Marcelo Abdala: "Las firmas están"

Jueves, 24 Diciembre 2020 09:14
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Se termina un año complejo, duro, que trajo un cambio cualitativo. A partir del 1° de marzo asumió un gobierno de un carácter distinto al anterior, que en este caso representa de manera directa los intereses del gran capital, especialmente asociado al sector financiero y al agronegocio. Y era previsible que esa composición de clase iba a determinar un ajuste contra la clase trabajadora y contra las grandes mayorías.

Desde nuestra perspectiva, hay dos grandes motores de esa transformación. La primera es una cuestión de carácter global, porque en todo el mundo el capital viene procesando formas más agudas de explotación en busca de detener la caída de su margen de ganancia. En América Latina sin duda que se procesó una contraofensiva al imperialismo norteamericano muy vinculada a su dilema geopolítico, es incontenible el ascenso de China en la economía internacional y ellos requieren a una América Latina controlada para extraer todos los recursos naturales que les sean necesarios. Por eso hay un clima de derechas en general en toda América Latina. Pero también desde nuestra perspectiva, contribuyen a esta situación los propios límites del progresismo que no supo, no pudo y no logró generar caminos para la integración profunda de América Latina; hacer más compleja la matriz productiva, buscar una inserción internacional distinta, no tan dependiente y edificar formas nuevas de radicalizar la democracia y de empoderar a los pueblos en el continente para lograr que las  transformaciones sean irreversibles. Y a este escenario, hay que sumarle la pandemia,  que es un fenómeno global, porque casi todo ahora lo es. Estamos en una fase nueva de la mundialización, no solamente del capital, las trasnacionales, los organismos  financieros multilaterales, la circulación del capital financiero y hasta la cultura que tiene elementos de mundialización, sino también las enfermedades.

Y esta combinación es muy negativa para los sectores más desposeídos. Una pandemia que expulsa gente del trabajo, con un gobierno que viene a procesar un ajuste feroz contra los más vulnerables. Y ha quedado evidenciado que el planteo del PIT-CNT sobre un ingreso básico de emergencia nunca fue contemplado, ni siquiera contestado, por el gobierno.

Antes de la pandemia asistimos a un formidable 8 de marzo con el protagonismo de las mujeres, con un mensaje de respeto a la diversidad, con la reafirmación multitudinaria y contundente que los derechos no se tocan. Y allí se vio una vez más una efervescencia que es absolutamente positiva de los feminismos, que son una vertiente central de un movimiento más amplio y que es emancipador. Y posteriormente y ya con la pandemia instalada, desplegamos aquí, en esta Patria de Artigas, el 1° de mayo más grande del mundo, en términos relativos y absolutos. Y luego vinieron otras movilizaciones todas desarrolladas con estrictos protocolos de cuidados.

En condiciones tan particulares, pudimos concretar -en un marco de mucha amplitud y de unidad sin exclusiones en todos los campos del quehacer popular- la iniciativa de recolección de firmas para ir hacia un referéndum contra la LUC y que el pueblo decida.

Es decir, ha sido un año de lucha y en el que hemos trazado algunos ejes centrales que se desarrollarán durante el 2021. Y está claro que hay problemáticas que trascienden los almanaques. La pandemia exacerbó las desigualdades existentes en el capitalismo. No es lo mismo la pandemia en un hogar pudiente, donde quien no trabaja tiene el «colchón» necesario para vivir, que en uno en el que si la gente no trabaja, no come. Por eso salimos urgentemente a reclamar un ingreso básico en la emergencia para feriantes, vendedores ambulantes, artistas y todo aquel que vive del circulante. Pero el  gobierno sigue caprichosamente aferrado a no considerarlo.

La respuesta entonces, se organizó desde el movimiento obrero con el tejido de organizaciones sociales en una alianza que no es de ahora, es histórica. Y esa construcción social popular ha recibido ataques. Creo que durante mucho tiempo se fue gestando un claro ambiente contrario a todo lo colectivo y específicamente contra el movimiento sindical. Obviamente que la respuesta a esto es dar la batalla cultural, ideológica y trenzar al movimiento obrero con las más amplias organizaciones de la sociedad civil.

