Estudio del Instituto Cuesta Duarte confirma deterioro del empleo

Miércoles, 03 Agosto 2022 14:49
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De acuerdo a un estudio realizado por el Instituto Cuesta Duarte (ICUDU), sobre el mercado de trabajo en el segundo trimestre de 2022, se comprobó un “empeoramiento en los principales indicadores laborales”, luego del fuerte impulso que habían tenido en la última parte de 2021.

En su análisis, el ICUDU explica que la generación de empleo de calidad es uno de los principales desafíos que enfrenta el país en el corto y mediano plazo, en un contexto de cambios relevantes en el mundo del trabajo.

El documento confirma que durante el año 2020 se perdieron aproximadamente 60.000 puestos de trabajo, los que se habrían recuperado prácticamente en su totalidad durante 2021, con las mejoras alcanzadas en particular en el último trimestre del año. “Sin embargo, algunos de los factores detrás de la creación de empleo eran transitorios y por lo tanto, veníamos advirtiendo que la sostenibilidad de las mejoras alcanzadas en términos cuantitativos era uno de los desafíos a abordar en el corto plazo”.

En 2022 se verificó inicialmente un estancamiento en las mejoras alcanzadas en materia de empleo durante 2021; y a partir de marzo, se registró un deterioro, tanto en los datos de empleo como en los de desempleo. Insistimos en que una parte del empleo actualmente, sigue sostenida en factores transitorios, como el programa “oportunidades laborales” e inversiones que están próximas a finalizar su etapa de construcción, que es la más demandante en materia de empleo, “por lo que, la necesidad de generar políticas públicas que apuntalen la generación de empleo de calidad, continúa siendo la principal alerta a atender”, explica.

 

TEXTO COMPLETO

 

La generación de empleo de calidad es uno de los principales desafíos que enfrenta el país en el corto y mediano plazo, en un contexto de cambios relevantes en el mundo del trabajo. Previo a la pandemia, el mercado laboral ya venía registrando problemas y desde 2015 se observaba un paulatino deterioro en los principales indicadores laborales, que en los años previos habían alcanzado niveles récord en términos históricos.

En este contexto, durante 2020 se perdieron aproximadamente 60.000 puestos de trabajo, los que se habrían recuperado prácticamente en su totalidad durante 2021, con las mejoras alcanzadas en particular en el último trimestre del año. Sin embargo, algunos de los factores detrás de la creación de empleo eran transitorios y por lo tanto, la sostenibilidad de las mejoras alcanzadas en términos cuantitativos era uno de los desafíos a abordar en el corto plazo. También la calidad del empleo es un aspecto a considerar, en la medida en que –más allá de la sostenibilidad- muchos de los puestos de trabajo creados presentaban problemas en materia de subempleo e insuficiencia de ingresos.

Así las cosas, en lo que va de 2022 se verificó inicialmente un estancamiento en las mejoras alcanzadas en materia de empleo durante 2021; y a partir de marzo, se registró un deterioro, tanto en los datos de empleo como en los de desempleo. Esto es relevante en sí mismo, por lo que representa el trabajo para las personas como factor de inserción social, pero también, porque en el último año el crecimiento del empleo permitió amortiguar parcialmente la caída que tuvieron los ingresos salariales.

Análisis de corto plazo – análisis trimestral

El mercado laboral mostró una desmejora en el segundo trimestre del año en relación al trimestre anterior. La tasa de desempleo se ubicó en 8,1% en el promedio trimestral marcando un retroceso respecto de la recuperación observada fundamentalmente en el último trimestre de 2021. Si bien hay aspectos estacionales que afectan la comparación entre distintos trimestres del año, la comparación con igual trimestre del año anterior presenta el problema de estar fuertemente influenciada por los efectos de la pandemia.

La tasa de desempleo trimestral de 8,1% se corresponde con unas 145.000 personas desocupadas aproximadamente.

