Viviana Piñeiro: "Un Sistema Nacional de Cuidados es una inversión en el bienestar de las personas"

Martes, 23 Abril 2024 19:32
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Viviana Piñeiro, de la Secretaría Técnica del Foro Nacional de Cuidados (FNC), expresó en diálogo con el Portal que es necesario dar un nuevo impulso a la agenda de cuidados en Uruguay, y que el desafío fundamental es avanzar hacia la universalidad del Sistema de Cuidados, llegando a todas las poblaciones objetivo: niños y niñas, personas mayores o con discapacidad que requieran cuidados y personas cuidadoras, sean remuneradas o no.

Tal como hemos venido informando, desde este martes 23 hasta el 25 de abril, inclusive, se está llevando a cabo el Foro Nacional de Cuidados en la Facultad de Información y Comunicación (FIC) de la Universidad de la República (UDELAR) y en la antesala de la Cámara de Senadores.

El Portal del PIT-CNT entrevistó a la secretaria técnica del FNC, Viviana Piñeiro, para conocer más detalles sobre la actividad y los cuidados en Uruguay.

Piñeiro es licenciada en Ciencia Política con estudios de posgrado en políticas públicas, cuidados y género. Participó del diseño y primera etapa de implementación del Sistema de Cuidados en Uruguay. Actualmente se desempeña como consultora en políticas de cuidados con perspectiva de género, acompañando diversos procesos en América Latina y el Caribe.

¿Cuál es la importancia del Foro en el contexto actual del país?

Uruguay se ha convertido en referencia en la región latinoamericana por haber puesto en marcha el Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC) para modificar la forma en que las uruguayas y uruguayos cuidamos en la actualidad. Luego de la creación del sistema por una ley apoyada por todo el sistema político en 2015, nos encontramos hoy culminando un segundo período de implementación. Dos gobiernos de distintos signo político han sido responsables de implementar esta política. Y recordemos que la Ley 19.353 consagró el cuidado como un derecho universal, constituyéndose así en un pilar del bienestar de nuestra sociedad.

El SNIC nace con el objetivo de modificar la forma en la que cuidamos hacia un modelo basado en la corresponsabilidad: en la corresponsabilidad de género que distribuya el trabajo no remunerado que hoy realizan mayoritariamente las mujeres; y en la corresponsabilidad social, para que todos los actores de la sociedad -familias, Estado, sociedad civil y sector privado- asuman su responsabilidad en la provisión de los cuidados, en tanto actividad clave para el desarrollo social. Se trata de romper con la situación actual en que la resolución de las necesidades de cuidados recae casi que exclusivamente en las familias, y dentro de estas en las mujeres. Esto genera enormes desigualdades en términos de las posibilidades de las mujeres de completar sus trayectorias educativas, laborales, de participación social o política o simplemente de disfrutar de tiempo de ocio. Se trata de que todas las personas que lo requieran puedan acceder a cuidados de calidad independientemente de que puedan pagarlos o no y sin que el esfuerzo del trabajo recaiga en las mujeres de las familias. No obstante, las últimas encuestas de uso del tiempo han mostrado que aún luego de la puesta en marcha del SNIC en los últimos diez años prácticamente no ha habido cambios en la participación de los varones en el trabajo no remunerado de cuidados.

A casi diez años de su creación, persiste una serie de desafíos que además están vinculados a la particular etapa demográfica que transita el país que indica por un lado que dentro de 15 años habrá más personas en edad de jubilarse que en edad de trabajar, y, por otro, previsiones de tasas de natalidad que siguen en descenso. Esta situación sumada a la creciente, y deseable, incorporación de mujeres al mercado de trabajo nos enfrenta a lo que se conoce como la crisis de los cuidados. Es decir, cada vez tendremos más personas que requieren cuidados y menos personas disponibles para brindarlos de forma no remunerada en los hogares.

