Ramón Ruíz (BPS / PIT-CNT): "Apostamos a un sistema de seguridad social sin las AFAPs"
Ramón Ruíz, integrante del Directorio del Banco de Previsión Social (BPS) en representación de los trabajadores, le dijo al Portal del PIT-CNT que le gustaría construir un sistema de Seguridad Social sin las Afaps. Sostuvo que han existido cambios paramétricos y no estructurales. "La estructura de la Seguridad Social sigue intacta. Sigue como se resolvió en el gobierno de Julio María Sanguinetti en 1996".
-¿Quién es Ramón Ruíz?
-Soy de Paysandú y a los 15 años comencé a trabajar en la Mutualista Corporación Médica de Paysandú en 1980. En 1982 el gobierno de facto que se había instalado en 1973 aprueba el 21 de mayo de 1981 la Ley 15.137 de Asociaciones Profesionales, conocida como la ley (Néstor) Bolentini, y a través de la misma se comienzan a organizar "legalmente" los trabajadores. Este trabajo de organización se lleva adelante en todo el país y permite en poco tiempo que se geste el Plenario Intersindical de Trabajadores (PIT), quien fuera encargado de sacar a la gente a la calle para conmemorar el 1° de mayo de 1983 el Día de los Trabajadores en el acto que se realizó a espaldas del Palacio Legislativo.
Posteriormente el movimiento sindical realizó el congreso de la unidad y allí se logró que las nuevas generaciones de sindicalistas y reencontraran con las mejores tradiciones del movimiento obrero que venía de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT), de compañeros que llegaban del exilio o salían de la cárcel, y se concluyera con la continuidad de un solo movimiento sindical. Si bien es cierto que el propio PIT cuando se comenzó a gestar ya se sentía, por la gente que estaba impulsándolo, la continuidad de la CNT.
El movimiento sindical jugó un rol muy importante en la defensa de la democracia y hoy no tendríamos muchas cosas sin la resistencia llevada adelante desde el primer momento que se instaló el golpe de Estado.
En ese marco fue que también comencé a trabajar en la Pro Federación Uruguaya de la Salud (FUS), organizaciones por empresa de trabajadores que reivindicaban las federaciones o sindicatos únicos que existían antes de la dictadura. En este caso se trata de la Federación Uruguaya de la Salud (FUS). Ya en esos primeros años se logró organizar sindicatos en todo el interior y ello llevó a que se me designara Secretario del Interior, encargado del Regional Norte. Hoy cuando recorro el interior del país me reencuentro con muchos compañeros que a principios de los 80´ hacían sus primeras armas en el movimiento sindical y hoy continúan militando.
Hoy estoy desarrollando otra responsabilidad y cuando me encuentro con esos viejos compañeros de los inicios me pone muy orgulloso, muy contento. Porque aquella cosecha tuvo sus frutos importante.
Estando en la FUS participe de muchas negociaciones colectivas que en la década de los 90´ se suspenden los Consejos de Salarios. Fue una década muy difícil para los trabajadores de la salud y para los trabajadores en general de todo el país. El gobierno del Partido Nacional (PN) que encabezó Luis Alberto Lacalle aplicó a ultranza una política neoliberal nefasta para los sectores populares y productivos del país. Se nos quiso vender que había una sola forma de salir y era la salida individual, no colectiva. Por lo que se planteo una batalla ideológica y cultural en el país. Esta batalla la pudimos ganar, generando condiciones que nos permitieron terminar con las privatizaciones e iniciar a partir de 2005 un proceso de cambio interesante.
-¿Qué significa haber llegado como representante de los trabajadores al Directorio del BPS?
-Es una gran responsabilidad. Mi llegada al Directorio del BPS se produce en noviembre de 2014 y forma parte de un largo proceso. En 2005 comenzó en el país la negociación colectiva nuevamente. Entre ese año y el 2015, junto a Jorge Bermúdez, fuimos los representantes de la FUS en los Consejos de Salarios. Firmamos una cantidad de convenios que mejoraron las condiciones salariales y de vida de los trabajadores de la salud. El último convenio que firmamos fue en 2012, cual se vence ahora y ya comenzamos a impulsar el nuevo convenio.
