Hugo Bai: "El consumo y la inversión pública pueden amortiguar la desaceleración, el achique no"

Jueves, 24 Septiembre 2015 15:56
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El economista e integrante del equipo de investigación y asesoramiento del Instituto Cuesta - Duarte, Hugo Bai, le dijo al Portal del PIT-CNT que "se convalidó la idea que todos teníamos sobre la desaceleración de la economía uruguaya". Para el profesional es razonable decir que en el 2016 la economía va a seguir creciendo, siempre y cuando no se juegue al achique". Agregó que "él énfasis hay que ponerlo en la necesidad de que por la vía del consumo interno, donde los salarios reales y los niveles de empleo juegan un rol decisivo, se pueda amortiguar la desaceleración".

-¿Se está confirmando la desaceleración de la economía de nuestro país?

-A partir de los datos surgidos del segundo trimestre del Producto Bruto Interno (PBI) se convalidó la idea que todos teníamos sobre la desaceleración de la economía uruguaya. Cuando recién se conoció el dato del segundo trimestre del año se dieron a conocer algunos análisis que poco menos planteaban que Uruguay ingresaba en una recesión, en una crisis. Se apeló a las recetas clásicas que establecen la disminución de los salarios reales y contención del gasto público social a través del Presupuesto Nacional. Este análisis no lo compartimos para nada. Los datos del segundo trimestre, que si bien no son favorables, tienen una explicación a partir de la sequía y la caída de generación de energía eléctrica, entre otros inconvenientes. Por lo que de alguna manera agudizó la desaceleración económica.

El resultado tampoco refleja que la economía uruguaya esté en crisis. Desde nuestro punto de vista, que coincide con las proyecciones oficiales del gobierno y la de analistas privados, la economía va a seguir creciendo. En el 2015 probablemente el crecimiento estará en el entorno del 2% o 2.5%. Incluso, en los próximos años continuará creciendo.

-¿Este enfoque determina la línea de discusión que se da en los Consejos de Salario?

-Es así. Por eso entramos a discutir la situación salarial y el Presupuesto Nacional sobre la base de una economía que se proyecta en crecimiento. Sobre todo, él énfasis hay que ponerlo en la necesidad de que por la vía del consumo interno, donde los salarios reales y los niveles de empleo juegan un rol decisivo, se pueda amortiguar la desaceleración. El planteo es que no se debe apelar a la caída de los salarios reales como forma de disminuir costos, disminuir presiones inflacionarias y la competitividad de las empresas. El salario real y el rol que juega a través del consumo, como componente de la demanda interna, es fundamental para dinamizar la economía y amortiguar la desaceleración.

Es evidente que la desaceleración tiene un componente externo que Uruguay no puede manejar y que está vinculado, principalmente, a la situación de Brasil, China, entre otros países. Está claro que en este aspecto tenemos un frente más complicado del que teníamos. De todos modos desde el punto de vista interno no podemos jugar al achique. Por el contrario, podemos tratar que a través del aumento del consumo y el aumento de la inversión pública se pueda revertir, al menos parcialmente, el efecto de la desaceleración. Y que, obviamente, no golpee a los sectores más vulnerables.

La propuesta de recortar salarios y disminuir gasto público social afecta a los sectores más vulnerables. Sectores estos que son los que tienen que recibir el menor impacto de la desaceleración. Hay otros sectores de la sociedad que en todo caso, teniendo en cuenta una economía que se desacelera y habrá que hacer ajustes, tienen mayor capacidad contributiva y ellos son los que más tienen que aportar. No se puede caer en la decisión de castigar a los sectores más rezagados en el crecimiento económico tan importante que tuvo el país en los últimos 10 años.

-¿Cuáles son los sectores que se ven más afectados?

-La industria en general enfrenta una situación de desaceleración pronunciada y donde el efecto Montes del Plata, por ejemplo, de alguna manera la está neutralizando. En el segundo trimestre del año pasado Montes del Plata no estaba operativa y por eso cuando se compara una situación con la otra (el segundo trimestre del 2015) el efecto es muy fuerte. Cuando ya esté funcionando normalmente este efecto ya no se verá más.

Hay otros sectores que también tienen dificultades. Un llamado de atención es la construcción, ya que luego de un crecimiento enorme que le generó muchas ganancias a los empresarios y mejoras salariales importantes a los obreros, hoy está en una situación distinta.

La caída en el comercio fue una sorpresa. En parte viene a explicar la caída que se produjo en el consumo y que revelaron los datos analizados. Esta sorpresa que no esperábamos tal vez fue y es producto de los anuncios de crisis que llevó a la gente a no gastar. En economía las expectativas son muy importantes. Los anuncios, las medidas que pueda tomar alguien tan importante como el Estado y las proyecciones que hacen los analistas tienden a jugar un papel central. Más allá de los fundamentos que puedan explicar si viene o no viene la crisis, si todos nos convencemos que va a venir una crisis es muy probable que nuestro propio convencimiento la produzca. Hay mucha experiencia en casos de este tipo en el pasado y en otras economías.

No hay que separarse de lo que es la realidad y hacer diagnósticos sobre la base de situaciones irreales. Por lo que no se puede ser desmedido en algunos planteos que pueden convalidad que se nos viene la crisis del 2002 y por lo tanto la gente se retrae, no consume, no gasta y se frena la inversión. Esto termina consolidando la recesión de la economía. Para que pase esto no hay fundamentos.

Lo que está claro hoy es que Uruguay va a seguir creciendo a tasas más bajas de lo que ha venido creciendo en los últimos años.

-¿La posición de que el país está en crisis puede ser producto de que se está discutiendo el Presupuesto Nacional y se instalaron los Consejos de Salarios?

-Considero que algunos análisis son producto de factores políticos. Está claro que cada uno habla de su lugar y defiende sus intereses. Es difícil encontrar analistas que no estén influidos por factores políticos. Tal vez en la Universidad se puede encontrar analistas objetivos. Pero cuando miramos los análisis de algunas consultoras es probable que en el medio de la situación de desaceleración pongan el acento en algunos puntos para que alivianen la situación de los sectores empresariales o privados. Hoy se está en el marco de una negociación colectiva y los empresarios están mirando la parte que a ellos les preocupa, el salario como costo. Nosotros vemos el salario como forma de mejorar la distribución y para que la gente viva mejor.

-¿Cuál es la perspectiva de la economía de nuestro país?

-Desde el Instituto Cuesta - Darte no hacemos proyecciones oficiales, a diferencia de otras consultoras. No tenemos modelos para saber que va a pasar con el producto, con la inversión o las exportaciones.

Lo que advertimos claramente es que estamos en proceso de desaceleración, que se confirma a partir de los datos del segundo trimestre del año. De todos modos está lejos de ser una situación de crisis y recesión. Si no se debilita el gasto público y el consumo podemos lograr unas tasas de crecimiento similares a las que el propio Poder Ejecutivo proyecta en la ley de Presupuesto Nacional y que están en el entorno del 2% o 3% anual. Es razonable decir que en el 2016 la economía va a seguir creciendo, si no se juega al achique.

Se adjunta documento del Instituto Cuesta - Duarte.

Modificado por última vez en Jueves, 24 Septiembre 2015 16:13
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