El FNC tiene el propósito de colaborar con la revitalización de una coalición amplia de apoyo al SNIC, proclive a su expansión, profundización y consolidación en su carácter de política de Estado. Así, los objetivos específicos de este proceso que inició en 2023 y tiene su hito principal esta semana con el Foro son: convocar a actores de ámbitos diversos para un intercambio abierto y profundo, que genere espacios de debate de calidad en torno a los nudos críticos del sistema, actualizar conocimientos en torno al cuidado y generar nueva evidencia para nutrir el debate, y reposicionar en el debate de ideas el desafío de los cuidados y promover que los partidos políticos lo incluyan de forma prioritaria en sus programas electorales. Digo hito principal, porque la expectativa es que el proceso continúe con una sistematización del trabajo realizado durante estos tres días hacia un momento de incidencia orientada a quienes resulten candidatos y/o candidatas a la Presidencia de la República para lograr esa prioridad que esta política requiere para tomar un nuevo impulso.

¿Cuáles son las distintas miradas y aportes que se esperan en el evento?

La riqueza de las miradas y aportes que tendremos en el Foro es de los aspectos más interesantes de este proceso. Estos aportes diversos a la hora de discutir políticas públicas no son nuevos en nuestro país y tampoco en la agenda de cuidados, donde sin dudas la Etapa de Debate del año 2011 constituyó un hito y un antecedente ineludible de la participación social en esta política pública. En este proceso, las organizaciones que impulsan esta iniciativa son el  Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, CEPAL, ONU Mujeres, la Organización Internacional del Trabajo/Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional (OIT/Cinterfor), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), junto con  la Red Pro Cuidados y el apoyo de Amnistía Internacional, ANONG, CIEDUR, FLACSO, Fundación Astur, la Universidad de la República, el PIT-CNT y ONAJPU.

El Foro contará con algunas instancias plenarias para profundizar en ciertos temas a través de ponencias y exposiciones sobre el derecho al cuidado, la etapa demográfica, los escenarios de empoderamiento económico de las mujeres, los modelos de financiamiento o los desafíos principales para la siguiente etapa. Sin embargo, la mayor parte del tiempo de discusión estará destinada al debate horizontal de las personas participantes en ocho sesiones de trabajo en torno a distintos ejes.

¿Qué rol y participación personal tiene el mismo?

Mi rol en el Foro ha sido acompañar y apoyar a todos los actores involucrados en el pienso de todo el proceso que inició en julio del año pasado, que tiene un hito en el propio Foro que tenemos este 23, 24 y 25 de abril, y que continuará el resto del año con acciones de incidencia durante este año electoral.

La apuesta es que en estos tres días de profundo debate se puedan sintetizar ideas fuerza que puedan ser parte de los mensajes centrales que serán transmitidos al sistema político después del Foro. Como decíamos, la intención es que los cuidados vuelvan a ganar prioridad en la agenda política, se incluyan en los programas de gobierno y se prioricen en la administración que iniciará el 1º de marzo de 2025.

Por eso decimos que el Foro constituye un hito, el trabajo continúa el día después sintetizando las relatorías de cada una de las instancias para llegar a un documento de trabajo que condense los aportes volcados por todos y todas las participantes de los debates.

¿Es imprescindible apuntar a un cambio cultural?

-El Sistema de Cuidados se desarrolla en torno a cinco componentes: la creación de servicios de cuidados o la ampliación de servicios existentes, la formación de las personas cuidadoras, la regulación laboral y de servicios, la generación de información y conocimiento en torno a los cuidados, y la comunicación. En este componente entran acciones de comunicación que contribuyan a la promoción del cambio cultural. Hay una línea de trabajo más informativa que dependerá directamente de las acciones que finalmente se desplieguen en cada uno de los componentes. Pero hay toda una línea de promoción de la corresponsabilidad que resulta clave. Para una política que se plantea modificar la actual organización social del cuidado a partir del reconocimiento, la reducción y la redistribución de las tareas de cuidados, contar con una estrategia de comunicación orientada a la promoción del cambio cultural que modifique las representaciones sociales en torno al cuidado es fundamental. Esta estrategia deberá contener acciones orientadas a sensibilizar a la población en torno al derecho al cuidado y su exigibilidad, pero también en términos de derechos y obligaciones de quienes brindan y quienes reciben cuidados.

