El presidente del Sindicato Único de Telecomunicaciones (SUTEL) e integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, Gabriel Molina, cuestionó al gobierno de Luis Lacalle Pou por haberse dedicado específicamente a “rebajar los salarios y las jubilaciones”, y por haber aplicado políticas destinadas a “satisfacer las exigencias y los requerimientos de los ‘mayas oro’, cuyos más fieles representantes están sentados en el Ejecutivo”.
En diálogo con el Portal del PIT-CNT, Gabriel Molina realizó un balance de los cinco años de gobierno de la coalición multicolor, encabezada por el presidente Luis Lacalle Pou.
“Supuestamente, estos cinco años de gobierno de coalición iban a ser los mejores de nuestra vida, pero realmente pasaron por arriba de los árboles y se los llevó el ‘celeste del cielo’”, ironizó el dirigente sindical. Agregó que la rebaja salarial y de las jubilaciones “se contrapone totalmente con lo que, en su momento, había expresado el entonces ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres. La rebaja salarial se puede comprobar simplemente al observar lo que cobramos a fin de mes; con eso basta para evidenciar cómo fuimos afectados los trabajadores por las políticas salariales de la actual administración”.
Aseguró que el gobierno se dedicó específicamente a “rebajar” los salarios y las jubilaciones. “Recordemos que el 3% de adelanto que otorgaban, al ser un adelanto, luego se lo descontaban a nuestros jubilados, jubiladas y pensionistas. Esas políticas fueron diseñadas para satisfacer las exigencias y los requerimientos de los ‘mayas oro’, quienes claramente estaban siendo muy beneficiados por el gobierno, ya que contaban con sus más fieles representantes sentados en el Ejecutivo”, cuestionó Molina.
“¿Cómo no se van a enojar si hay un cambio político y el nuevo ministro de Trabajo es Juan Castillo?”, se preguntó el dirigente sindical. “Evidentemente, se enojan porque no lo consideran parte de su círculo cercano. Están furiosos. En lugar de sentarse a observar cómo funcionan los Consejos de Salarios, que es lo que deberían hacer, continúan tomando medidas en contra de los trabajadores”.
En tal sentido, ejemplificó con los despidos de trabajadores en los sectores lácteos y panificadoras, así como con la inexistencia de la negociación colectiva en la industria cárnica, donde se impuso un aumento salarial propuesto por el Poder Ejecutivo. “Casualmente, los empresarios dijeron estar de acuerdo y no aceptaron ni una sola de las modificaciones planteadas por los trabajadores agremiados en la Federación Obrera Industria de la Carne y Afines (FOICA)”, señaló.
“Ese es el país que nos dejaron. Este es el país en el que llegamos a 2024, un año de elecciones. No fue fácil: transitamos desde la pandemia en 2020, y el movimiento sindical, en primer lugar, puso sobre la mesa la vida, y luego lo salarial. Todo esto con el compromiso que asumió el gobierno de recuperar el salario que perdíamos en ese momento, pero que nunca recuperamos”, afirmó el dirigente gremial.
Molina agregó que el movimiento obrero y popular enfrentó posteriormente los 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC) en un proceso de acumulación, “recolectando más de 800.000 firmas que hicieron posible la consulta popular, aunque faltó muy poco para lograr su derogación”.
Por otro lado, el gobierno impulsó cambios abruptos en la reforma jubilatoria. “Allí también el movimiento sindical recolectó firmas, y en el plebiscito casi un millón de uruguayos votaron la propuesta del movimiento sindical y del movimiento popular en su conjunto, lo que, de alguna manera, abre un espacio de diálogo nacional diferente”, planteó.
“A eso hay que agregarle otras medidas, como la Ley de Medios, que afecta a ANTEL; la entrega de licencias para que los cableoperadores de los canales privados ofrezcan internet; y ahora, con el proyecto Arazati -que propone utilizar el Río de la Plata como fuente de agua para potabilización y abastecimiento del área metropolitana de Montevideo-, sin tener en cuenta la opinión contraria del gobierno electo”, enumeró.
Recuperar lo que el gobierno arrancó
“Como dijo Luis Lacalle Pou, el gobierno permanecerá hasta el 28 de febrero de 2025, fecha en la cual seguirá destruyendo lo poquito que han dejado en pie. La cuestión es recuperar todo lo que, de alguna forma, este gobierno ha arrancado, y en 2025 nos va a encontrar a todos alerta y muy atentos ante la asunción de un nuevo gobierno, saludando la democracia en nuestro país, que nos costó recuperar con tantos compañeros y compañeras que han desaparecido y que, hasta el día de hoy, seguimos reclamando por verdad y justicia, y nunca más terrorismo de Estado”, cuestionó.
Molina dijo que con el triunfo electoral del Frente Amplio hay un cambio de aire, un cambio de tono, más allá de la pertenencia al movimiento sindical de toda la vida de Juan Castillo. “Nosotros manejamos firmemente el tema de la independencia de clase, pero sin la prescindencia. Tuvimos 15 años de gobierno progresista, durante los cuales el relacionamiento fue muy distinto hasta el punto de que podíamos conversar, nos sentábamos y, evidentemente, a la hora de resolver, a veces se resolvía votando con el Ministerio de Trabajo, con el Poder Ejecutivo y con los trabajadores, o el Poder Ejecutivo con los empresarios; y los empresarios y trabajadores contra el Poder Ejecutivo. Eso fue lo que ocurrió durante esos 15 años, y luego este gobierno se encargó de destruirlo. Por lo tanto, las expectativas que tenemos son muy grandes. También es cierto que este movimiento sindical está bien parado sabiendo que hay que conversar y negociar con quienes asumirán el gobierno a partir del 1º de marzo, estableciendo las reglas de juego hacia adelante. Esas reglas de juego serán siempre el diálogo, la negociación, sin descartar la movilización y la lucha histórica de nuestro movimiento sindical”, puntualizó Molina.