Crisis, historia, movimiento sindical y democracia
Lo que inicialmente comenzó como una entrevista para conocer con mayor detenimiento algunos aspectos centrales del posicionamiento del movimiento sindical en torno al anteproyecto de ley de reforma de la seguridad social, derivó en un repaso a la historia reciente, en clave de perspectiva, a 20 años de la crisis del año 2002, en especial, sobre el rol del movimiento sindical en general y del sindicato bancario en particular, en aquel momento determinante del país.
El secretario general de AEBU y responsable de la Secretaría de Prensa y Propaganda del PIT-CNT, Fernando Gambera, una vez culminada la sesión del Secretariado Ejecutivo de este martes y antes de partir de la central sindical rumbo a la Ciudad Vieja, se detuvo unos minutos frente a una foto que lo sorprendió. Ahí estaba enmarcada, la mirada intensa, profunda, conmovedora, del dirigente bancario Juan José Ramos. Una foto que había permanecido durante algunos años en una caja sellada, ahora ocupa un lugar destacado en una de las oficinas de trabajo cotidiano de la central sindical. Gambera observó la imagen en silencio durante algunos minutos y luego se refirió a distintos aspectos de la construcción democrática y al compromiso institucional del movimiento sindical con el país.
Consultado sobre el anteproyecto de ley de reforma de la seguridad social, el integrante del Secretariado Ejecutivo dijo al Portal sindical que ha quedado evidenciado que “estamos ante un gobierno de promesas incumplidas” y que aplica medidas y acciones que “quitan derechos fundamentales”. Acusó al expresidente Julio María Sanguinetti de recurrir a “la vieja historia de gobernar en base a sembrar el terror y el miedo”.
Gambera sostuvo que el ministro de Trabajo, Pablo Mieres, se equivocó cuando afirmó que el PIT-CNT "se apuró" a la hora de cuestionar el proyecto de reforma de la seguridad social. En este sentido, Gambera afirmó que el ministro sabe, “mejor que nosotros que este es un gobierno que prometió que no iba a aumentar tarifas y las aumentó; prometió que no le iba a meter la mano en el bolsillo a los trabajadores y ya hay un 5% de pérdida de ingreso real que no lo vamos a ver nunca más; prometió que no iba a aumentar la edad para poder jubilarse y la está aumentando. Por tanto, el movimiento sindical no reacciona de forma apurada. Ante la realidad es que alertamos a los trabajadores y a la ciudadanía en general de que estamos ante promesas incumplidas. Miramos con sentido crítico las medidas y acciones de un gobierno que quita derechos fundamentales. De acuerdo a la literatura y a lo que sostiene la OIT, un tema tan importante como la reforma de la seguridad social debe ser producto de un diálogo social y esto acá no ha existido”, subrayó.
El secretario general de AEBU se refirió también a recientes declaraciones del expresidente Julio María Sanguinetti sobre el anteproyecto de reforma. “Tuvimos que ver al expresidente (Julio María) Sanguinetti opinando sobre el proyecto de la seguridad social, incluso antes que el Partido Colorado (PC) supiera qué contenía el mismo. No se entiende el procedimiento utilizado a la hora de difundir el proyecto y lo peor es que personajes como Sanguinetti vuelvan a la vieja historia de gobernar en base a sembrar terror y miedo. Haciendo afirmaciones que no se sabe en qué cifras están basadas. Por lo que los integrantes del gobierno antes de criticar para afuera deberían mirar para adentro de la coalición”.
En torno a los aspectos que preocupan del proyecto de la seguridad social, Gambera afirmó en primer lugar que el punto de partida es el diálogo social. "Cualquier proyecto de régimen jubilatorio está basado en la forma con la cual se financia. Se ha pedido patriotismo y omiten mencionar que los trabajadores actualmente aportamos el doble a la seguridad social que los patrones. ¿Eso se podría interpretar que somos el doble de patriotas?", ironizó. "Por eso el reclamo de instalar una mesa de discusión con toda la documentación y los números a fin de definir un régimen efectivamente solidario y justo, que le asegure a las futuras generaciones una jubilación digna. Esto significa un esfuerzo de todas las partes y no sólo de los trabajadores. El Estado tendrá que definir una forma tributaria que ayude a financiar. Dejarlo en que tendrás tu cuenta personal y podrás tener tu ahorro individual es apostar a un cheque en blanco. Es sumamente difícil, por no decir imposible, determinar que cuando alguien se quede sin empleo evaluará temas de ahorro. A duras penas verá cómo hará para comer. Ya tenemos la experiencia de la década de los 90 con las AFAP y sus resultados negativos", recordó.
