Diego Muñoz: «No hay reclamo más justo en la vida que una madre quiera saber dónde está su hijo»
El periodista y comentarista de la cadena ESPN y columnista del programa No Toquen Nada (Del Sol FM), reflexionó sobre la búsqueda de verdad y justicia de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos y destacó el compromiso de clubes deportivos y deportistas en general, que cobró notoriedad en el marco de la 26a Marcha del Silencio. Habló de la incidencia que ha tenido el maestro Óscar Washington Tabárez en un cambio de visión de los jugadores de elite del proceso de la selección uruguaya de fútbol y dijo que está convencido que el técnico compatriota logró «que sean más libres». El periodista y escritor analizó además el presente y futuro del empresario Francisco «Paco» Casal en tiempos de mayor involucramiento de los propios actores fundamentales del fútbol, a partir de la creación de la Asociación Nacional de Futbolistas que preside Diego Lugano.
Hubo demostraciones que fueron más notorias y otras que posiblemente pasaron casi desapercibidas. La camiseta de Villa Española con un homenaje a la Marcha del Silencio logró altísimo impacto y difusión pero tal vez el gesto del club no tomó por sorpresa al mundo fútbol, acaso porque es bastante conocido el compromiso social del club con el barrio y con distintas causas que atraviesan la sociedad. «Al terrorismo de Estado se lo repudia, se lo condena, se lo escupe, se lo tranca, se le pega, porque aún patalea y hasta tiene aspiraciones. Nuestro tiempo, que nos permite la dificultosa posibilidad de jugar al fútbol, también exige como el de Familiares, el empeño puesto en la verdad». Así habló para Posturas de la diaria el jugador de Villa Española, Santiago Amorín. La camiseta de Villa Española sí generó un 'pequeño sismo' en los escritorios de la AUF, aunque la Comisión Disciplinaria de la AUF resolvió por unanimidad archivar la causa que involucraba al club por haber incorporado la leyenda «Nunca más».
Las demostraciones de adhesión a la causa de Madres y Familiares contaron con innumerables gestos públicos de otros clubes y deportistas. Racing Club de Montevideo, Sud América (IASA), Club Plaza Colonia, Uruguay Montevideo, Rampla Juniors, Club Atlético Cerro, Huracán Buceo, Club Atlético Progreso, Club Basáñez, Club Atlético Aguada y Club Atlético Goes, compartieron leyendas, placas o mensajes en sus redes sociales que rápidamente se difundieron entre sus partidarios primero y luego en las redes en general.
En espacio de ideas y conversatorio del Portal del PIT-CNT, el periodista y escritor Diego Muñoz, analizó esta realidad de compromiso creciente de un amplio espectro del deporte con una causa de derechos humanos.
«Yo creo que es imprescindible ese compromiso, los deportistas y los comunicadores que trabajamos circunstancialmente en el deporte somos parte de la sociedad y no podemos vivir ajenos a ella. Y lo que sucede cada 20 de mayo en Uruguay es algo muy potente, muy poderoso. A mí no se me ocurre un reclamo más justo en la vida que una mamá que quiere saber dónde está su hijo. Además, me parece que es un muy buen dato de nuestro tiempo que muchos actores -que durante años vivieron 'por fuera', o para hablar de algo actual, vivieron casi 'en una burbuja'- que se involucren, bajen 'al barro', den sus opiniones, demuestren que más allá de poder jugar bien a la pelota o tener un don en algún deporte en particular, se preocupan, tienen familiares, amigos, que también sienten lo mismo que ellos, insisto, creo que es un muy buen dato. Por otra parte hay que observar que es un movimiento más global que solo lo que ocurre en nuestro país. Hay que mirar por ejemplo a LeBron James, portando la bandera contra el racismo en EUA y condenando los hechos de violencia racial que han sucedido en los últimos tiempos en su país. Por ello creo que los deportistas en el mundo están dando señales y que lo que está sucediendo en Uruguay muestra que el deporte está a la altura de las circunstancias».
¿Cómo viste el movimiento en el Club Atlético Peñarol para eliminar del padrón de socios a José «Nino» Gavazzo y a Manuel Cordero?
Me parece saludable que haya una movida así en un caso tan notorio, donde está tan probado lo que hicieron estas dos personas en la época más oscura del Uruguay. También entiendo que para las directivas de los clubes es muy complicado adoptar resoluciones al respecto, porque representan un espectro muy amplio de la sociedad. Peñarol y Nacional son instituciones muy grandes, con más de un millón de hinchas cada uno y además con estatutos que son muy rígidos en algunos aspectos de la política. Creo que sería un facilismo -a mi gusto- bastante deshonesto, el mero hecho de pararse en una barricada a decir que los echen. Claramente que argumentos hay, que es un pedido que ha lugar, pero insisto, si nos corremos del grito de la tribuna, objetivamente, no debe ser fácil para ningún directivo tomar ese tipo de resoluciones. Concretamente, no creo que sea un tema sencillo para la directiva de Peñarol. Sí entiendo que el pedido se enmarca dentro de un contexto y eso debe ponderarse. Hay gente que hizo cosas demasiado graves, que no deberían caminar por las mimas calles que nosotros. Tendrían que estar en prisión y si los beneficios de la ley alcanzan a que estén en prisión domiciliaria, entonces así tendría que ser. Pero no pueden compartir el supermercado, un ómnibus, un teatro o un estadio de fútbol. Y no pueden porque el resto de los habitantes del país no tenemos por qué tolerar que a nuestro lado haya gente así.
