Acampando también se sostiene la lucha
No importa el frío, ni el viento, ni estar lejos de la familia. Cuando hay que pelear por salarios y por mejores condiciones de trabajo, la carpa también convoca a resistir, a dar razones y argumentos, a explicar de causas justas y convicciones de vida. Los trabajadores de la salud pública nucleados en la Federación de Funcionarios de la Salud Pública (FFSP) acamparon en las inmediaciones del Palacio Legislativo como para que los legisladores, quienes tendrán a estudio el Presupuesto Nacional, conozcan las necesidades y reclamos.
Esta mañana, se preparaban unas 100 porciones de albóndigas con arroz para los trabajadores de Montevideo, ya que los del interior se trasladan a almorzar y cenar a la propia Federación. En distintas ruedas de mate y galletas, muchos militantes conversaban y recibían noticias de la movilización que el grueso de la FFSP desarrollaba desde la Torre Ejecutiva hasta el Ministerio de Salud Pública (MSP).
Los celulares ahora muestran banderas, comparten abrazos, emocionan a los que resisten los embates del viento en la circunvalación del palacio de las leyes.
Valentín Rodríguez es el jefe designado de cocina. Todo un personaje. “El morocho”, cuenta al Portal que para el almuerzo se dispusieron 5 kilos de carne y 6 de arroz, además de salsa, verduras y fruta para el postre.
Según Daniela Larraméndez, “él es el encargado” y ella la que ayuda.
Entre bromas, recetas, mates y risas, coincide la esperanza. Siempre la confianza en lograr que desde el gobierno escuchen las necesidades de los trabajadores de la salud pública.
“Pero no peleamos solo por nosotros, queremos lo mejor para los demás” explica Daniela. Acaso por ello la carpa de la FFSP recibió la visita de una representación de profesores de enseñanza secundaria que se encuentran librando otra dura batalla. “Es que estamos juntos, la salud y la educación somos algo que no se puede pensar por separado, por eso estamos en la misma” aseguraron al Portal.
La carpa se sostiene con trabajadores provenientes de distintos hospitales y policlínicas de ASSE, que se turnan uno por día.
“Daremos la lucha hasta el final” dice Daniela.
“Hasta lograr lo que es justo” sentenció Valentín Rodríguez, el morocho.