"¿De qué se ríe señor ministro?"

Renán es un vecino de barrio. Y no cree que el ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, tenga "nada que celebrar". Dice que en muchos barrios, como consecuencia de la crisis y la desigualdad creciente, "la cosa está brava" y "el hambre de la gente no es para celebrar". En las ollas de todo el país, se sirven miles de porciones, para miles de niños y niñas, porque miles de personas se alimentan en las ollas. "Me parece que no da para que el ministro se ría y festeje nada". 

Según datos recientes, en Uruguay, las ollas y merenderos populares abastecen 1.246.000 porciones mensuales. Eso equivale aproximadamente a 20 estadios Centenario llenos mensuales. Ese es el punto de partida de esta historia.

Renán Machado, es uno de los referentes de la olla Telba Juárez, ubicada en Lecooq 934, esquina Millán. Vive con su esposa, que se  dedica a hacer limpiezas en la zona y sus dos hijos aún van a la escuela. Él se gana la vida haciendo fletes en una vieja combi. Hace bastante que reparte sus horas entre el trabajo y las tareas solidarias para el barrio. Dice que la solidaridad se trasmite y algo de eso debe ser así, ya que su hijo más grande le pide para acompañarlo a las reuniones y ayudar a los demás. Renán dice que todavía es muy chico, que tiene que estudiar y ser feliz. Que es muy chico para andar preocupándose por dar manos en la olla. Sin embargo, a esa olla concurren en busca de alimento algunos compañeros de clase de su hijo. Y allí se encuentran y para ellos la vida es toda una aventura por descubrir. Para los adultos -en cambio- es más duro. "Te parte el alma ver a los gurises que no tienen un plato de comida. Ver a sus padres en la fila. Y esto está cada vez peor. Acá al menos cada vez se necesita más. No sé que ve el ministro, acá la cosa está brava. Algunos días no llegamos a cubrir todas las porciones que se necesitan. Y eso es durísimo. El otro día fueron 19 porciones que nos faltaron, de gente que se quedó sin comer".

Pandemia

Desde el comienzo de la pandemia, lunes, miércoles y viernes a las 13 horas, la olla Telba Juárez le brinda a muchas familias el principal alimento que tendrán ese día. A partir de esta experiencia solidaria y del conocimiento de las necesidades que tienen vecinos de la zona, a Machado le resultó asombroso que Martín Lema, titular del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), festejara que bajó un dos o tres por ciento el aporte que hacen para las ollas populares. “El festejo debe pasar por la menor cantidad de insumos que está dando el MIDES” y seguro que "no tiene en cuenta que lo que no dan ellos, lo deben conseguir quienes están dando de comer a miles y miles de familias", le dijo Machado al Portal del PIT-CNT.

El integrante de la olla popular Telba Juárez indicó que en la página de Facebook se puede obtener toda la información necesaria para que quienes puedan dar una mano, se arrimen o se contacten para hacer su aporte.

“El lunes pasado nos quedaron 19 familias sin comer porque superamos las 400 viandas, lo que superó el récord que teníamos hasta ahora de porciones. Lo cierto es que a esta olla viene cada vez más gente. Le pedimos al ministro Lema que concurra hoy a Lecooq esquina Millán, un día crucial ya que estamos a fin de mes, y no sé que vamos a hacer para lograr que todos se retiren con un plato de comida”.

Renán invitó públicamente al jerarca a asistir a la olla para que vea la realidad y nos e guíe por lo que le dicen los informes que le preparan sus asesores. "Si viene, verá la realidad. Es dura la realidad, lo que se ve acá es duro. Por eso nos parece que no se puede salir a declarar así a la ligera. Lo que puede festejar Lema es que el MIDES recortó la ayuda a las ollas. El país creció pero el hambre de los de abajo también. Hoy vamos a cocinar con tres gallinas, cuando antes lo hacíamos con seis. Parece que los pobres no necesitan lentejas o pulpa de tomate porque cortaron esos productos. Esto debe ser lo que están festejando. Y quien no crea en lo que digo, puede venir a la olla y comprobar cuál es la realidad, la verdadera realidad", subrayó el militante social.

Machado sostuvo que son muchos los niños que tienen su alimento gracias a las ollas y merenderos populares. "El otro día terminamos cocinando a las tres de la tarde porque seguía llegando gente. El gobierno da menos a la Coordinadora de lo que daba hace tres años atrás y, por ejemplo, el aceite ha aumentado mucho. Cuesta más de $100 el litro. Se olvidaron de que aumentaron las cosas", cuestionó.

Según Renán, los primeros días del mes la concurrencia se normaliza un poco pero a partir de mediados de mes, la asistencia es imponente. "Del día 20 hasta que termina el mes es impresionante la cantidad de gente que concurre a la olla. Hoy ya sabemos que tendremos mucho trabajo y confiamos en contar con todo lo necesario para cocinar más de una vez para poder alimentar a quienes vengan. Los primeros diez días del mes con 300 viandas alcanza pero la segunda quincena estamos en 400 y nos queda gente sin comer".

Angustiante

Machado contó al Portal que les ha tocado vivir momentos de tensión y angustia. "Hay gente que se desmaya de hambre", reveló. "Hay quienes además de pedir comida, te piden un abrigo porque tienen frío, piden ropa o ayuda. Hay gente que necesita el apoyo de un psicólogo, de profesionales de la medicina, de trabajadoras sociales, necesitan y les repartimos leche en polvo y brindamos la ayuda que podemos, además del plato de comida".

El integrante de la olla popular confesó que “políticamente no estamos muy empapados, ni somos duchos, pero a diario vemos cuál es la realidad que vive mucha gente; no pensamos que se está castigando a un gobierno o a otro, pero sí denunciamos la realidad de hambre que viven miles de familias. No nos interesa quién está en el gobierno, lo que vemos es que hay cosas que se están haciendo mal".

Machado se gana la vida haciendo fletes y aprovecha las vueltas por el barrio para recoger alimentos para la olla. “El problema es que muchos vecinos que colaboraban con la olla hoy se encuentran en problemas. Incluso el vecino que tenía almacén y colaboraba con nosotros, se fundió. Mañana iremos a la UAM a pedir frutas y verduras para la olla. Una vez más, pediremos una mano. Por suerte, el invierno ya se va", apuntó.