En el 2001, además, me integré al equipo que representa a los trabajadores en el BPS, si bien ya veníamos con muchas inquietudes haciendo cosas en torno a la seguridad social. Fue en ese año que Ernesto Murro me invitó a formar el equipo y desde ese momento estoy en él. Desde ese momento, hace ya 14 años, junto a Ariel Ferrari, que asumía el directorio en representación de los trabajadores, quedamos en el equipo de la central en el BPS.
Esta experiencia me hizo crecer mucho y me hizo reafirmar el criterio de que el trabajo colectivo, en equipo, rinde mucho más que el esfuerzo y la voluntad individual. Aprendimos mucho gracias a maestros como Hebert Galli (hoy presidente del BPS), Jorge Bruni (que fue subsecretario del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social - MTSS y fue ministro del Interior), Gabriel Lagomarsino (un economista muy reconocido y actual vicepresidente del BPS) y que ni hablar de Murro.
-¿Qué recodas de ese 2014?
-En 2016 hay elecciones para elegir a los compañero que nos representen en el BPS y en el 2014 estábamos trabajando mucho en la formación y capacitación. El equipo tiene un método de trabajo muy especial y se basa en el permanente análisis de la situación, además se planifican mucho las actividades. En diciembre siempre hacemos una evaluación del año y planificamos lo que se va a impulsar el siguiente año. Este método nos ha dado muy buenos resultados.
En principio comenzamos con planes cortos, luego a un año y en el 2011 hicimos un plan quinquenal que termina este año. Dentro de este plan se puso como prioridad una tarea para cada año y se ha cumplido con lo planificado.
La importancia de la participación
-¿Por qué es importante que los trabajadores tengan un representante en el Directorio del BPS?
-La Seguridad Social es un derecho humano fundamental. Por lo que, si tenemos Seguridad Social sin participación social es muy difícil que los gobiernos, solamente los gobiernos, puedan tener la capacidad y la sensibilidad de captar los cambios que se originan en el mundo del trabajo, en la sociedad y hasta en la familia. Hoy tenemos una sociedad y una familia totalmente distinta a las que existía a principios del siglo pasado.
Uruguay tiene una larga trayectoria de Seguridad Social. Fuimos pioneros en tener leyes mucho antes que los países desarrollados. El modelo que tenemos hoy de Seguridad Social se ha ido construyendo de forma permanente y donde la mayoría de los beneficios que hay son producto de la lucha de los trabajadores. Hubieron huelgas y movilizaciones por el Seguro de Paro, por las Asignaciones Familiares, entre otras leyes. El movimiento sindical organizado aportó en distintas etapas de su proceso histórico y esas conquistas se convirtieron en leyes.
-¿Cuáles son las tres o cuatro cosas que te llevan a decir valió la pena estar en el Directorio del BPS?
-Hay una cantidad de cosas. Una es que hoy existe más información sobre los derechos de Seguridad Social, si bien todavía falta. Vamos a una reunión y alguien se entera de una cosa que no sabía. Cuando entré al equipo habían ocho o nueve compañeros en la Comisión de Seguridad Social y se reunían cada tres o cuatro meses. Hoy tenemos una Comisión integrada por unos 100 compañeros, se reúne todos los meses, el Director va y rinde cuenta de lo que está haciendo, se generan instancias de formación, capacitación e intercambio de posiciones. En cada encuentro hay representantes de por lo menos 30 localidades de todo el país y de todos los sectores que integran el PIT-CNT. Por lo que es una Comisión muy representativa.
Además venimos trabajando mucho en el tema género y hoy tenemos un 43% aproximadamente, de compañeras participando. No hace mucho tiempo atrás era mucho menos. En cada convocatoria ponemos como mensaje final que: si bien cada organización tiene el derecho de elegir, recomendamos que en la medida de las posibilidades se integren compañeras en la delegación que participe en la Comisión de Seguridad Social. No como una orden, sino como una sugerencia. Hemos tenido la alegría que en más de una oportunidad alguna compañera nos dice que el titular hombre dejó el lugar para que pudiera venir una mujer. Esto habla bien de los sindicatos.
