PIT-CNT le habló al país en discurso histórico y Abdala rescató ideas de José Batlle, Wilson Ferreira y Tabaré Vázquez

Miércoles, 01 Mayo 2024 20:36
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Este 1º de mayo se conmemoró un nuevo Día Internacional de los Trabajadores con un acto multitudinario organizado por el PIT-CNT, que tuvo lugar en la intersección de la Avenida del Libertador y La Paz.

El acto, en el que el único orador fue Marcelo Abdala, presidente del PIT-CNT, se llevó a cabo bajo la consigna “Hacia el triunfo popular: por un país productivo y con justicia social”.

A continuación, ponemos a disposición de los lectores el discurso íntegro del presidente de la central única de trabajadores.

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Muy buenos días, compañeras y compañeros, en este Día Internacional de la lucha de los trabajadores, por una vida mejor y por su emancipación plena.

El pasado 27 de abril, entregamos en el Parlamento más de 430.000 firmas para habilitar el ejercicio de la democracia directa de nuestro pueblo, con el objetivo de consagrar la seguridad social como un derecho humano fundamental y de abrir un nuevo escenario para una reforma integral de todo el sistema de previsión social. Este inmenso e histórico logro popular obtenido en tan solo cinco meses de campaña y con muchas restricciones económicas, se erigió victorioso frente a una gran ofensiva detractora que a fuerza de falacias y tergiversaciones intentó sin éxito generar miedo en la gente y aversión a la propuesta de cambio.

Estas más de 430.000 firmas que superan las obtenidas en otras instancias para habilitar plebiscitos en años recientes, y también exceden en número de votos que recibieron cinco de los siete partidos políticos democráticos con representación parlamentaria dotan a esta iniciativa de una altísima representatividad social y dan cuenta, al mismo tiempo, de la plena vigencia y plenitud del movimiento popular como principal escudo de los humildes. Esta verdadera hazaña popular, lejos de las comodidades del poder, se construyó desde abajo y con la gente, se construyó en los brazos de miles y miles de mujeres y hombres sencillos que sin pedir nada a cambio más que la alegría de ser parte de un compromiso con la vida, recorrieron lugares de trabajo, plazas, ferias y barrios en todo el país, consiguiendo esta enorme cantidad de firmas.

Nuestro pueblo está lleno de reservas morales hermosas y gratificantes, y esta proeza colectiva es una demostración más de ello. La trinchera más conmovedora de la conciencia de clase es la gente sencilla y su incorruptible esperanza en las causas colectivas. Mientras aguardamos respetuosamente, tranquilos, el pronunciamiento de la Corte Electoral nos vamos aprestando a asumir los desafíos de este nuevo escenario de la acción donde entre otras cosas esperamos que no haya excusas para no aportar a la gente un debate de posiciones respetuoso y centrado en argumentos. Se vienen tiempos para forjar la victoria popular, tiempos para difundir las ideas, los fundamentos conceptuales, éticos y las propuestas programáticas que sustentan esta iniciativa popular. Sabemos que el objetivo que proponemos es pertinente, justo y posible. También sabemos que el camino no será sencillo y que el poder financiero utilizará todas sus influencias con el fin de instalar su versión ideológica y preservar sus intereses. No obstante, por encima de todo, nuestra mayor confianza está en saber que no hay fuerza más poderosa que un pueblo convencido de ser obrero de su destino. Por eso, a finales de octubre, como dice el poeta, ganaremos nosotros los más sencillos. Aunque tú no lo creas, ganaremos. ¡Viva la unidad del pueblo uruguayo! ¡Viva el primero de mayo! ¡Viva el PIT-CNT!

Como señalamos en las conversaciones con muchos jóvenes, trabajadores, trabajadoras, obreras y obreros, hoy no es un feriado, aunque nuestra normativa exista el primero de mayo como feriado pago. Hoy es un día de la lucha internacional de la clase trabajadora, que en el año 1886 se levantó en grandes huelgas por la limitación de la jornada de trabajo, por la reducción de la jornada de trabajo, y como fruto de esas luchas, además de cientos de trabajadores y trabajadoras injustamente asesinados, surge el juicio infame en donde son condenados a muerte los que encabezaron la organización de esas huelgas de masa por la reducción de la jornada de trabajo, por humanizar los procesos de trabajo a fines del siglo XIX y también a fines del siglo XX. Como decía George Engel, uno de los mártires de Chicago ajusticiados en la horca, creemos que su pensamiento está más que vigente y debe retumbar en los nuevos destacamentos de trabajadoras y trabajadores que se unen a la lucha de la clase trabajadora y el pueblo, que preguntaba ante esa justicia tan vil que decía, aunque fueran inocentes de todo delito, hay que ajusticiarlos de manera ejemplificante. Se preguntaba Engel: ¿en qué consiste mi crimen? Y decía: en que he trabajado por el establecimiento de un sistema social donde sea imposible que mientras unos amontonan millones, otros caen en la degradación y en la miseria. ¡Viva la lucha internacional de la clase obrera! ¡Viva el primero de mayo! ¡Viva nuestra democracia y nuestro pueblo oriental!

