
El día 30 de junio Jimena Pardo, Presidenta del BPS, informó a la población de la aplicación de una serie de medidas de rápida aplicación para intentar paliar el stock de atrasos de 58 mil expedientes de prestaciones que existen, un atraso del que no se tiene antecedentes en la historia del organismo.
Esta situación, que se revela al asumir la nueva dirección del BPS, es la que el sindicato (ATSS) viene denunciando desde el año 2021 (2 a 20, por poner algunos ejemplos), y a la que adjudicamos responsabilidad directa a la falta de personal (por la eliminación sistemática de vacantes que se lleva adelante desde 2015, profundizada en el último quinquenio en la administración pasada) y en la implementación de un sistema de trabajo y gestión en el BPS, que inicia en 2021, y que en estos tiempos es objeto de cuestionamiento y de construcción de un nuevo modelo por parte de la administración actual, grupo de estudio que se crea al que el sindicato no ha sido convocado.
Este modelo de gestión y atención, no solamente estableció la obligatoriedad de tramitación a la amplia mayoría de los trámites por la vía web en solicitudes de todo tipo, sino que además realizó una distribución de tareas y trabajo, que entendemos ha sido el principal mal, estableciendo en unidades “back”, a trabajadores del organismo que de forma deslocalizada pasaron a asumir miles y miles de procesamientos de trámites de todo tipo, centralizados en unidades por fuera de la estructura formal del BPS y con una dotación mínima de personal para atender la demanda.
En muchos de los tipos de tramitación se armaron verdaderos cuellos de botella por la falta de personal que los atendiera, pero también, porque la orden de obligación de tramitar vía web para la población se acompañó de una reestructuración de todas las oficinas, en las que ya no se recibía, procesaba, ni resolvía trámites presencialmente (que en muchos casos se solucionan en el momento) y les agregaba la complicación de tener que enviarlos vía web y luego ingresaba en una serie de oficinas que agregaron mayor burocracia a los procesos. Esta tramitación por oficinas, se fue haciendo eterna en muchos casos, situación no atribuible de ninguna manera a las compañeras y compañeros que tuvieron que hacerle frente en unidades con la carencia de personal mínimo para atenderla.
El combo resultante del modelo de atención, con funcionarios/as del BPS en cantidades mínimas que no podían hacer frente a todo el trabajo que entraba vía web, sumado a la falta de posibilidades de tramitación en oficinas presenciales, en las que también faltaba personal generaron este caos que la pasada administración llamó modelo de gestión. Agravado por una mala distribución del trabajo presencial en el que se apuntó a que se atendiera sin brindar capacitación, ignorando deliberadamente los conocimientos previos que tenía cada uno de nuestros compañeros y compañeras, quitando perfiles y permisos de trabajo para que no pudiéramos dar respuesta a las personas que concurren a las oficinas.
A las demoras y problemas que se generaron en los trámites de prestaciones, debemos sumar todas las tareas del área de empresas (ATYR), que también se vieron demoradas y los gravísimos problemas en el área de la salud del BPS y sus centros de atención, que siguen arrastrando falta de presupuesto, falta de personal y de rumbo real que tenga como fin la atención de la población objetivo.
Así mismo, respecto al área de empresas, cabe destacar que se dejó de realizar muchos de los procesos de recaudación, gestión de cobros y de fiscalización interna (que permitían regularizar adeudos de empresas que no pagaban), lo que redundó en una pérdida incalculable de ingresos del organismo, y que casualmente, coincidió con el período de discusión de la reforma de seguridad social, luego la campaña de plebiscito y la posterior votación, en la que se insistía en que BPS recaudaba cada vez menos y que el mal llamado “déficit” se agravaba año tras año, la realidad se esconde en que además, se realizaba en BPS un clarísimo modo de gestión que boicoteaba e impedía que el organismo realizara correctamente sus tareas de contralor y fiscalización, medida deliberada que se llevó adelante en la administración anterior.
Desde la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social reconocemos que si bien se está realizando un proceso de análisis y de cambios por parte de la nueva administración, las soluciones reales y de fondo no llegarán hasta que se dote al Banco de Previsión Social del personal necesario para atender las demandas de la población en todas sus áreas; hasta que todas las oficinas de atención presenciales vuelva a operar con todas las potestades de trabajo y resolución que tenían previo a 2021 y hasta que no se realice un modelo de gestión y atención que realmente se oriente a un funcionamiento eficiente, con una buena administración de los recursos y que de garantías en acceso a derechos para atender a toda nuestra población.
ATSS continúa en conflicto y en lucha por una seguridad social justa, solidaria, sin fines de lucro, pública, estatal, garantista de derechos y por un BPS al servicio de su población, y con respeto de la negociación colectiva, sus funcionarias y funcionarios.
La solución es política: ingreso de personal y mejor gestión.
Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social