Topolansky al PIT-CNT: “No hay nada mejor para un gobierno que tener un interlocutor fuerte, organizado y sensato con el que se puede dialogar”

Viernes, 29 Diciembre 2017 20:11
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Hora de cierres y balances, pero también de avizorar los posibles escenarios futuros. En diálogo con el Portal del PIT-CNT, la vicepresidenta de la República, Lucía Topolansky, repasó la nueva agenda de derechos, los logros, los asuntos pendientes y los cuestionamientos en materia de educación y la falta de avances en las causas de los DDHH en el ámbito de la Justicia. “La única lucha que se pierde es la que se abandona” sostuvo. Se detuvo a analizar el futuro del trabajo, abogó por la reducción de la jornada laboral, que la capacitación esté incluida en el tiempo de trabajo y la necesidad de implementar una renta básica universal. Sobre el mundo que se nos viene en materia de puestos de trabajo, dijo que “el robot no nos va a desplazar si nosotros podemos adelantarnos con algunas medidas que entre todos podamos construir”. Topolansky dijo que en materia de vivienda el Uruguay “sigue teniendo un déficit doloroso” y abogó porque la infancia pueda crecer en hogares con los servicios básicos de decoro, porque “ahora más que nunca se precisan niños para amanecer”. La vicepresidenta de la República también se refirió a los “desencantados” y “enojados” y les pidió ayuda. “Lo que les pido es ayuda, ideas, propuestas, ayúdenos que estoy segura que van a tener eco” aseguró. En relación al PIT-CNT, Topolansky dijo que “la unidad es el valor más fuerte que tiene el movimiento obrero porque unidos mueven montañas y separados tienen más dificultades”.

¿Por qué hay que renovar esperanzas y la confianza en lo que está haciendo el gobierno?

Estamos terminando un año que no ha sido sencillo. En la fuerza de gobierno  tuvimos un problema político institucional que ha sido saldado y es bueno dejarlo sentado porque debemos hablar con transparencia. Pero especialmente hemos tenido una lucha por mantener y seguir progresando en avances que se vienen haciendo, mirando una región donde los avances de otros países son en realidad retrocesos, y esa es una alerta roja que nosotros tenemos que tener presente porque puede haber en nuestro país algunas intenciones de que esos retrocesos también  se produzcan en Uruguay.    

Nosotros hemos tenido avances en materia legislativa de protección social, no solamente en lo laboral sino en cuestiones de derechos humanos y de inclusión que son realmente destacables en la región y me atrevo a decir que algunas de ellas, incluso en el mundo.  Por ejemplo quedó claro que la Ley de responsabilidad penal empresarial bajó la siniestralidad. Esa ley fue muy discutida y aprobada a pesar que había sectores que se oponían, pero después la vida, los hechos, la realidad, se encargó de mostrar números, y esos números hablan de más vidas que se salvaron y también más situaciones de discapacidad que se pudieron evitar. Entonces, solo con ese saldo, podemos afirmar con tranquilidad que valió la pena. Creo que ese ejemplo es simbólico de que la única lucha que se pierde es la que se abandona y no tenemos disposición a abandonar la lucha, por tanto reafirmamos que los avances siempre se tienen que consolidar y mejorar.

¿Y qué cosas le preocupan a la hora de realizar un balance?

Cierro el año con una preocupación -que tengo que mirarla en positivo- y creo tenemos que compartir con todos los trabajadores de nuestro país y con el resto de la sociedad y se trata de responder con firmeza a la interrogante de cómo va a impactar la tecnología en el mundo del trabajo.

En ocasión de la visita al Parlamento del director de la OIT, Guy Rider, dijimos que hay tres pilares que tenemos que conjugar para que nadie nos quede a la vera del camino: la formación de todos los trabajadores; creo que de aquí en más la formación deberá ser permanente porque el avance innovador y tecnológico nos lo exige. Y para poder tener formación permanente no alcanza con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop). Por supuesto que el Instituto tiene que crecer a niveles universitarios. Pero además tenemos que acortar la jornada de trabajo porque hay que tener un tiempo para trabajar y otro para formarse y claramente ese tiempo de formación tiene que estar incluido en la jornada laboral. Así podremos hacer de la formación algo obligatorio. Y estas dos condiciones, la jornada laboral más corta y la formación permanente tiene que ir acompañada de la renta básica universal. Tenemos que empezar a discutir ese concepto porque tenemos que darle estabilidad al trabajador.

Es parte sustancial del cambio que se viene

Exacto y creo debemos reflexionar estos temas. Sobre la estabilidad del trabajador  del futuro pienso que pasa porque el trabajador siempre tenga una oportunidad laboral en el horizonte y que contemple su esfuerzo y la remuneración correspondiente, es decir, las condiciones laborales. Pero no siempre será en el mismo rubro, porque el mundo del trabajo experimenta cambios que hacen que hoy uno esté aquí y mañana en otro lado, pero la estabilidad la logramos si el trabajador tiene formación y una renta básica para desarrollar una jornada laboral de otro tipo. Entonces tenemos que dar respuestas sobre cómo implementar todo esto y ese es el tema de fondo para ver de qué forma en el día de mañana no tengamos las zozobras que hoy son patrimonio de la mayoría de los asalariados del mundo, temiendo que el robot nos desplace, para decirlo de forma sencilla. Bueno, el robot no nos va a desplazar si nosotros podemos adelantarnos con algunas medidas que entre todos podamos construir.

