La investigación “Transformando las normas de género a través del Sistema Nacional Integrado de Cuidados en Uruguay” destaca la importancia de incluir el tema de los cuidados en la negociación colectiva y su impacto en la autonomía económica de las mujeres, la equidad de género y la cohesión social. Se subraya la necesidad de ampliar los Centros SIEMPRE, fortalecer la corresponsabilidad en los cuidados y articular estrategias entre el Estado, sindicatos y empresas. Además, se advierte sobre los desafíos que plantea la transformación del empleo por el avance tecnológico y se resalta que el trabajo en cuidados, por su componente humano y de empatía, no puede ser reemplazado por la Inteligencia Artificial.
Se presentó en el PIT-CNT el estudio “Transformando las normas de género a través del Sistema Nacional Integrado de Cuidados en Uruguay”, que analiza el impacto del cuidado infantil en el país. Se trata de un informe, de más de 50 páginas, desarrollado con el apoyo del PIT-CNT, el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo Uruguay (CIEDUR) y el ODI, un centro de estudios independiente sobre asuntos globales. La investigación fue coordinada por la economista Soledad Salvador y elaborada por las investigadoras Cecilia Lara, Guadalupe Goyeneche, Isabel Pérez de Sierra y Belén Villegas Plá.
El trabajo toma a los Centros SIEMPRE como punto de partida para examinar “su contribución al empoderamiento económico de las mujeres a través de la mejora de sus oportunidades para el empleo, la posibilidad de acceder a cargos de participación política y social, la reducción de la violencia de género y su contribución a la modificación de las normas sociales de género vinculadas a los cuidados”. El estudio examina cómo los Centros SIEMPRE, que forman parte del Sistema Nacional de Cuidados, han influido en la transformación de las normas de género y la organización del trabajo de cuidados en Uruguay.
En el marco de la presentación de la investigación se realizó una mesa redonda en la que participaron Flor de Liz Feijóo, secretaria de Género, Equidad y Diversidad Sexual del PIT-CNT; Marcela Barrios, directora Nacional de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social; y Susana Muñiz, secretaria Nacional de Cuidados y Discapacidad del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES).
En la presentación, estuvieron presentes, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo; el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, y legisladoras y legisladores, entre otras destacadas figuras del ámbito sindical y social.
Una guía
Al comienzo de la exposición, la secretaria de Género, Equidad y Diversidad Sexual del PIT-CNT, Flor de Liz Feijóo, afirmó que la investigación presentada es un informe que “brinda un marco analítico a un tema permanente, identificado como un eje histórico de desigualdad por diversas organizaciones y, fundamentalmente, por mujeres feministas”.
Expresó que las recomendaciones del informe “no garantizan el ciento por ciento de las soluciones, pero sí ofrecen una guía sobre posibles caminos para abordarlas”. Entre ellas, destacó la necesidad de “ampliar los Centros SIEMPRE a nivel nacional mediante acuerdos con sindicatos, empresas y el Gobierno; articular con el Ministerio de Trabajo para incluir estos centros en las negociaciones colectivas y generar fondos para su desarrollo, así como sensibilizar a sindicatos y empresas sobre los beneficios de estos espacios en la autonomía de las mujeres y el bienestar infantil”.
Asimismo, se recomienda “implementar estrategias efectivas para transformar normas de género, integrar capacitaciones en corresponsabilidad de cuidados y reforzar el programa ‘Parentalidades Comprometidas’”. También se propone “fortalecer la coordinación interinstitucional, garantizar recursos y abordar las desigualdades de género en las familias, además de incorporar la política de los Centros SIEMPRE en las negociaciones colectivas, articular con la sociedad civil, promover la participación femenina en el empleo y crear comisiones de género en empresas y sindicatos”.
Feijóo señaló que “los cuidados forman parte de nuestra vida, ya que a lo largo de ella tanto cuidamos como somos cuidados”, por lo que aseguró que “es imposible pensar en la sostenibilidad de la vida sin garantizar los cuidados necesarios”.
Además, afirmó que “es imposible concebir un modelo de desarrollo productivo con justicia social, en contraposición al modelo imperante, si no se coloca a los cuidados en el centro del debate, transversalizando toda la sociedad”.
Subrayó que “los cuidados, indispensables para sostener la vida, han sido asignados históricamente a las mujeres desde su rol reproductivo y productivo, y esa división sexual del trabajo genera enormes desigualdades”.
Feijóo hizo especial énfasis en los derechos económicos, sociales y culturales, así como en los derechos civiles y políticos. En este sentido, remarcó que la autonomía económica de las mujeres está claramente limitada por los roles que la sociedad les ha asignado. “La cultura patriarcal, el modelo económico vigente o el patriarcado, o todos estos factores en conjunto”, remarcó.
Señaló que “para muchas mujeres es imposible acceder a un empleo formal y estable porque deben dedicarse al cuidado de sus familias”. Agregó que, en muchos casos, estas mujeres tienen menos oportunidades de crecimiento laboral porque tampoco han contado con las condiciones necesarias para mejorar su nivel educativo.
“Cuando participamos en la negociación colectiva, lo hacemos con la premisa de que ‘a igual tarea corresponde igual salario’, pero esto no resulta suficiente para cerrar una brecha histórica entre mujeres y varones”, enfatizó. Además, agregó que la “carga emocional” asociada al cuidado de la familia, tarea que recae mayormente en las mujeres, también debe ser discutida, ya que representa una brecha no solo salarial, sino también en términos de derechos.