El movimiento obrero uruguayo tiene uno de sus honores de haber sido un destacamento que conmemoró el primero de mayo desde el primer llamado de la Internacional en 1890 y que conmemoró el primero de mayo todos y cada uno de los años que nos separan de esa fecha, inclusive bajo el fascismo atroz, tirando un volante, organizando el paro general de la UNTMRA y del SUNCA cuando asesinaron a Jorge Emilio Reyes, pintando un muro, reclamando democracia, y así seguiremos en el primero de mayo, que no es solo un feriado, sino un día de la lucha internacional de la clase trabajadora. ¿Y cuánta vigencia tiene, queridas compañeras y compañeros, ese sueño largo, esa perspectiva humana que no se amansa, que late en nuestros corazones y en nuestra cabeza de soñar, de vivir, de amar y luchar por una sociedad sin explotados ni explotadores?

En enero de 2024, una investigación de la ONG internacional OXFAM estableció que la riqueza acumulada de las cinco personas, mil millonarios más ricos del mundo, se ha duplicado desde el año 2020. Al mismo tiempo, la riqueza acumulada por el 60% de la humanidad, fíjense queridas compañeras y compañeros, nos referimos a 5.000 millones de seres humanos, ha reducido sus ingresos, su riqueza acumulada. El poder mundial está en manos de un conjunto de oligarcas mil millonarios que capturan más riqueza que la inmensa mayoría de la humanidad. Este mundo atroz, en donde lo financiero vale más que lo productivo y la vida, en donde la economía se hace cada vez más transnacional que la suma de economías nacionales, en donde una profunda revolución tecnológica, que hace que broten a chorros los caudales de la productividad y podría servir para satisfacer a plenitud el conjunto de las necesidades humanas, pero solamente estimula la híper acumulación de capital, el desarrollo desigual, la centralización y concentración de la riqueza de un lado y el hambre y la marginación de otro. Este mundo, pide a gritos que el Movimiento Obrero Internacional se levante por sus derechos, pero pide a gritos, en función de la grieta geopolítica que es otro fenómeno global frente al descenso de la economía norteamericana, principal potencia imperialista del planeta, y el ascenso de Rusia a India, especialmente China, potencialmente los BRICS, ese conflicto geopolítico que se expresa de una forma en un lugar y de otra forma en otro, pide a gritos que los movimientos obreros y populares del mundo nos levantemos, todas las personas de buena voluntad, con independencia de su filiación política, ideológica, religiosa, a reclamar la paz que precisa esta humanidad para construir su futuro.

Desde la tribuna del primero de mayo, con ese sentimiento antiimperialista, decimos sí a la paz, no a la guerra, en cada una de sus manifestaciones.

Queremos ser absolutamente rigurosos, condenando las distintas formas del terrorismo, que no es el método de la clase obrera, decimos fuerte y claro que condenamos el genocidio del Estado de Israel, conducido por la extrema derecha en convivencia con el imperialismo norteamericano, y exigimos el alto al fuego inmediato, porque ya murieron este genocidio más de 35.000 palestinos, 14.100 niños, y exigimos el cumplimiento del alto al fuego solicitado por Naciones Unidas y la aplicación de la resolución 242 de Naciones Unidas, que habla de dos estados con Jerusalén como capital común y la convivencia pacífica entre religiones y pueblos distintos que se merecen la felicidad. Por el alto al fuego ya y contra lo que es, porque hay que llamarle a las cosas por su nombre, no una guerra, ni siquiera una masacre, sino un genocidio sistemático del pueblo palestino.

En este marco, en una América Latina que se juega a todo, que es simultáneamente el continente más rico en recursos naturales del planeta y simultáneamente el continente más desigual, que está en disputa, en lucha, tratando de parir a partir del empuje del corazón de sus pueblos un cambio cualitativo que permita un desarrollo de nuevo tipo, un nuevo modo de acumulación a los efectos de dar satisfacción a las amplísimas necesidades populares del continente. Sostenemos que en tanto la matriz productiva de nuestro continente y su modo de acumulación implique una inserción internacional dependiente y periférica en el mercado mundial, básicamente especializada en la exportación de materias primas, en tanto y en cuanto nuestros pueblos no encuentren camino hacia un desarrollo equilibrado no se resolverán los problemas de nuestra América Latina.

Por ese mismo análisis sostenemos, y esta podría ser la consigna central de todo un período, que nuestro país, por algunas cuestiones que están sucediendo y son formas de manifestación de un problema que está en la raíz, nuestro país, la patria de Artigas, que dijo que los más infelices habrán de ser los más privilegiados en el primer proyecto de reforma agraria, nuestro país, pide a gritos cambios profundos en su matriz productiva, de distribución de la riqueza y en la construcción de un camino de profundización de la democracia para la pública felicidad.