Ese desafío no refiere solamente a los trabajadores uruguayos y al PIT-CNT

No, claro que no, es para toda la ciudadanía, y creo que podemos ganar mucho si es que nos adelantamos. Uruguay tiene condiciones para hacerlo y estoy absolutamente convencida de ello. Entonces la exhortación es clara, trabajemos en esa dirección.

¿La educación es una de las grandes asignaturas pendientes de los gobiernos de izquierda?

Si hablamos de educación entendiendo también esta formación de la que recién hablaba, porque tenemos que universalizar algunos temas, no es que no se haya hecho nada, me niego un poco a esa mirada que puedan tener algunos. Tenemos algunos problemas de formación que están radicados en la enseñanza media, no así en los otros dos extremos de la enseñanza. Una de las novedades importantes para el país es que hemos descentralizado la educación terciaria universitaria. Hoy un muchacho de Tacuarembó puede ser universitario sin moverse del departamento y eso hace especialmente a los de menores recursos porque muchas veces algunas familias no tenían cómo enviar a sus hijos a estudiar a Montevideo. Y esa descentralización que se ha desplegado en todo el territorio nacional no solo son oportunidades educativas sino que cada centro educativo en el país genera un entorno que ayuda a la población y a la economía del lugar. Hace unos días tuve la oportunidad de inaugurar una nueva sede de la Universidad Tecnológica de Durazno en el local de un viejo hospital que estaba prácticamente abandonado y representaba un problema para el barrio, como todo edificio abandonado. Había allí unas familias que como no tenían vivienda, sobrevivían como podían. Ahora esas siete familias tienen una vivienda y su problema habitacional quedó solucionado. Ese edificio se recicló y el barrio entero empezó a cambiar por el trasiego de estudiantes y profesores, incluso aparecieron pequeños comercios nuevos porque esos centros generan movilidad económica. Y por supuesto lo central, las posibilidades de estudio. Entonces, la enseñanza lo que está es despareja, el mayor problema lo tenemos a nivel de la secundaria clásica. Ahora bien, este año acaba de ingresar al Parlamento y será un tema central del 2018 la creación de la Universidad de la Educación. Queremos darle a la formación docente y magisterial la posibilidad que sea de nivel universitario para que la calidad de nuestros formadores sea la más alta. Eso redundará en la calidad de nuestros educandos. Ahí yo diría que está la tarea pendiente. Y como toda universidad tendrá su libertad de cátedra y de investigación. Y si hay algo que necesitamos es investigar en educación, cuál será la educación del siglo XXI.                   

¿Las causas que están aún pendientes en la Justicia, especialmente las vinculadas al pasado reciente y las violaciones a los DDHH, es una enorme deuda que tiene la sociedad toda con el tiempo histórico y las generaciones futuras?

La tarea vinculada a los DDHH y saldar temas con el pasado, es permanente. Es una tarea que creo no tiene discusión, que va a estar siempre ahí, porque no es sencilla y si miramos países como España por ejemplo, todavía hoy se siguen encontrando fosas. Entonces, la tarea es permanente.

¿Cuáles serían los otros temas pendientes del gobierno?

La vivienda. Si bien se le ha dado impulso todavía no hemos logrado mover la aguja como hemos querido. Todavía estamos teniendo un déficit doloroso. Si bien se han hecho muchas cosas, no ha alcanzado. Este año se conmemoran los 50 años de la primera expresión legislativa sobre el tema vivienda. Elaborada en el año 68 por el arquitecto Juan Pablo Terra (NdR: fundador del FA). Debemos aprovechar esa oportunidad y por ello vamos a estar convocando en el Palacio Legislativo, no solo a parlamentarios sino a toda la sociedad para discutir a fondo sobre la realidad en el siglo XXI, las nuevas técnicas constructivas, experiencias acumuladas, los caminos de Fucvam o los de la vivienda sindical, para saber qué nos deja para avanzar en este tema. Queremos hacer un alto y pensar porque el 2018 será un año de programas para el Frente Amplio y para todos los partidos. Entonces lo que quede plasmado ahí será el futuro del país. Hablando de la vivienda es un debe y quiero decir que incluso hemos constatado en relación a los niños que viven en una vivienda que no se llueve, que cuenta con las conexiones a la red de saneamiento y con espacios suficientes, tienen un plus en su potencial de desarrollo. Y eso está comprobado científicamente que aquel niño que por más amor que tenga, si nace en una situación absolutamente penosa, tiene menos posibilidades en su desarrollo. Y como el Uruguay precisa más que nunca niños para amanecer -y esto lo digo como un pequeño homenaje al querido Daniel Viglietti- porque nos estamos quedando sin población, si no cuidamos lo que tenemos, y los niños nacen en el quintil más desprotegido de la sociedad, bueno, la vivienda pasa a ser un factor de inclusión mucho más fuerte que en otros momentos. Es otro debe que tendremos que abordar con fuerza en este año que se nos viene.

