En las últimas hora se supo que uno de los ex presos de Guantánamo anunció que comenzaría un ayuno frente a la sede diplomática de EEUU a fin de exigir una reparación por los doce años que estuvo preso en la cárcel de extrema seguridad que este país tiene en Cuba. Durante su detención ilegal los ex presos sufrieron todo tipo de apremios físicos y fueron sometidos a diferentes actos de tortura.  

El gobierno uruguayo, presidido en ese momento por José Mujica, llegó a un acuerdo con el gobierno de Barack Obama y resolvió aceptar a seis detenidos en carácter de refugiados. Al arribar a nuestro país la central sindical se encargó de brindarles alojamiento, enseñarles español y prepararlos para que ingresen al mercado laboral. Han existido varios inconvenientes y al poco tiempo dos de los refugiados resolvieron mudarse.

La adaptación no ha sido fácil y la distancia que existe con sus seres queridos, familiares y amigos ha sido uno de los grandes problemas para que se lograra la independencia laboral de los extranjeros. 

Ahora, surge esta información que toma por sorpresa a quienes apuntan a insertar de la mejor manera posible a las víctimas de Guantánamo.