¿Por qué es que nosotros sostenemos que no alcanza con mantener la actual matriz productiva dependiente de los precios internacionales de las materias primas, complementada con algo de distribución del ingreso, sino que tenemos que ir a transformaciones profundas? Porque las formas de manifestación hablan de que no alcanza con esta matriz productiva con algo de distribución. En el año 2019 alrededor de 450.000 trabajadores ganaban menos de 25 mil pesos, en el año 2023 esa cifra ya estaba con 550.000 trabajadores ganando menos de 25 mil pesos. Es notorio que en estos años se ha deteriorado el poder de compra de los salarios. Desde el año 2020 hasta el año 2024 en que logramos recuperar salario real, también en función de la propia lucha de los trabajadores y las trabajadoras, han sido transferidos desde los bolsillos de los trabajadores hasta los bolsillos del capital, según nuestro Instituto Cuesta-Duarte, unos de 2.000 millones de dólares, que son los pesos contantes y sonantes que la población trabajadora dejó de cobrar en virtud de la rebaja salarial, cuya recuperación del poder de compra del salario real no devuelve ese dinero no cobrado.

Estamos en un momento en donde hay que analizar la realidad de manera rigurosa, y es cierto que se recuperaron los empleos que perdimos durante la pandemia y que hoy a nivel cuantitativo el nivel de empleo está igual o inclusive por encima del año 2019, pero nos preocupan mucho algunos fenómenos de la calidad de ese empleo generado que nos hacen pensar en la necesidad de esos cambios profundos. El desempleo juvenil, el de las perspectivas fundacionales de las trayectorias de vida de nuestros jóvenes menores de 25 años, es cinco veces mayor que el promedio del desempleo en todo el país. Además, los problemas de empleo están concentrados al norte del Río Negro, en Artigas, en Cerro Largo donde la informalidad llega a ser el 50% de la población económicamente activa. Estos fenómenos han llevado a que la pobreza llegue a ser alrededor de 360.000 pobres en nuestro país, 50.000 pobres más que en el 2019, de estos 50.000, un 17% son menores de seis años, porque la pobreza se ha infantilizado y se ha hecho cada vez más femenina. La pobreza llega a 360.000 personas de las cuales, 150.000 son menores, ello en un país que podría exportar alimentos para 30 millones de personas. Es absolutamente importante pensar en el largo plazo en una estrategia de desarrollo, en cuya base esté el tipo de matriz productiva, de puestos de trabajo, educación, formación profesional, mecanismos redistributivos, en la estructura tributaria, seguridad social, negociación colectiva, en el sistema de cuidados, en todos los órdenes de lo que hace a un proyecto de país concebido efectivamente para superar de manera radical la pobreza. En un país en donde no debería haber un solo pobre, y eso es posible, eso es lo que planteamos.

Hace falta una Estrategia Nacional de Desarrollo que supere, en primer lugar, nuestra estructura cada vez más primarizada y transnacional, sometida y enormemente vulnerable a los ciclos de altas y bajas de los precios internacionales de las materias primas. Es cierto que concurrieron para la crisis de 1982, de la caída de la tablita, y para la crisis del 2002, la crisis financiera que dejó en el hambre a cientos de miles de compatriotas, distintos factores, entre otros financieros. Fue una crisis de base productiva e inserción internacional. Es cierto, y el movimiento obrero no es tonto ni indiferente, que desde el año 2005 hasta el 2014 hubo un proceso expansivo en los precios internacionales de las materias primas y hubo un proceso de crecimiento basado en estos precios y en la inversión extranjera directa, acompañado de avances sociales y laborales, los consejos de salario, las libertades sindicales, el plan de emergencia, el plan de equidad, distintas políticas de avance en la seguridad social. Pero, inclusive, con esa sensibilidad de que cuando hay un crecimiento de la matriz productiva dependiente algo se reparte, ese modelo entró en crisis y en meseta desde el 2015 al 2020, ante la caída de los precios internacionales de las materias primas. Nuestra matriz productiva es cada vez primaria, también es cada vez más transnacional.

En el año 1970, la inversión extranjera directa acumulaba un 40% del Producto Bruto Interno (PBI). En el año 2020, la inversión extranjera directa y su cuantía superan al total del PBI de nuestro país. La tierra está cada vez más dominada por capital extranjero transnacional en los sectores vinculados a la forestación, en los sectores vinculados a las commodities. Solamente una empresa del complejo forestal, maneja más de 100.000 hectáreas de nuestra tierra. En el año 2003, un tercio de las exportaciones del país correspondían al capital transnacional. Dos tercios de esas exportaciones eran del capital nacional. Al día de hoy, un 70% de nuestras exportaciones pertenece al capital transnacional. En el año 1987, de las 200 principales empresas que controlaban la mayoría del aparato productivo del país, casi un 50% eran capital nacional, un 13% empresas transnacionales y un 28% el aparato del Estado, nuestros entes y empresas públicas, un sector central de nuestra economía. En el año 2015, observen el cambio, solamente un 26% de nuestras exportaciones se explica por empresas nacionales, un 35% de nuestras exportaciones son capital transnacional y un 29% sigue siendo la contribución de una de nuestras principales potencialidades, nuestras empresas públicas, el capital público social acumulado que puede ser con una gestión adecuada, una locomotora del desarrollo tecnológico y productivo del país.

