Algunas conclusiones del anteproyecto de Ley de Urgente Consideración y su impacto en ANTEL
El anteproyecto de Ley de Urgente Consideración (LUC) del gobierno de Luis Lacalle Pou y su coalición multicolor en lo referente a las telecomunicaciones busca minimizar al máximo el rol de ANTEL, impidiendo que continúen con los proyectos e inversiones que han llevado a Uruguay a los primeros lugares en la región y en el mundo en materia de telecomunicaciones. Asimismo, aniquilar los proyectos llevados adelante en estos últimos años que han permitido que Uruguay tenga los mejores índices en acceso a internet, logrados a través de las inversiones en despliegue de fibra óptica, cables submarinos, data center, despliegue de tecnología de vanguardia como en 4G y 5G, el Antel Arena, planes como universal hogares, Antel Integra, que han permitido que todos los uruguayos puedan tener servicios de internet de calidad y contar con las herramientas necesaria a través de computadoras recicladas y dándoles conocimientos y capacitación.
ANTEL en estos últimos años ha logrado ser una Empresa Pública exitosa que además de contribuir a las finanzas públicas, ha tenido un rol social preponderante sin descuidar su eficiencia económica y sus grandes aportes a rentas generales.
Todos los cambios que se proponen en esta ley (LCU) atentan contra nuestra empresa pública de Telecomunicaciones, la debilitan y la colocan en una situación de total desventaja competitiva con grandes multinacionales a las que solo lo que les interesa aumentar sus ganancias y no brindar un servicio universal y de calidad de cara a la toda la sociedad.
Todas estas propuestas, derogación artículo 56 de la Ley de Comunicación Audiovisual, reformas del marco regulatorio, reforma del régimen jurídico de URSEC y sus competencias, Regla Fiscal, control de las Sociedades Anónimas del Estado, Agencia de Monitoreo y Evaluación de Políticas Públicas, entre otras, colocan a Antel en una situación de desventaja brutal frente a sus competidores, debilitando a nuestra Empresa Pública para que deje de ser eficiente y rentable.
En conclusión, estamos ante medidas que atentan contra ANTEL y la empujan hacia al fracaso, al igual que los gobiernos blancos y colorados que en 1992 y 2001 pretendieron aniquilar a ANTEL, privatizándola y entregar las Telecomunicaciones a las grandes multinacionales.
Los trabajadores de ANTEL no podemos permitir este atropello y que se burlen de la decisión de nuestro pueblo que en 1992 y 2001 fue muy claro en las urnas y con su firma. ANTEL no se vende, es estatal, pública y eficiente. SUTEL ha luchado, triunfado y avanzado en la defensa de las telecomunicaciones.
Mesa Ejecutiva
12 febrero, 2020