Se trata de propiciar un profundo cambio cultural que a la vez que valorice las tareas de cuidados, desnaturalice los roles de género, teniendo como horizonte que los varones puedan comprometerse con el cuidado cotidianamente, permitiendo que las mujeres puedan recuperar espacios de autonomía y libertad para desarrollar sus proyectos de vida. En este sentido, resulta clave desarrollar este componente desde la propia educación promoviendo que la socialización de niños y niñas se den sobre la base de nuevas representaciones sobre el cuidado hacia ese modelo corresponsable que se intenta impulsar.

El movimiento sindical tiene mucho para aportar en este sentido facilitando la participación de las trabajadoras, promoviendo cláusulas de género y cuidados en la negociación colectiva que efectivamente promuevan la corresponsabilidad y no que refuercen roles de género.

Otro aspecto relevante es promover el uso de licencias parentales por parte de trabajadores varones. Hoy los varones representan solo el 2% de las personas que se acogen al beneficio, y está demostrado que esta decisión puede estar relacionada con normas de género que ponen en cuestión el grado de responsabilidad de los varones respecto de las mujeres en el cuidado de hijos e hijas.

Que el Foro se realice en un año electoral ¿Tiene particular relevancia en un eventual mayor compromiso de las y los candidatos que aspiran a gobernar el país, para adoptar medidas que estén en sintonía con las necesidades que ustedes señalan?

En el marco de un nuevo proceso electoral, y luego de nueve años de implementación, los actores que convocamos el Foro consideramos que es necesario dar un nuevo impulso a la agenda de los cuidados en nuestro país. Este Foro se trata de ofrecer la arena para dar estos debates entre los más amplios sectores de la sociedad y generar propuestas con las que el sistema político pueda comprometerse. Junto con el desarrollo de estrategias decididas de promoción de la corresponsabilidad en el cuidado dentro de los hogares el SNIC se enfrenta al desafío fundamental de avanzar hacia la universalidad del Sistema de Cuidados, llegando a todas sus poblaciones objetivo: niños y niñas, personas mayores o con discapacidad que requieran cuidados y personas cuidadoras (sean remuneradas o no).

Para que este horizonte de universalidad comience a acercarse necesitamos hablar de cómo vamos a financiar esta política en los próximos cinco, diez o treinta años. Lejos de estar discutiendo una política de países ricos o que implique gasto, estamos hablando de invertir en el futuro.

Decimos que los cuidados vienen a constituirse en el cuarto pilar del bienestar (junto a la educación, la salud y la seguridad social). Pero la reflexión sobre el financiamiento está absolutamente ligada a esos otros tres pilares. En términos de educación, la inserción temprana de niños y niñas en centros de educación y cuidados contribuye a su autonomía y mejora sus futuras trayectorias educativas y laborales. En términos de salud los cuidados oportunos mejoran la calidad de vida de las personas mayores o con discapacidad, prolongan su autonomía, contribuyen a reducir gastos en llamadas de emergencia o internaciones generando ahorros al sistema de salud. En cuanto a la seguridad social la inversión en licencias y servicios de cuidados genera empleo de calidad y mejora las condiciones de quienes realizan trabajo de cuidados de forma remunerada aumentando así las contribuciones a la seguridad social. En síntesis, estamos hablando de inversión en una política con retornos directos en el bienestar de las personas, en la autonomía económica de las mujeres, en la creación de empleo en condiciones de trabajo decente, en la disminución de la pobreza, particularmente infantil. Se ha dicho alguna vez qué más caro que tener un sistema de cuidados es no tenerlo. Creemos que los debates y evidencias que se presentan en este Foro nos darán insumos para seguir insistiendo en esta idea.

Modificado por última vez en Martes, 23 Abril 2024 20:43
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