Particularmente entendemos que la Intersocial es estratégica, se trata de coordinar miradas, necesidades y plataformas. Y también es levantar la cabeza rumbo a la construcción de un programa de transformaciones que apunte a un camino de desarrollo para nuestro país en el marco de los acontecimientos América Latina, para profundizar la democracia, generar trabajo de calidad, y para desmercantilizar cosas que el capital convierte en mercancías y que son nuestros derechos a la salud, la vivienda y la educación. La Intersocial es un proceso que comenzó este año pero que se proyectará con más fuerza aún en 2021.

Otro mojón que marca la historia y se produjo este año fue la concreción de la Confederación de Sindicatos Industriales. Yo creo que es uno de los acontecimientos sindicales más importantes del año porque, sin desmedro de la singularidad y la identidad de cada organización, se trata de un conjunto de organizaciones que dan un salto cualitativo y crean una organización superior que apunta a unir a todos los trabajadores de la industria manufacturera, que producen bienes transables, que no tienen el trabajo asegurado y se juegan el laburo todos los días. Creo que es muy interesante que pueda existir una interlocución fluida entre esta organización con los sectores empresariales industriales y con el propio Poder Ejecutivo, para potenciar la industria nacional y solucionar los problemas existentes.

Por muchas razones entonces, el año que se termina dejó huellas, exhibió la peor cara del capitalismo, los silencios del gobierno y su falta de respuesta y de soluciones para los sectores más desprotegidos de la sociedad y una vez más, quedó claro que el movimiento obrero y las organizaciones sociales son las que han sacado la cara por los que quedaron a la intemperie. La solidaridad organizada fue la respuesta de los de abajo para los de abajo. El 2020 también será recordado por eso. La interacción del PIT-CNT con las ollas populares es un reflejo de una ética práctica que no pasa por declaraciones públicas, sino en la práctica: la unidad y la solidaridad.

Y a la hora de mirar hacia adelante deberemos insistir en los cuidados, en cuidarse y cuidarnos colectivamente y de manera solidaria. Y ahí estuvimos, estamos y estaremos detrás de las indicaciones de nuestros científicos que desde el GACH nos señalan el camino que tenemos que tomar.

El 2021 nos tiene que encontrar más unidos que siempre, organizando nuestra fuerza,  sumamente solidarios y lo tendremos que construir colectivamente. Nosotros apelamos a una amplísima participación de los trabajadores, a que se puedan desplegar los Consejos de Salarios de manera normal, a que nos cuidemos ahora para poder retomar la iniciativa programática el año que viene con propuestas concretas como las luchas que vamos a tener para que todo el mundo firme en defensa del trabajo, de la educación, de las empresas públicas, de las garantías individuales y colectivas contra la LUC. Y nos tendremos que preparar para todo esto. Para defender los intereses de los trabajadores en los Consejos de Salarios y en todos los ámbitos.

Y por supuesto, el 2021 será el año de las firmas.

Será el año de lograr un gran debate nacional. Por ello saldremos a recolectar las firmas a lo largo y ancho de todo el país. Y en este punto me parece importante señalar que sería bueno que firmen incluso aquellos que están de acuerdo con la LUC, porque lo que están firmando es que el pueblo sea el que decida. Y por ello sería importante que todo el pueblo uruguayo respaldara esta convocatoria. Recordemos que la LUC fue votada en pandemia en un plazo exiguo que recortó absolutamente el debate parlamentario. El PIT-CNT tuvo media hora en el Parlamento para dar sus puntos de vista y los legisladores no hicieron ni una sola pregunta.

Por tanto, lo que nosotros estamos organizando es un gran debate nacional.

Y será cuestión de organizarnos más y mejor para salir casa a casa, puerta a puerta. Pero las firmas están.

Marcelo Abdala

Secretario General del PIT-CNT

Modificado por última vez en Jueves, 24 Diciembre 2020 10:37
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