Las lecciones de la historia
Consultado por el Portal del PIT-CNT sobre el punto actual del conflicto que AEBU mantiene con Citibank, el secretario general del sindicato bancario y referente de comunicaciones del movimiento sindical dijo que hay un nudo provocado por la falta de diálogo de las autoridades del Citibank. En este sentido, recordó que AEBU tiene vasta experiencia en la generación de "bolsas de trabajo", algo que fue determinante en la salida de la crisis del año 2002. Precisamente, repasó el proceso de recuperación de los puestos de trabajo en el sector en los años posteriores a la crisis y reveló que incluso en 2005 aún permanecían 1500 trabajadoras y trabajadores bancarios en la bolsa de trabajo y podían salir adelante a través de un fondo solidario creado especialmente por el sindicato. Gambera repasó de qué forma se pudo mejorar la currícula de aquellas trabajadoras y trabajadores, y apuntó que en el año 2010 "todas y todos estaban insertados en el sistema bancario", ya que los bancos habían aceptado que "a la hora de necesitar personal recurrían al banco de datos que creó AEBU. Con esa experiencia acumulada, donde bancos y trabajadores encontraron soluciones se logró reubicar a 1.500 personas. ¿Cómo no se va a poder encontrar una solución para seis compañeros ahora?", interpeló. "El problema que encontramos es que del lado de la gerencia general del Citibank se dice que no tienen nada que negociar, que pagan lo que corresponde y chau. Como si seis sueldos significaran algo para esta empresa. Sin embargo para los trabajadores que ya tienen la mitad de su vida activa es difícil perder su empleo. Eso no se paga con ninguna plata, se paga con la lucha de un sindicato que prioriza la fuente laboral, porque la plata va y viene. Por eso seguiremos hablando con todo el mundo: ya hablamos con la gerencia en San Pablo, Brasil. También seguiremos golpeando todas las puertas hablando de la empresa multinacional Citibank, con el gobierno nacional y con el resto de los bancos multinacionales que están en el país”.
Crisis
A 20 años de la crisis del 2002, Gambera destacó que se debe rescatar el aprendizaje que dejó para la sociedad toda. “Sin olvidar todo lo negativo y duro que resultó para muchísima gente, la crisis también nos refiere al recuerdo de compañeros que ya no están y que fueron determinantes en la búsqueda de salidas para el país. Ahora veo acá la foto de Juanjo Ramos, que fue un dirigente que dijo muchas cosas que no hubiéramos querido escuchar. Pero era lo que estaba pasando y adelantó lo que iba a pasar. A los trabajadores bancarios les pasó lo que le pasó a todo el Uruguay. Juanjo decía que de nada valía la existencia de empleados del sistema financiero prósperos en un país que no prospera, ni tiene modelo productivo, ni tiene trabajo bien pago y decente para el resto de la gente. Por lo que el sistema financiero es próspero en la medida que está al servicio de un modelo de crecimiento y desarrollo, no de la especulación, decía y cuánta razón tenía”, reflexionó.
Foto: Ricardo Antúnez
Asimismo, recordó que el Uruguay bajo la dictadura pero también con algunos gobiernos posteriores, se transformó en una "plaza financiera, por no decir paraíso fiscal" y que el "secreto bancario" fue definido por AEBU como “pan para hoy y hambre para mañana; el 2002 fue la demostración de que colapsó ese Uruguay paraíso fiscal. Hoy nos encontramos a un 2002 recordado por lo bueno, por el republicanismo, por el rol del ministro Alejandro Atchugarry y algunos aspectos del estilo que compartimos. Pero se debe aprender de lo que se hizo mal, ya que no todo vino de afuera. Lo que sucedió fue producto de las malas decisiones tomadas durante la dictadura y en los primeros años de democracia. Y eso se pagó duro y caro. A tal punto que se pensó en cortar la cadena de pagos y que podíamos quedarnos sin atención a nivel de la salud. Estas cosas hay que recordarlas y nos deben servir de aprendizaje”, subrayó. "En aquella oportunidad, el movimiento sindical demostró su convicción democrática, que primero están las instituciones y la libertad, para poder dar todos los debates y las peleas del mundo. Pero ni bien falta uno de esos factores, la democracia y la libertad, los que más la pagan somos los de abajo, los trabajadores y la gente más débil. Producto de la trasmisión de experiencias y conocimiento generación tras generación, el movimiento sindical estuvo a la altura de participar de la Concertación para el Crecimiento con distintos sectores, como arroceros, productores rurales y más. AEBU, además, generó reuniones con los deudores que quedaron en esa situación trabajando y no especulando. Con los ahorristas perjudicados también se llevaron adelante reuniones a fin encontrar las mejores soluciones para los damnificados. Por tanto, son recuerdos necesarios para no perder la memoria, para recordar la historia en su punto justo y pensar en clave de futuro”.