 

La tasa de desempleo presenta diferencias importantes entre departamentos. De acuerdo a las cifras divulgadas para mayo, Salto fue el departamento con peor desempeño en materia de desempleo con una tasa de 13,1%. Le siguen Rocha (11,4%), Soriano (11,0%), Río Negro (10,6%), Lavalleja (10,4%) y Canelones (10,2%), con tasas que alcanzan los dos dígitos. En el otro extremo, los departamentos con menor desempleo son Cerro Largo (1,8%), San José (2,6%), Maldonado (3,1%), Durazno (3,1%) y Florida (3,5%).

El INE también presentó información sobre el mercado de trabajo para los 8 municipios de Montevideo. Mientras las personas que residen en los municipios D, G, A y F presentan tasas de desempleo próximas a 11%, el municipio CH tiene una tasa de desempleo media de 3,4%. Los municipios B y C también muestran bajas tasas de desempleo respecto al promedio, cercanas al 4,5%.

Por su parte, durante el segundo trimestre del año, la tasa de empleo también mostró un deterioro, el que se suma al descenso observado en los primeros tres meses del año en relación al pico post pandemia alcanzado hacia fines de 2021. Ante las fluctuaciones en la oferta laboral originadas por la pandemia -que se analizan más adelante-, la tasa de empleo, que se calcula como la relación entre los ocupados y quienes están en edad de trabajar (población de 14 años y más), es el indicador más adecuado para analizar el mercado laboral.

La cantidad de ocupados se viene reduciendo desde las 1.682.000 personas ocupadas en promedio a fines de 2021 hasta las 1.654.000 observados en el segundo trimestre de este año. Esta caída de 28.000 puestos de trabajo en los últimos 6 meses igualmente implica niveles de empleo superiores a los 1.593.000 alcanzados en el segundo trimestre de 2021, aunque como se mencionó antes, este dato está fuertemente afectado por la pandemia.


A nivel departamental, en mayo las mayores tasas de empleo se registraron en Maldonado (63,5%) y Flores (61,5%). Dentro de Montevideo, el municipio B tuvo una tasa de empleo de 66,3% mientras que en el otro extremo, la del Municipio G fue de 52,4%.

 

La calidad del empleo continúa siendo un desafío de primer orden. Si bien registró un descenso en los últimos 2 años, el no registro a la seguridad social afecta a más del 20% del total de ocupados (unas 340.000 personas), mientras que el subempleo alcanza cerca del 9% del total de ocupados. También la insuficiencia de ingresos, aunque no se releve estadísticamente a partir de un indicador específico, es una condición que hace a la calidad del empleo.

El interior del país presenta tasas de no registro a la seguridad social mayores a la de Montevideo y al igual que en el caso del desempleo, hay una gran heterogeneidad en materia de no registro entre departamentos.

En mayo, en Rivera el porcentaje de trabajadores no registrados a la seguridad social alcanzó al 40,4% del total de ocupados, mientras que en Artigas y Soriano se ubicó levemente por debajo de 35%. Aunque Cerro Largo fue el departamento con menor desempleo en el mes de mayo (1,8%), su elevado nivel de informalidad de 32,1% muestra la precariedad de buena parte de los empleos en ese departamento.

Por último, la oferta laboral se mide a través de la tasa de actividad, la que se calcula como la proporción de personas disponibles para trabajar -ya sea que estén ocupadas o buscando activamente un empleo- respecto a la población en edad de trabajar. En el segundo trimestre de 2022, la tasa de actividad también se redujo respecto al trimestre anterior aunque se ubica por encima del nivel registrado un año atrás.

 

La situación del seguro de desempleo

El seguro de desempleo tuvo un papel preponderante en la amortiguación de los efectos de la pandemia sobre el mercado de trabajo, a partir de mediados de marzo de 2020. Esto se ve reflejado en el importante incremento en el número de beneficiarios del seguro desde un promedio de 45.000 entre finales de 2019 y principios de 2020, hasta cerca de 200.000 en abril y mayo del año 2020.