¿Cuánto pude haber incidido el maestro Óscar Tabárez en todo este proceso de vínculo de los deportistas de elite con la sociedad y con las preocupaciones de la gente común, de a pie?
Ha tenido su incidencia pero no olvidemos que es un fenómeno mundial. Están las jugadoras del fútbol femenino reclamando por ingresos igualitarios respecto del fútbol masculino y eso está pasando. Hubo selecciones nórdicas que renunciaron a jugar mundiales de fútbol en rechazo a las inequidades. También lo que decía de LeBron, que es probablemente el deportista más emblemático del siglo. Hay distintos reclamos en el fútbol inglés y movimientos en otros deportes, es decir, claramente es un fenómeno global. Concretamente en relación a la incidencia de Tabárez creo que colaboró mucho en generar conciencia, en explicarle a los jugadores que son unos privilegiados, que tan solo un día con una camiseta de Uruguay en el pecho es lo que mucha gente sueña durante toda su vida, que debían ser empáticos y personas comunes y corrientes. Es indiscutible que el maestro incidió, pero lo hizo desde muchos costados. En hacerlos más pensantes y a través de ello, más libres, y que sean capaces de captar lo que vive la gente a su alrededor. Hay otro elemento importante y es que los jugadores, en una época donde hay redes sociales, cuando la gente está demandando de manera permanente que se fijen posturas sobre determinados temas, también ellos se dieron cuenta que el momento de jugar solo a la pelota se había terminado. Entonces creo que hay una conjunción de factores y tal vez así todo se fue decantando para que los clubes decidieran participar activamente y no quedar ajenos a esto.
¿Qué rol tiene actualmente el empresario Francisco «Paco» Casal en este nuevo tiempo? ¿Sigue ostentando su poder?
Yo creo que Casal va a ser influyente incluso cuando él decida no participar más. Porque cuando él tome esa decisión, habrá gente que responde a Casal que seguirá manteniendo el poder. Yo no me imagino al fútbol uruguayo sin el poder de Casal. Habrá que ver cuando terminen los derechos (de televisación) en el año 2025, si le renuevan a Tenfield o si la empresa antes realiza una movida para renovar los derechos. La verdad que sí, es evidente es que todos estos años Casal ha ejercido el poder por virtudes propias y también con la anuencia de un montón de dirigentes. Y en ese sentido, me pareció y siempre lo destaqué como algo muy importante, muy valioso, que los jugadores de la selección y del fútbol uruguayo se plantaran y dijeran, «esto lo generamos nosotros, tenemos que recibir el dinero nosotros». Tan sencillo como eso. Y ojo, no plantearlo desde el escenario bélico de 'tirémosle a matar a alguien', sino de la razón de los hechos. Llegó un momento en el que los jugadores se cuestionaron lo que sucedía, si son los que generan las ventas de camisetas, y el ingreso mensual por cada vez que se colocan la camiseta de la selección, no puede ser que a sus espaldas se firme la cesión de derechos de imagen cuando el derecho de imagen es personalísimo y no se puede vender salvo que el titular lo ceda. Esa fue la discusión que es parte de todo esto que hablábamos, de cómo el jugador se ha involucrado en esos temas y no ha mirado para otro lado. Antes era una práctica común que el jugador se desentendiera y renunciaba a su porcentaje de transferencia para después ganar un sueldo más importante en el club. Y ese porcentaje de la transferencia no quedaba claro quién se lo quedaba, pero seguro que el jugador no. Todas esas situaciones en los 90 estaban aceptadas y apenas unos poquitos decíamos que estaba mal. Creo que hoy mucha gente se ha dado cuenta que 'mirar para otro lado' durante 20 años, terminó generando un poder muy difícil de controlar porque ese poder obviamente se construyó, se solidificó y hoy en día quiere tener los mismos beneficios que tuvo durante dos décadas. A partir de eso, me parece que el juego del tira y afloje de hoy, las dos partes que están pugnando por lo mismo. Los jugadores y la empresa Tenfield de Casal recién están en esa disputa. La empresa intentando no perder poder y los jugadores de ganar un terreno que quienes los antecedieron durante muchos años, dejaron escapar.