Gravísima amenaza: Huesos en casa de militante
En la mañana del pasado miércoles una mujer militante de La Casa de Óscar, colectivo que participa en la búsqueda de restos de detenidos desaparecidos durante la última dictadura cívico militar (1973-1985), denunció que desconocidos lanzaron por segunda vez una bolsa con huesos al patio de su casa.
Los restos óseos contenían un mensaje insultante con la firma de la Juventud Uruguaya de Pie (JUP), un movimiento de estudiantes de extrema derecha de principio de los años setenta.
La primera vez en la que desconocidos lanzaron huesos a la casa de esta militante fue el pasado 28 de octubre. En esa oportunidad, la bolsa con huesos contenía un cráneo y una tibia, junto a un mensaje que enunciaba: "Acá hay huesos, no hay en los cuarteles", y por debajo, la firma de la JUP.
Desde CRYSOL, colectivo que nuclea a expresos políticos durante la última dictadura cívico militar, calificaron los hechos como "gravísimos". En ese sentido, Waldir Tabárez, integrante de CRYSOL, dijo que el objetivo de estas acciones es "amedrentar" no solo a la militante de La Casa de Óscar, sino también al "conjunto de luchadores por los derechos humanos". Tabárez, puso en relieve que esta "nueva provocación genera aún más preocupación", y es por este motivo que solicitaron una reunión con el nuevo ministro del Interior, Nicolás Martinelli. "Creemos que el Estado debe dar una respuesta adecuada a esto, lo que significa identificar y que pase por la Justicia quienes a los fueron a tirar los huesos, pero además a quienes promovieron la acción", sostuvo Tabárez. Consultado sobre las razones por las cuales quienes lanzaron los huesos lo hacen concretamente en la casa de esta activista, Tabárez apuntó a que ella "es joven" y "probablemente" piensen que "sea más fácil de amedrentar que a alguno de los viejos que andamos en la vuelta", detalló, aunque esta afirmación "es una simple hipótesis".
Tabárez también subrayó que este hecho se da luego de que la semana pasada se aprobara en comisión el proyecto de prisión domiciliaria para mayores de 65 años, que tuvo varios cambios desde que Cabildo Abierto lo presentó por primera vez. Los cambios introducidos en el nuevo proyecto, implican que en ningún caso la prisión domiciliaria será preceptiva, sino que establece que, además de la edad, se evaluará si la “condición bio psicosocial” de la persona “determinara que la privación de libertad en establecimiento carcelario perjudica su salud o vulnera su dignidad humana”. Por lo que en cualquiera de los casos, “la decisión judicial deberá fundarse en los informes de una junta médica designada por el juez”, que tendrá en cuenta “informes de peritos médicos, psicológicos y sociales”. Ahora, el proyecto deberá tratarse en el pleno de la Cámara de Senadores para luego pasar a la Cámara de Diputados.