Italia: Delegada de Salud del PIT-CNT denunció ante OIT el manejo de la crisis del agua por parte del gobierno
Aunque ya no sorprenda, el ministro de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Pablo Mieres, volvió a colocarse de forma irrestricta en el mayor vocero de los empresarios, cuando aseguró que no considera que la situación actual de emergencia hídrica amerite que las empresas se encuentren obligadas a proporcionar agua embotellada a sus empleados. "Hay una normativa vigente que habla de la obligación de brindar agua en condiciones bebibles para los trabajadores", sostuvo. El ministro se refirió al artículo 8 del decreto 186/004, que reglamenta el artículo 289 de la Ley 15.903 de la Rendición de Cuentas de 1986, y argumentó que "cada empresa puede tomar la definición que corresponda".
Empero, el ministro tuvo la mala suerte que una delegada de la Secretaría de Salud del PIT-CNT, justo esta semana se encontraba participando de un módulo de diálogo social y negociación colectiva en una instancia de la OIT que se desarrolló en Turín, Italia. Carolina Arcuri, quien además es integrante del Ejecutivo de COFE, fustigó las declaraciones de Mieres y trasladó la preocupación del movimiento sindical uruguayo porque la actitud del Poder Ejecutivo, estaría vulnerando compromisos internacionales asumidos por el Uruguay en materia de diálogo social y negociación colectiva como así también en relación a garantizar que las y los trabajadores tengan acceso a agua potable en sus trabajos.
Más allá de las declaraciones sobre si el agua es “bebible”, no apta para embarazadas, si es “intomable”, desde el PIT-CNT y particularmente desde la Secretaría de Salud se reclamó una actitud seria, independiente y no tomando parte en defensa de las empresas, y obviamente, en el marco del diálogo social, respetando los carriles correspondientes.
“No parece muy serio que el ministro salga de vocero de las empresas, a protegerlas por las dudas, adelantando su opinión personal, cuando se trata de temas tan delicados como el agua potable y la salud de las personas”, remarcó Arcuri.
Así las cosas y en el marco de una situación que, a todas luces al presidente de la República “se le fue de las manos”, tendrá que responder en el ámbito del Consejo Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo (CONASAT) y posiblemente, ante la OIT, por las decisiones erráticas y peligrosas en el manejo de la crisis del agua potable.