Propuestas

Por tanto, hacemos este conjunto de propuestas, pensando en lo siguiente: la diversificación de nuestra matriz productiva es un objetivo esencial para superar las contradicciones y los males de la sociedad uruguaya, porque se requiere efectivamente un nuevo modo de acumulación y distribución de la riqueza, y la contracara de esa estrategia es la unidad, es la integración profunda de América Latina que nos enganche para la complementación productiva intra-industrial y nos permita el desarrollo simultáneo de todos los pueblos.

-En primer lugar, diversificar la matriz productiva para aumentar la capacidad productiva del trabajo y mejorar la productividad social del trabajo para que esta se reparta.

-En segundo lugar, establecer que no es mala palabra, muy por el contrario, poner las vidas centrales de una política industrial positiva que ayude a diversificar la matriz productiva, que es lo que están haciendo los países luego de la pandemia. Una política industrial animada, liderada por el Estado que permita desarrollar esa no dependencia tan absoluta del capital transnacional y del capital primarizador porque no viene aquí a nuestro país por la dotación de mano de obra, sino que viene por nuestra dotación de recursos naturales.

-En tercer lugar, jerarquizar la política industrial, apuntar a cerrar las brechas de capacidades científico-tecnológicas. Nuestro país invierte apenas en innovación y desarrollo, un 0,5% del PBI. Países como Francia, Noruega o Irlanda aportan más de un 3% del PBI a todo el complejo de innovación y desarrollo pensado no acríticamente en los formatos de las transnacionales, sino para las propias necesidades sociales. Si por cada millón de habitantes, en Uruguay tenemos 500 científicos; en los países capitalistas desarrollados, por cada millón de habitantes tienen 7.000. No puede, ni debe haber excusa alguna para no priorizar el presupuesto educativo y en particular universitario a los efectos de poder diseñar nuestra propia tecnología en unidad con los países de América Latina.

En el marco de estas políticas productivas, hay que establecer una línea hacia la inversión extranjera directa en la cual ellos, que invierten por su rentabilidad, deban también invertir en función de los ejes centrales de un plan de desarrollo productivo.

Debe haber una macroeconomía que sí sea responsable con los equilibrios, pero no se quede en eso, porque el mercado, y esto ya está más que demostrado en la historia nacional, no es el que mejor asigna los recursos, porque el mercado no resuelve, en el marco del capitalismo global, el desarrollo de la diversificación de la matriz productiva de un nuevo modo de acumulación o los caminos que deben abrirse para distribuir la riqueza.

Por tanto, se necesita una macroeconomía en cuya ingeniería esté planteado, de manera explícita, la diversificación de la matriz productiva, la diversificación, la redistribución de la riqueza, la eliminación de la pobreza, un “shock” de un plan de vivienda que permita efectivamente la pública felicidad y que en el seno de la propia política macroeconómica no hayan las contradicciones entre ministerios de industria con alguna buena sensibilidad, pero que la quedan frente a la muralla de la macroeconomía que no invierte lo necesario para los cambios. Una macroeconomía para el desarrollo productivo.

Es importantísimo fortalecer la capacidad del Estado para liderar el desarrollo, no solamente en materia de planificación y planeamiento estratégico, sino con las herramientas del propio capital social. No hay que vilipendiar más ni estigmatizar más a nuestras empresas públicas, porque estas son una locomotora del desarrollo del país a través de las compras del Estado, a través de la investigación científico-técnica y la inversión que deben hacer y además que son baluartes de la defensa de nuestra soberanía.

No compartimos que el dragado que ha conquistado nuestro país para llevar el puerto a 14 metros lo hagan empresas transnacionales privadas, cuando tenemos los propios mecanismos en la administración de puertos para hacerlo, y para resolver la infraestructura necesaria, para resolver la vivienda, debemos invertir lo que haya que invertir para hacer competitiva y de calidad nuestra industria total del Portland porque hay que defender las empresas públicas para nuestro propio desarrollo.

Cuando se puedan desenvolver las condiciones, cuando se puedan desarrollar las circunstancias, desde nuestro PIT-CNT, con todos los actores productivos, académicos, sociales incorporados hacia esa estrategia nacional de desarrollo para diversificar la matriz productiva, para cambiar el modelo de acumulación, superar el modelo de acumulación dependiente que sirve para un puñado, pero deja afuera a las grandes mayorías, para ese Plan Nacional de Desarrollo es que convocamos a un Diálogo Nacional por el Desarrollo Productivo de nuestro país.