Feijóo destacó que “la precariedad derivada de la falta de autonomía económica conduce a más violencia, y no sólo en el ámbito económico, sino en todos los aspectos de la vida, afectando el desarrollo integral al que todas las mujeres deberían tener derecho en el marco de los derechos humanos”.
Asimismo, mencionó que, en el marco de la presentación del informe, se inauguró en la sede del PIT-CNT un espacio de cuidados, un rincón infantil. Sin embargo, remarcó que el movimiento sindical “aún tiene una deuda pendiente en cuanto a la generación de espacios de cuidados articulados con la sociedad civil y el Estado, para hacerlos realidad”.
“Damos por descontada la voluntad política para que el Gobierno, las instituciones, la sociedad civil, las empresas y los trabajadores podamos seguir profundizando en el Sistema Nacional de Cuidados, en la figura de las asistentes personales y en todos aquellos aspectos que competen a la negociación colectiva”, puntualizó.
Un aliado
A su turno, la directora nacional de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Marcela Barrios, expresó que el informe constituye un “insumo” fundamental para impulsar políticas públicas que promuevan la justicia social y el crecimiento del país.
“El Ministerio de Trabajo y el de Desarrollo Social hemos firmado un convenio para promover la inclusión de los temas de cuidados y género en la negociación colectiva, porque entendemos el papel clave que esta desempeña en el cambio social”, afirmó la jerarca.
En relación con la recomendación del estudio sobre “trabajar en una mayor articulación con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para integrar con centralidad el tema en los Consejos de Salarios y en las negociaciones colectivas, ya sea para la creación de nuevos centros o para la generación de fondos sociales que permitan su edificación”, así como la referida al “rol e involucramiento del Estado”, Barrios sostuvo que el Ministerio de Trabajo “es un aliado” comprometido con esta coordinación.
La jerarca destacó la importancia no sólo del papel del Estado, sino también de la participación de los actores sociales. “Se puede contar con un Estado comprometido y sensibilizado en la búsqueda de soluciones, pero si en el espacio de la negociación colectiva no está presente la demanda del movimiento sindical, a veces resulta más difícil para el negociador convencer al sector empresarial, ya que muchas veces se priorizan otros aspectos en detrimento de los cuidados y la corresponsabilidad”.
Asimismo, subrayó que “garantizar cuidados de calidad y permitir que las mujeres puedan ir a trabajar con tranquilidad es un aspecto fundamental”.
Finalmente, Barrios aseguró que desde la Secretaría de Estado “se está trabajando no sólo en la capacitación de los negociadores que participarán en las mesas de negociación, sino también en poner a disposición de estos temas en la agenda, en la medida en que las partes deseen incorporarlos, ya que resultan clave para la transformación social”.
Sociedad más democrática
Finalmente, la secretaria Nacional de Cuidados y Discapacidad del MIDES, Susana Muñiz, destacó que la investigación se presenta en marzo, que es el mes de las mujeres, y agregó que abril es el mes de los cuidados. “En marzo se firmó un convenio entre el Ministerio de Trabajo y el MIDES, vinculado a los Centros SIEMPRE y a la posibilidad de incorporarlos en la negociación colectiva”, afirmó.
Muñiz remarcó que la investigación recoge “buena parte de estos impactos positivos, como la autonomía física y económica de las mujeres, su participación en la toma de decisiones y el impacto favorable en sindicatos y empresas, lo cual es clave para ser considerado en el ámbito de la negociación colectiva”.
Agregó que, además, el informe destaca otro impacto relevante: la “cohesión social”, un rol que anteriormente cumplía la escuela pública y que ahora han recuperado los Centros SIEMPRE. “Esto contribuye a una sociedad más democrática, ya que cuando hablamos de que los cuidados y la ética del cuidado fortalecen la democracia y la participación, en este caso queda claramente demostrado”.
Por otro lado, Muñiz señaló que, si bien la experiencia de los Centros SIEMPRE hasta el momento ha estado enfocada en la atención de niñas y niños, es fundamental considerar la incorporación de otros sectores de la población, como las personas mayores y aquellas con discapacidad en situación de dependencia.
En el cierre de la actividad, se abrió un espacio de participación para el público presente, entre quienes se encontraba la exSenadora del Frente Amplio, Margarita Percovich, reconocida defensora de los derechos humanos, histórica feminista e impulsora de la agenda legislativa con perspectiva de género, dentro de la cual se encuentra el proyecto de ley de Salud Sexual y Reproductiva.
Percovich destacó que la evidencia presentada en la investigación “es fundamental para brindar argumentos al movimiento sindical y al Ministerio de Trabajo en la jerarquización y visibilización del trabajo productivo”. Asimismo, señaló que existen grandes desafíos por delante, entre ellos “la generación de empleo, un reto aún mayor en el contexto del avance de las nuevas tecnologías y la Inteligencia Artificial, que está eliminando muchos tipos de empleo, como en el caso de las cajeras de supermercado, reemplazadas por cajas digitalizadas”.
Sin embargo, subrayó que “la posible creación de empleos en el ámbito de los cuidados no puede ser sustituida por la Inteligencia Artificial, debido a la característica esencial de empatía que implica la relación con la persona cuidada”.
Finalmente, Percovich resaltó la importancia de jerarquizar el trabajo no remunerado y promover la corresponsabilidad en los cuidados como una estrategia clave para reducir la violencia de género.