Posteriormente, y a medida que se fue reactivando la actividad en distintos sectores de la economía, las cifras de seguro de desempleo fueron disminuyendo, hasta alcanzar hacia finales de 2021 registros similares a los que había previo a la pandemia.

En el primer semestre de 2022 la evolución de la cantidad de beneficiarios del seguro de desempleo fue oscilante, ubicándose la mayoría de los meses algo por encima del promedio para el año 2019, último período comparable sin los efectos de la pandemia.

Si analizamos la situación del seguro de desempleo por sector de actividad, podemos apreciar que la evolución ha sido dispar en los últimos dos años, reflejando una situación sectorial diversa y distintos ritmos de recuperación post pandemia.

Comparando los datos de seguro de desempleo sectorial de mayo de 2022 (último dato disponible) con los de febrero de 2020 (mes previo la pandemia) vemos que los sectores de comercio, transporte, así como los servicios de alojamiento y comida, tienen actualmente una cantidad de personas en el seguro de desempleo superior. Por el contrario, actividades como la industria manufacturera y la construcción tienen registradas menos cantidad de personas en el seguro de desempleo que hace dos años.

Reflexiones finales

Luego de la mejora ocurrida en el segundo semestre de 2021 en los indicadores de empleo y desempleo, en lo que va de 2022 hemos asistido primero a un estancamiento y luego a un deterioro de dichos indicadores. Cabe señalar además que una parte del empleo actualmente, sigue sostenida en factores transitorios, como el programa “oportunidades laborales” e inversiones que están próximas a finalizar su etapa de construcción, que es la más demandante en materia de empleo.

Como se mencionó al comienzo, el trabajo remunerado es un factor relevante de inserción y socialización de las personas. Adicionalmente, al ser el único activo con el que cuentan la mayoría de las personas para obtener un sustento, los ingresos por el trabajo son un componente central en los ingresos totales de los hogares. En 2021, particularmente durante la segunda mitad del año, el crecimiento del empleo contrarrestó parcialmente el efecto negativo que provocó la caída de los salariales y pasividades sobre el ingreso de los hogares. Sin embargo, de acuerdo a los últimos datos de empleo relevados ambos factores (empleo y salarios) empezarían a repercutir negativamente en el ingreso de los hogares, el que todavía se encuentra por debajo de los niveles pre pandemia. Esto afecta no solamente el bienestar económico al que éstos pueden acceder sino también sus posibilidades de consumo, limitando la expansión del mercado interno y la recuperación de la actividad en los sectores vinculados a éste.

En este marco creemos que es necesario implementar políticas orientadas a la creación de empleo estable y de calidad, objetivo prioritario y que no debe quedar subordinado a la consecución de otros. La calidad del empleo pasa por su sostenibilidad en el tiempo y también por los derechos y protección que brinda al trabajador el empleo. Un empleo de calidad es un empleo productivo, sostenible, amparado por la regulación laboral, donde el trabajador obtiene todos los beneficios y prestaciones de protección social que conlleva el trabajo formal o registrado a la seguridad social, y con suficiencia de ingresos.

En el contexto de la actual discusión por la rendición de cuentas, entendemos fundamental la generación de un programa de inversión pública, focalizando en particular en aquellos rubros intensivos en mano de obra (por ejemplo los cuidados) y/o que tienen un efecto dinamizador sobre el resto de la actividad económica (vivienda, infraestructura social, empresas públicas). También es fundamental priorizar el crecimiento de sectores generadores de valor e intensivos en empleo de calidad, aspecto que debe ser la guía tanto en el desarrollo de políticas de corto como de mediano y largo plazo. Finalmente, los programas sociales de empleo han demostrado ser un elemento importante de sostén del empleo, y quizás sea preciso mantenerlos en el corto plazo, mejorando sus características en cuanto a ingresos, cobertura horaria y fundamentalmente, vinculando su puesta en marcha con la capacitación y formación que permita una inserción laboral plena de los beneficiarios a futuro.

Modificado por última vez en Miércoles, 03 Agosto 2022 21:13
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