Hablemos sobre la nueva agenda de derechos

Siempre van a haber derechos para defender, siempre, porque cada vez que ponemos un derecho sobre la mesa surgen otros temas. Y eso nos ha pasado por ejemplo con la violencia doméstica. Parece que la violencia empezó ahora y no, la violencia siempre existió lo que pasa es que estaba oculta bajo la mesa. La virtud de este año que termina fue poner la discusión arriba de la mesa, asumir que este problema existe, decirnos como sociedad que nunca más vamos a esconder la cabeza como el avestruz, pero tenemos que trabajar todos para solucionarlo.

No alcanza con las leyes

Las leyes son un respaldo jurídico importante y son herramientas, pero después, como sociedad, tenemos que actuar. Este tiene que ser un año en que la cultura juegue un rol muy importante y es algo que ha señalado nuestro presidente Tabaré Vázquez. Porque yo puedo avanzar en un cambio material, pero el cambio cultural, que es el básico y el más importante, lleva mucho más tiempo, más trabajo y es más sutil porque estamos en un mundo globalizado que nos quiere colonizar culturalmente. Entonces defendamos la cultura.

Usted es la primera mujer en la historia del Uruguay que asume como vicepresidente y más allá de lo personal, que ya ha relativizado, convengamos que simbólicamente es algo de alto impacto para el escenario político de Uruguay y que puede incidir en el futuro mapa electoral de todos los partidos

Creo que las mujeres están dando una pelea por la igualdad que es algo que debe expresarse en todos los ámbitos y también en los de la responsabilidad política. Este año 2017 tuvo algo que mucha gente no registró, que fue un pequeño momento mágico en el que por razones de un viaje del Presidente, tuve que ejercer la Presidencia y Patricia Ayala la vicepresidencia. Por primera vez en la historia del Uruguay –y como símbolo creo fue el más fuerte- dos mujeres estuvieron al timón de este país. Y además Patricia es de Artigas y yo de Montevideo entonces con ese hecho, la conducción del país se cargó de símbolos.  Tratemos que eso no sea una ráfaga que pasa sino algo que después pueda permanecer en la expresión política de los poderes de gobierno. A nivel del Poder Judicial no me preocupa tanto porque cada vez hay más mujeres pero tenemos que mejorarlo a otros niveles de la conducción del país, que tienen que ver con las decisiones económicas, las constructivas y una cantidad de cosas donde está demostrado que la participación en igualdad, mejoran los resultados.

¿Qué le diría a aquellos que se manifiestan desencantados e incluso, a los que están enojados con el gobierno?

La esencia de la democracia y de nuestro partido, el Frente Amplio, es la diversidad. Yo no me enojo con lo diverso, lo que creo es que cuando estamos contrariados con una política o lo que sea, no vale de nada sentarnos en el cordón de la vereda y rezongar, sino proponer y pelear por lo que estamos convencidos, porque la lucha siempre paga. Y la lucha solo se pierde cuando la dejamos. Entonces a los desencantados les digo que miremos lo que ha pasado con los avances en Brasil y Argentina, por mencionar dos países que hacen mucho a la realidad uruguaya. Nosotros no somos dioses, hemos gobernado con aciertos y con errores, pero este tejido que es colectivo, se va a mejorar y se puede mejorar, si todos colaboramos empujando, tejiendo y proponiendo. Tienen un lugar para proponer, los brazos están abiertos, un tropezón de hoy no significa la pérdida de la causa. Y la causa es la felicidad de nuestro pueblo y eso es lo que más importa, o como decía (José) Artigas, la pública felicidad solo la logramos si estamos todos, así que, aquellos que se han desencantado y que ven cuestiones que no les cierran, ayúdennos. Lo que les pido es ayuda. Ideas, propuestas, ayúdennos que estoy segura que van a tener eco.

De cara al futuro y el 2018 ¿quiere decirles algo a los trabajadores a través del Portal del PIT-CNT? 

Sí, que el Uruguay tiene algunos diferenciales importantes y uno es el tema de la unidad. Tener una central única es un valor que estoy segura que todos los compañeros comparten y por el que tenemos que luchar siempre. La unidad es el valor más fuerte que tiene el movimiento obrero porque unidos mueven montañas y separados tienen más dificultades. Así que hago votos porque la unidad de la central obrera se mantenga y se fortalezca así como también se fortalezca su crecimiento. No hay nada mejor para un gobierno que tener un interlocutor fuerte, organizado y sensato con el que se puede dialogar.

 

Galería de imáges (fuente: Departamento de Fotografía del Parlamento del Uruguay)

  

Modificado por última vez en Viernes, 29 Diciembre 2017 20:38
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