Temas pendientes
-A la hora de hacer un balance, ¿qué está quedando pendiente?
-Personalmente me gustaría construir un sistema de Seguridad Social sin las Afaps. Hemos trabajado mucho en los temas paramétricos. También se ha logrado que la cantidad de años de trabajo bajara de 35 años a 30 años; logramos que aquellos desocupados con más de un año si tienen 28 años de trabajo y 58 años tengan un subsidio de dos años para poder jubilarse; logramos que se les reconozca a las mujeres por cada hijo vivo un año de trabajo, hasta el quinto hijo; entre otros logros. En el 2011 hubieron más mujeres que se jubilaron que hombres, todo gracias a esta política.
Estamos permanentemente monitoriando los cambios que se producen en la sociedad y en el mundo de trabajo para tratar de adaptar la Seguridad Social a la realidad y no que la realidad se adapte a la Seguridad Social. La licencia por maternidad se ha mejorado y no hace muchos años atrás a nadie se le ocurría la licencia por paternidad. Se mejoró el Seguro de Paro. Antes trabajabas un jornal y perdías el derecho al Seguro de Paro. Hoy podemos combinar Seguros de Paro parciales, teniendo actividad laboral y cobrar parte de los jornales trabajados.
Son todos cambios paramétricos no son cambios estructurales. La estructura de la Seguridad Social sigue intacta. Sigue como se resolvió en el gobierno de Julio María Sanguinetti en 1996.
-¿Cómo se cambia?
-Con mucho diálogo social, con los mayores consensos sociales y políticos. Un reforma de la Seguridad Social no se debe hacer con la mitad más uno del Parlamento. En 1996 fue muy ajustada la votación en el Poder Legislativo y se terminó desconociendo a una representación política muy importante. En ese momento los sectores sociales no teníamos la conciencia que tenemos hoy de lo importante que es la Seguridad Social. En ese momento perdimos esa batalla. Después quisimos cuestionar esa ley con una recolección de firmas y no llegamos al número necesario para que el pueblo decidiera si la ley quedaba o no.
Muchas de las críticas que se les hicimos a la ley 16.113 de las Afaps lamentablemente se están confirmando. Hoy la gente se está dando cuenta de lo que dijimos hace 19 años atrás. Muchos de los que tenían 40 años y ahora se están por jubilar y cuando averiguan lo que van a cobrar entienden lo que decíamos en 1996.
Todo apunta a que se necesita un cambio estructural de la Seguridad Social y se logra con la participación de todos. Demostrando técnicamente y rigurosamente que nuestra propuesta integral de la Seguridad Social es lo mejor para el país. Propuesta esta que tiene que estar basada en la universalidad, en la solidaridad y también en la sostenibilidad del sistema. No puede ser un sistema que gaste y gaste y se olvide que es algo a largo plazo. Si te digo que me des un aporte del 15% de tus ingresos y te estoy prometiendo una jubilación no puedo romper bajo ningún concepto esta promesa. Hay que manejar con mucha responsabilidad los recursos de la Seguridad Social. Pensando que en determinada coyuntura puede ingresar más dinero de lo que sale, pero ese dinero hay que guardarlo para cuando lo necesitemos.
Queremos que ese sistema sea sostenible en el tiempo, que sea viable la Seguridad Social. Pero también, no nos podemos pasar de rosca pensando solo en lo económico y lo viable. Por eso hay que tomar decisiones políticas para que también sean suficientes las prestaciones que reciben los jubilados y los trabajadores. Si lo vemos solo desde el punto de vista economicista podemos tener un modelo perfecto, sin déficit y que todo el mundo esté cubierto. Pero que todo el mundo esté cobrando una miseria.
El sistema sostenible se logra con una mejor distribución de la riqueza. Cuando lean estas declaraciones muchos van a decir ¿de dónde saldrán los recursos? Y los recursos salen de una decisión política, no de los números. Así como en determinado momento se tomó la decisión política para salvar los bancos fundidos se puede tomar la decisión política de darle más recursos a la Seguridad Social para que sea de calidad.
En este sistema que me imagino no hay lugar para las Afaps, no hay lugar para ninguna empresa privada que quiera lucrar con la Seguridad Social.