Reducción de la jornada laboral

Queremos compartir otra bandera interesante que viene levantando el movimiento sindical también para rendir homenaje a los mártires de Chicago y a todas las luchas de la clase trabajadora por una vida mejor.

Hemos desarrollado investigaciones desde que lanzamos el 1º de mayo anterior la perspectiva de pensar en formas de reducción de la jornada de trabajo, y además celebramos que distintos sectores políticos parlamentarios, en el marco del natural debate que se desarrolla en un año electoral, estén incorporando perspectivas, pensando desde la diversidad de opiniones políticas de nuestro país en esta cuestión.

Es absolutamente relevante, fundamental en este día, que las comparaciones internacionales que desarrollamos nos dan resultados de que la reducción de la jornada de trabajo mejora la satisfacción con la vida y con el propio trabajo de los trabajadores. Hay evidencia empírica que la reducción de la jornada de trabajo, en su forma reducción de la semana laboral aumenta la propensión de los trabajadores a dejar de fumar, a hacer ejercicio. Mejora la calidad del sueño, es decir, es buena desde un punto de vista de la salud. Queremos plantear que la reducción de la jornada de trabajo elimina una exigencia del capital que para contratar a un trabajador pondera mejor si el trabajador está dispuesto a quedarse en largos jornales. La reducción de la jornada de trabajo mejora la brecha de género, porque las empresas no tienen incentivo para contratar trabajadores para largas jornadas. Esto ya quedó demostrado en formas de reducción de la jornada de labor en Estados Unidos y en Noruega, en donde en distintas ramas las mujeres se anotaron mucho más para trabajar, en función de esta situación.

Es verdad también, según nuestras investigaciones y comparaciones internacionales, que la reducción de la jornada de trabajo es neutra con respecto a la creación de empleo. Es importante saber que si bien no genera empleo nuevo por la reducción, tampoco genera desempleo. Hay una alta propensión a que la reducción de la jornada de trabajo no solamente mejore las condiciones para el aumento de la productividad, sino también el nivel de esfuerzo físico e intelectual que el trabajador moviliza en el lugar de trabajo.

En nuestro país, con un personal ocupado de distinto tipo, de 1.7 millones de personas, ¿quiénes estarían comprendidos en la propuesta que viene elaborando nuestro PIT-CNT? Hay aproximadamente 700.000 personas que integran la población económicamente activa, que trabajan más de 40 horas semanales. De estas 700.000 personas, 520.000 son asalariados. Por tanto, respetuoso del debate social y político que esto despierte, atentos a los distintos fundamentos y con el objetivo de mejorar la vida, de que reducir la jornada de trabajo o la semana laboral, si somos eficientes en los procesos de producción de bienes y servicios, si mejora la productividad, como hemos dicho, estar dispuestos a concurrir y participar a todo ámbito que discuta, pero en serio. Con la información arriba de la mesa, sin trampas empresariales que a veces amenazan con discutir la productividad, pero después no quieren dar la información, respetuosamente planteamos a todo el sistema político que una ley importante que el movimiento obrero desea, se apruebe a la brevedad y, ¿por qué no?, si empiezan a aparecer acuerdos, ahora mismo se den señales de eso, es la ley que lleve la semana laboral a 40 horas semanales con pago de 48 y ocho, para que desde el punto de vista de la salud, del reparto del trabajo, la salud laboral, los aspectos de género, el disfrute de la vida, el deporte, la recreación, el arte, efectivamente, nuestra clase obrera pueda disfrutar, aunque sea en parte, de los bienes de la productividad generada por la actual revolución tecnológica.

Tenemos la opinión de que la sociedad uruguaya debe pensar las más diversas formas de equiparar el punto de partida de las trayectorias de vida, eliminando toda forma de discriminación de género. Tenemos compañeras muy activas en la vida del movimiento sindical y popular, trabajando para la paridad, trabajando para el reconocimiento de sus derechos, trabajando para relaciones sociales no violentas, y les rendimos el 1º de mayo, que es su día, el debido homenaje a la lucha de la mujer trabajadora, que es la inmensa mayoría de la sociedad uruguaya.

Solo mencionar tres cuestiones claves. No puede demorarse, no puede considerarse un gasto, tiene que considerarse una inversión en mejorar la vida, la implementación del Sistema Nacional de Cuidados con la inversión y el presupuesto que conlleve. Si llega, como llega, y esto nos habla también de aspectos culturales, de cómo generamos nuevas relaciones sociales, cómo superamos el patriarcado y cómo nosotros los varones nos reconstruimos de otra manera, porque esto es inadmisible. Si llega una denuncia de violencia de género cada 12 minutos, no hay excusa, no puede, no debe no desarrollarse toda la inversión presupuestal para la aplicación correcta de la ley de combate a la violencia de género.

