se enfrentó a la dictadura con la huelga general y la resistencia. Que en más de 25 países durante la dictadura existió la CNT trabajando solidariamente con los compañeros presos y sus familias. Más allá de la difusión que se hizo sobre la dictadura que sufría un país que en muchos lados había que indicarles en el mapa donde quedaba Uruguay. Esto más o menos es sabido.

Para nosotros es angular el reconocimiento del movimiento sindical en la historia del país. Esto poco a poco se está logrando. Cuando en el lanzamiento de la Comisión de homenaje a Pepe D´Elía que se hizo en el Salón Azul de la Intendencia de Montevideo (IM) el excanciller del Partido Colorado (PC), Didier Opertti, dijo algo así como que el movimiento sindical y los partido políticos eran la base de la institucionalidad democrática en el país. No se podría entender al Uruguay de otra manera. Por lo que queda claro que el papel del movimiento sindical empieza a ser reconocido por gente que no pertenece al mismo.

Lo nuestro, a modo de síntesis, es rescatar la historia del movimiento sindical, trasmitirles a las nuevas generaciones la experiencia acumulada, y dejar mojones para que el país recuerde a los trabajadores que tanto han hecho en defensa de las instituciones democráticas. A partir de lo cual ayuda a pararse en un presente como el que vivimos, que están complejo y que está inmerso en un mundo que ha cambiado mucho. Lo fundamental es dejar constancia de dónde venimos, que hicimos, quienes somos como trabajadores.

Más juventud y mujeres

-Con la experiencia que tiene, ¿cómo ve la dirección actual del movimiento sindical?

-En primer lugar tengo que decir que nos sentimos  muy contentos. Que los compañeros vean como algo natural que nos reunamos acá y que acepten de forma cómoda nuestra relación con el Secretariado Ejecutivo y la Mesa Representativa. Tenemos una relación muy fraterna, amigable, muy de compañeros, por eso nos sentimos muy cómodos. Y los nuevos dirigentes nos reconocen mucho, hasta demasiado (risas).

-Más allá de los afectos, ¿cómo los ve políticamente?

-El movimiento sindical ha crecido numéricamente de una manera exponencial. Mientras en todo el mundo baja el número de afiliados a los sindicatos acá han aumentado por cuatro veces. Tiene de bueno, además, que hay mucha juventud y muchas mujeres. Si bien se tiene que ir dando ese proceso de menos a más para que la mujer se integre de manera igualitaria a todos los organismos de la central sindical. Como con justicia lo están reclamando las mujeres. Hay que trabajar para que se incorporen efectivamente en las direcciones de los sindicatos y de la central.

Con la dirección y con el PIT-CNT en su conjunto tenemos una gran coincidencia en todo. Somos parte del movimiento sindical, somos parte de la unidad, de la fraternidad, de la discusión dura y honesta. Lo clave, porque lo tenemos incorporado al ADN, es el tema de la unidad. Es lo máximo. Un compañero decía hace poco tiempo que "la unidad había que considerarla de principio".

Lo cierto es que el que rompe la unidad por cuestiones secundarias, está violando un principio, un principio fundamental.

-¿Un ejemplo de unidad fue D´Elía?

-D´Elía fue ese hombre que desde la década del 40´ hasta que se murió jugó ese papel de mantener la unidad. El reconocimiento que tiene hoy el Pepe trasciende al movimiento sindical . Quienes lo conocimos sabemos que era un hombre de enorme firmeza, decisión y cuando tenía que ser fuerte, duro, lo era.

Galería de fotos


 

{gallery}cnt{/gallery}