En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, Nicolás Perna, representante del PIT-CNT en el Comité para la Erradicación del Trabajo Infantil (CETI) afirmó que “toda la sociedad, incluidos los sindicatos, deben transformar la lógica de que el trabajo infantil está bien. Los niños, niñas y adolescentes, en su etapa de desarrollo, tienen que jugar, educarse y ejercer su derecho al esparcimiento”. El CETI es un organismo interinstitucional creado en el año 2000, que reúne a actores públicos y privados como el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, ministerios de Salud Pública, Interior, y Educación y Cultura, INAU, ANEP, ANONG, ASU, UNICEF, Cámara de Comercio, Cámara de Industrias, Acción Sindical Uruguaya (ASU), Red de Infancia de Niñez y Adolescencia de los Sectores Populares y el propio PIT-CNT.
Este jueves 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, fecha establecida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En ese contexto, el CETI emitió una declaración titulada “Aportes para la reflexión sobre el trabajo infantil en Uruguay”, donde se afirma que el trabajo infantil constituye “una violación de los derechos humanos y una de las formas más graves de desigualdad”, asociado a la pobreza, la informalidad laboral y la falta de acceso a una educación de calidad.
Según la OIT y UNICEF, en América Latina más de 8 millones de niños y niñas trabajan, y desde 2016 se ha registrado un estancamiento en los avances para su erradicación.
En Uruguay, el informe señala que cerca de 1 de cada 3 niñas, niños y adolescentes vive en hogares bajo la línea de pobreza monetaria, mientras que más del 27% sufre pobreza multidimensional, considerando variables como educación, vivienda, protección social y empleo. El trabajo infantil adopta múltiples formas -rurales, urbanas, domésticas-, muchas veces invisibilizadas, como sucede en el trabajo doméstico de niñas y adolescentes.
El documento identifica factores que inciden directamente en la persistencia del trabajo infantil como “la alta informalidad laboral, especialmente en zonas fronterizas, falta de datos actualizados, naturalización del fenómeno, desprotección institucional y ausencia de herramientas estadísticas específicas”.
Las consecuencias son graves “riesgos físicos y emocionales, exposición a ambientes violentos, explotación laboral, e incluso, la muerte, perpetuando ciclos de pobreza y violencia intergeneracional”.
Ante este panorama, el CETI propone una serie de medidas, entre ellas: “la creación de un Plan Nacional de Erradicación del Trabajo Infantil, adecuación normativa, implementación de políticas públicas integrales, capacitación de recursos humanos, mejor acceso a educación de calidad, fortalecimiento de la protección social, reducción de la informalidad laboral adulta, generación de evidencia actualizada y coordinación interinstitucional. También se reclama un mayor financiamiento del CETI y la inclusión del tema en la agenda política, social y académica.
Apoyo del Ministerio de Trabajo
En diálogo con el Portal del PIT-CNT, Nicolás Perna advirtió que “en estos años el CETI ha impulsado la realización de una nueva encuesta sobre trabajo infantil, dado que la última data de 2010. Uruguay no tiene datos actualizados para monitorear este fenómeno. La encuesta más reciente, ya realizada sobre 3.000 hogares, permitirá contar con información en las próximas semanas”.
Perna, que forma parte del SUINAU y COFE, explicó que aunque aún no hay datos concluyentes, se presume que mayoritariamente “el trabajo infantil está presente en el medio rural, en la industria tabacalera y en tareas domésticas y de cuidados”. Asimismo, Perna alertó sobre nuevas formas de trabajo infantil, vinculadas a las “plataformas digitales, el trabajo de influencers y actividades artísticas realizadas por empresas extranjeras, ante una normativa nacional que resulta ambigua y desactualizada respecto a los estándares internacionales”.
Afirmó que el trabajo infantil debe ser abordado como un tema ético para el PIT-CNT. “El 1º de mayo declaramos que hay una emergencia infantil. Uruguay debe considerar medidas estructurales, como gravar al 1% más rico, para revertir la pobreza infantil, que es la causa principal del trabajo infantil y sus nuevas formas asociadas a la economía ilegal”.
También señaló que “el microtráfico de drogas y otras actividades delictivas pueden vincularse al trabajo infantil, sobre todo cuando el Estado se retira de los territorios y cede espacio al narcotráfico”.
“Esto no se soluciona con un solo actor. No alcanza con UNICEF ni con el Ministerio de Trabajo. Es una tarea colectiva, también hacia dentro de los sindicatos. Debemos erradicar la lógica de que el trabajo infantil es formativo. No lo es. La cultura del trabajo no se transmite con explotación infantil. Los niños, niñas y adolescentes deben jugar, educarse y disfrutar del esparcimiento”, acotó.