Si es correcto concebir que quien desarrolla un trabajo no remunerado está contribuyendo a un fondo que en último término abreva la acumulación de capital en esta sociedad, en donde todo se convierte en mercancía, y por razones culturales que hay que ir desmontando, no podemos naturalizarlas, pero hoy recae en la mujer, es absolutamente de fondo pensar en su implementación, cómo hay partidas concretas de salario que contemplen en parte el trabajo no remunerado que principalmente hace la mujer trabajadora.

Hemos sostenido un esfuerzo importante por tres medidas cautelares, en la jerga del movimiento obrero, hablamos casi que de medidas de autoprotección del trabajador, de autodefensa de la trabajadora y del trabajador.

Tres medidas de protección y autodefensa a la situación de la clase trabajadora, después que ya no puede trabajar.

En la campaña “Afirma tus derechos”, para restituir a la clase trabajadora su derecho, a jubilarse a los 60 años, para establecer que la retribución mínima, básica de jubilación o pensión de la persona, no de la prestación, sea por lo menos igual al salario mínimo nacional, y la necesidad de desacoplar, separar el lucro financiero que es reinante en esta sociedad, que tiene múltiples espacios para desplegarse, desacoplarlo de una esfera que es conquista del movimiento obrero desde su nacimiento en la negociación colectiva, en la huelga y que es la seguridad social que por ser mecanismo de protección social, no debe estar rendida al lucro de unos pocos del sistema financiero.

Son medidas cautelares, son medidas de autodefensa, que además de discutirlas en concreto, no debe formular la pregunta que está más abajo y que implica un ethos, una ética de para dónde vamos, que reporta la pregunta, cuál es el tipo de sociedad en que queremos vivir y que queremos construir.

¿Está bueno exhausto de un mundo del trabajo complejo, con la espalda lastimada, muchas veces de hacer fuerza, con un trabajo muchas veces repetitivo que lleva a las lesiones por esfuerzo repetitivo y más allá de que nosotros promovemos la salud laboral que requiere múltiples avances que nuestros compañeros y compañeras del Departamento de Salud Laboral siempre establecen? ¿Está bueno, que un obrero agotado ya de su labor en el metal, en la construcción, en la industria frigorífica, en el medio rural, pierde el trabajo a los 52 y 53 años y tenga que esperar muerto de hambre hasta los 65? ¿No está bueno jubilarse a los 60 años, cuando además tú pasás peripecias complicadas en el mundo del trabajo? Debería ser un derecho humano fundamental y la regla, que no impide, por cierto, que si alguien está bien y puede seguir trabajando, así lo haga.

Porque además, ¿cómo vamos a superar lo que planteábamos al principio? Que el desempleo juvenil es cinco veces mayor, se multiplica por cinco con respecto al desempleo promedio. ¿Cómo vamos a generar oportunidades de empleo juvenil, haciéndole quedar más tiempo a la gente que ya trabajó?

Seguridad social

Desde nuestra perspectiva, es una medida de autodefensa, una medida cautelar, que supera la resolución al barrer, sin importar cómo adoptó la Ley 20.130 para jubilarse a los 65 años. Que la partida básica jubilatoria de la persona, sea jubilación o pensión o la suma de las mismas, esté igualada al salario mínimo nacional. ¿Es que la sociedad uruguaya es tan poco exigente consigo misma, que no puede levantar este objetivo? ¿Es que transamos con que la gente pase toda una vida laboral, para después tener una pensión y jubilación por debajo de la línea de pobreza?

Desde el año 2005 al 2020, se triplicó la jubilación mínima, desde el 2020 al 2025, básicamente, en función que las jubilaciones ajustan a partir del Índice Medio de Salario, y en el medio hubo un proceso de deterioro del salario real, la jubilación mínima se planchó.

Defendemos que ningún oriental, esté por debajo de la línea de pobreza, y menos después de haber dado su vida en el mundo del trabajo.

¿Es que está mal pensar que el capital financiero, salga del régimen de seguridad social? Desde nuestra perspectiva entendemos que hay sectores que se molesten con esta idea, los banqueros, los bancos, la alta gerencia de las AFAP, no les pedimos que concuerden con la opinión del movimiento obrero. ¿De qué se trata la AFAP? Es un embudo de succión, de recursos que salen de la transpiración de la clase trabajadora, porque abrevan dinero del trabajo, porque han ido acumulando 22.000 millones de dólares, y porque en el año 2023 se les remitió 1.468 millones de dólares al capital financiero, que siempre debió haber sido gestionado por la seguridad social.

Formas de ahorro para el trabajador individual, hay múltiples en nuestro país. Quien tenga capacidad de ahorro, y además de sus derechos básicos, quiere ahorrar para un futuro, lo puede hacer perfectamente. La papeleta con las tres medidas de protección que planteamos, no prohíbe formas de ahorro colectivo, con una utilización posterior a la finalización de la edad de trabajar.

Se ha planteado, el exabrupto, que así como todos somos los trabajadores, con mucha tranquilidad, con mucho nivel de respeto, pero con claridad, decimos, faltan a la verdad, cuando dicen que el movimiento obrero va a confiscar el presunto ahorro individual de las AFAP, porque en definitiva, la propuesta que hacemos, es la misma que aplicó el Poder Ejecutivo anterior, con el fideicomiso para los cincuentones, y que aplicó este Poder Ejecutivo, con el fideicomiso para los cuarentones, y esto es, que los fondos, del cual disponen hoy la AFAP, ni los toca el movimiento obrero, así que por favor, elevemos el nivel de debate, no miéntanos a la gente, estos fondos de las AFAP, van a donde siempre debieron haber estado, Banco de Previsión Social, generando una condición, de que nadie, de estos que estaban en las AFAP, pierda ningún derecho. Por tanto, no faltemos a la verdad, y le pedimos, a los que muchas veces han sido confiscadores del valor generado por el trabajo de nuestra clase, por favor, que eleven su fundamento, y no nos acusen, a nosotros, de confiscar, lo que sería un despropósito, mucho más con las tradiciones, del movimiento obrero uruguayo, en esta patria de Artigas.

Otra discusión, importante, es que según algunos, la inversión necesaria para sostener estas tres medidas de autodefensa, llevaría a un 38% de aumento del IVA; pero qué desparpajo, qué tupé, porque además, se desnudan, quedan desnudos arriba de la mesa, de que no se les puede, no pueden concebir otro impuesto que no sea el IVA, que es el impuesto más regresivo que hay en la sociedad uruguaya, que sabemos, lo pagan principalmente los que nos consumimos todo el ingreso. Es un disparate, en primer lugar, porque algunos estudios que se hicieron, fueron hechos con supuestos equivocados, calcularon la elevación al salario mínimo nacional, no en la persona, sino en las prestaciones, y obviamente que les va a dar más; pero además, no es por ahí que se resuelve este asunto, ¿por qué razón? Porque en Uruguay, el 1% más rico de la sociedad, 25.000 personas, tiene el 79% de la riqueza del país, tiene el 99% de la riqueza empresarial. De esos 25.000, hay 2.500 que tienen el 54% de la riqueza financiera, y el 89% del capital, tienen 5 millones de dólares, por lo menos, por cabeza. En este país, según estudios de AEBU, de 6.200 millones de dólares depositados en el sistema financiero, hay 9.900 ahora, hubo un crecimiento de los depósitos en el sistema financiero de un 60%, y las cuentas mayores a 250.000 dólares, crecieron desde 12.100 millones de dólares a 18.300, ¿qué quiero decir? ¡Hay mucho dinero en este país! ¡No piensen en el IVA! Si hay que pensar, hay que grabar más a la cúspide de la sociedad, a la gran riqueza, al gran capital, para que el desposeído pueda vivir un poco mejor.

¿Quiénes nos acusan de confiscadores? ¿Quiénes dicen, además, cuando en verdad hay una disputa entre los derechos humanos a la seguridad social versus los privilegios?

¿Quiénes nos quieren llevar a una presunta disputa entre el caos que haría nuestra propuesta versus el orden que plantean ellos? Deben saber que ya, ahora, ese 1% más rico del que hablé, 25.000 personas, tiene exonerados de Impuesto al Patrimonio, 880 millones de dólares anuales. Se exoneran de IRAE, el Impuesto al Capital, 1.150 millones de dólares, y el IRPF del Capital tiene 110 millones de dólares anuales de exoneración. ¿Qué significa eso? Les regalamos al gran capital por encima de 2.000 millones de dólares anuales ¿Me querés decir que no es posible pagar una jubilación igual al salario mínimo?

Solo la asistencia a la Caja Militar, cuyo 40% se lo lleva la oficialidad, son 450 millones de dólares. El 40% de estos, solo la alta oficialidad, no hablo de los soldados, hablo de la alta oficialidad, el sector rural, para nosotros no hay un campo, hay muchos campos, el pequeño productor familiar que labura de sol a sol con su familia, que inclusive a veces puede tener un ingreso inferior a un trabajador calificado, es un hermano nuestro, hay que ayudarlo, al pequeño empresario, industrial, comerciante, productor familiar, hay que ayudarlo. Pero a estos que yo dije al principio, tienen 100.000 hectáreas, son dueños de la tierra, terratenientes, de la soja, el ganado, o la producción forestal, ¿saben cuánto pagan a la seguridad social promedio, como se calcula por hectárea? 1.9%. Vaya si se puede cambiar esta situación. Del mismo modo, que a pesar de la recomendación de la OIT, de que por lo menos la seguridad social se pague a partes iguales, el trabajador aporta un 15% para la seguridad social y el empleador un 7,5%. Pongamos que no tocamos eso para la pequeña y mediana empresa, pero sí habrá de dónde sacar para sostener que la seguridad social, esto es la vida de la gente, y rumbo a una transformación integral de la seguridad social, humanamente sustentable, económicamente sustentable, esté parada en los derechos.