También apuntó que el trabajo infantil fue históricamente valorado de forma errónea. “Antes se decía ‘a mucha honra empecé a trabajar a los 8 años’. Hoy sabemos que quienes trabajaron desde temprana edad, en su mayoría, son adultos precarizados o informales”.
Finalmente, Perna destacó la importancia de que el CETI haya sido recibido por el gobierno para una jornada de sensibilización, generando una sinergia necesaria para enfrentar una problemática estructural.
El inspector nacional del Trabajo y de la Seguridad Social, Luis Puig, reconoció la labor del CETI y afirmó que comprender las causas y consecuencias del trabajo infantil es clave para superarlo. “Los niños que participan en actividades laborales integran una cultura de explotación que relega aspectos fundamentales del ser humano”, expresó.
Declaración del PIT-CNT
El PIT-CNT también emitió una declaración institucional reafirmando su compromiso con la justicia social y los derechos de niñas, niños y adolescentes. Considera la erradicación del trabajo infantil una “causa ética y política esencial”, y denuncia que este fenómeno “perpetúa la pobreza, la exclusión y vulnera gravemente los derechos humanos”.
La central sindical sostiene que el trabajo infantil “está naturalizado en la cultura y reclama un enfoque integral de derechos humanos, con perspectiva de género y étnico-racial, articulación intersectorial (Sistema de Cuidados, ANEP, ASSE, INAU, INISA, MIDES), fortalecimiento del rol del Estado, actualización normativa frente a nuevas formas de trabajo infantil y la creación de un Plan Nacional que contemple también situaciones dentro de la economía ilegal”.
El PIT-CNT se compromete a “fortalecer la organización sindical en sectores vulnerables, promover conciencia social, exigir políticas estructurales contra la pobreza y la desigualdad y articular con organismos estatales e internacionales para la prevención, protección y restitución de derechos”.
Erradicar el trabajo infantil -concluye la declaración-“es una condición para construir una sociedad más justa, democrática y con futuro”.
Texto completo
Desde el PIT-CNT, reafirmamos nuestro compromiso con la justicia social, la equidad y la garantía plena de los derechos de niñas, niños y adolescentes (NNA).
Entendemos que la erradicación del trabajo infantil es una causa ética y política que interpela directamente al Estado y a la sociedad en todo su conjunto.
El trabajo infantil, en cualquiera de sus formas, es una de las manifestaciones más crueles de la desigualdad social. Perpetúa la pobreza, reproduce la exclusión y afecta el desarrollo integral de los NNA, violando flagrantemente sus derechos. Esta problemática se invisibiliza, se naturaliza y, a menudo, se legitima en una cultura que prioriza la supervivencia por encima de la dignidad.
Combatir el trabajo infantil es una parte central de una estrategia más amplia que busca el fortalecimiento del Estado, la ampliación de políticas públicas, la defensa de los servicios sociales y la democratización de las condiciones de vida.
Por esto, creemos que es necesario un abordaje Integral desde una Perspectiva de Derechos:
- Incorporar la perspectiva de género y étnico racial, reconociendo las formas invisibilizadas de explotación que afectan sobre todo a niñas y adolescentes.
- Avanzar en una mirada pública intersectorial, articulando con políticas y programas existentes (Sistema Nacional de Cuidados, ANEP, ASSE, INAU, INISA, MIDES).
- Fortalecer el rol del Estado como garante de derechos, reforzando equipos de inspección, capacidades del INAU y MTSS, y dotando de recursos a las estrategias territoriales de prevención y protección.
- Es fundamental Actualizar la Normativa vigente sobre trabajo infantil para incluir las nuevas modalidades ligadas a las tecnologías (como el uso de plataformas digitales y dispositivos) y el trabajo infantil transnacional. Una legislación moderna y una mayor cooperación internacional son clave para proteger a los niños, niñas y adolescentes.
- Generar un Plan Nacional de Erradicación de Trabajo Infantil, que contemple todas sus formas, mediante estrategias que permitan abordar las diversas manifestaciones del trabajo de NNA incluidas aquellas que se dan en el marco de la economía ilegal.
Como PIT-CNT asumimos la responsabilidad de contribuir activamente a la erradicación del trabajo infantil fortaleciendo la organización sindical en los sectores más afectados, promoviendo la conciencia sobre esta problemática en el movimiento obrero y en la sociedad en su conjunto, exigiendo políticas públicas integrales que aborden sus causas estructurales —como la pobreza, la desigualdad y la falta de acceso a servicios—, y articulando con organismos del Estado, organizaciones sociales e internacionales todas las estrategias de prevención, protección y restitución de derechos.
Erradicar el trabajo infantil no es solo proteger a los más vulnerables; es construir una sociedad más justa, democrática y con futuro.