Creemos que es posible y jamás nos opusimos a ningún tipo de debate con quien sea, en tanto sea respetuoso, con fundamento, obviamente, la Comisión Nacional, “Afirma tus derechos”, que está impulsando el plebiscito, estará respetuosamente esperando el conteo de la Corte Electoral, a partir de lo cual, sin duda alguna, está muy bueno que se procesen los debates que se deban procesar.

Algunas de esas proyecciones que mencionaba, tienen diferencias de alrededor de 500 millones de dólares, parten de supuestos equivocados, plantean un Producto Bruto Interno sin crecimiento en sus proyecciones a 40 o 60 años, parten de la base de un Estado que no se inserta de manera creativa en las distintas cadenas productivas, parten de la foto de lo que hay ahora y la eternizan. Es decir, parten de la base que no hay cambio alguno en la matriz productiva, el patrón de acumulación y distribución de la riqueza y el perfil tributario del país. No partimos de esas bases, creemos en las energías de nuestro pueblo para cambiar las cosas y sostenemos que con eficacia fiscal, tratando de ser más rigurosos y eficientes con las mil formas de evasión que hay hoy, fíjense, cerró la empresa de Balsa y Asociado de nuestro hermano de la construcción y dejó adentro a la seguridad social, a más de 400 trabajadores que hoy están en lucha por cobrar su ingreso, del mismo modo que FANACIF, que es la industria de la bebida que distintas transnacionales han cerrado dejando sin trabajo a la gente. No se implementa el Sistema de Control de Transporte Carretero (SITRAC), sobre el cual el Banco Interamericano de Desarrollo dice que hay como 300 millones de dólares de evasión en ese sistema.

Eficacia fiscal, justicia contributiva y por qué no pensar en una reforma tributaria de segunda generación, que grave la renta diferencial y extraordinaria de la tierra, que impulse formas de fiscalidad robótica, si se sustituyen trabajadoras y trabajadores en los supermercados por cajas automáticas o hay procesos de automatización, por qué no explorar fiscalidad robótica para alimentar la seguridad social, por qué no quedarse con una parte de las remesas de las transnacionales al exterior, que no queda nada, hay muchas formas de hacer efectivamente sostenible la propuesta de que la seguridad social sea un derecho humano fundamental, pero que va en línea con el conjunto del programa, con el cambio del modelo de acumulación, con la diversificación de la matriz productiva, la democracia más profunda y la distribución de la riqueza.

Celebro la presencia de actores políticos de todos los signos. Ya que demandamos a los trabajadores su contribución de inteligencia y fuerza física para colaborar en nuestro engrandecimiento económico, debemos ofrecerles el amparo del Estado cuando su vigor haya rendido todos sus frutos, si por mala fortuna, la miseria les sorprenden los días fatales en que rinden sus armas de lucha por la existencia, abatidos por los años y tal vez por el desgaste excesivo de sus energías, consagradas muchas veces a forjar las fortunas de otros, ¿saben quién dijo esto? Don José Batlle y Ordoñez. Que el Estado cuide al trabajador cuando no está exhausto con la jubilación decorosa.

¿Y por qué no pensar, como dijo Wilson Ferreira, Aldunate, 'si no somos capaces de asegurarles una vida digna y decorosa a tres millones de Orientales' -lo digo antes y lo repito hoy, decía Wilson- 'somos unos criminales'.

“El nombre de José Artigas nos impulsa y convoca, su ejemplo nos inspira y compromete en nombre de ese compromiso al expresar ante ustedes mi fidelidad constitucional como Presidente de la República. Los invito, desde mis sentimientos, mis convicciones y mis responsabilidades, a trabajar juntos en la construcción de un Uruguay donde nacer no sea un problema, donde ser joven no sea sospechoso, pero donde también envejecer no sea una condena”. ¡Doctor Tabaré Vázquez!

Es tiempo de perspectivas, es tiempo de festejo, es tiempo de corazón, en esa cosa que nos late día a día, entremezclada de manera sentipensante en la perspectiva de una sociedad libre, de hombres libres, convocando desde 1º de mayo a 100, 200, 300 comités en los barrios que impulsen el plebiscito por los derechos de seguridad social a lo largo y a lo ancho del país para asumir esta patriada, para hablar con este pueblo, para que voten los que voten, pongan la papeleta, llegando al lugar de trabajo, haciendo asamblea, dialogando con la compañera y los compañeros. Construyendo una perspectiva.

¡Viva la democracia uruguaya!

¡Viva la unidad del pueblo oriental!

¡Viva la unidad sagrada del movimiento obrero en su PIT-CNT!"

Modificado por última vez en Miércoles, 01 Mayo 2024 21:02
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