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López (COFE): “El control de las fronteras es una responsabilidad de todos”

Viernes, 07 Septiembre 2018 15:56
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José Lorenzo (Joselo) López, Secretario General de la Confederación de Obreros y Funcionarios del Estado (COFE), denunció los problemas que existen hoy, a la hora de llevar adelante los controles correspondientes, en la Aduana, la Aviación Civil, la de Migraciones, la de Agricultura y Pesca. Manifestó la preocupación existente ante “los controles y fiscalizaciones que debe realizar el Estado en el territorio nacional; fundamentalmente en lo que se refiere a la frontera. Todo esto es producto del ajuste fiscal que viene llevando adelante el gobierno y que determina un achique del Estado en áreas estratégicas. Algo que parece ser la única y verdadera reforma del Estado que ha llevado adelante el Poder Ejecutivo”.

Destacó el dirigente de COFE que “no se están llenando las vacantes en lugares imprescindibles y estratégicos para el país como lo son a modo de ejemplo, la frontera seca la cual involucra a varios organismos estatales tales como el Aduanas, Migraciones, Dirección de Transp.orte, paso de fronteras del Ministerio de Defensa, MGAP entre otros . En las últimas horas se han conocido determinadas declaraciones públicas que cuestionan los controles y los mismos no se han podido realizar a raíz de la política que lleva adelante el Poder Ejecutivo de no contratar nuevo y más personal para cubrir las necesidades básicas de estos servicios.  Es realmente preocupante que no se llenan las vacantes que se han generado desde hace años y es mas preocupante aún la perspectiva hacia el futuro ya que muchos trabajadores que cubren esos controles tienen causal jubilatoria. Cada vez hay menos personal y la administración central ve debilitado gran parte de los sectores estratégicos que cubre”.

López fue categórico al momento de señalar que “la madre de todas las reformas que planteo el gobierno se convirtió en que la montaña parió un ratón y la verdadera Reforma es esta, achicar el Estado en lugares estratégicos y necesarios para el control, la fiscalización y la defensa de la soberanía nacional. Luego la gente se cuestiona porque pasan determinadas cosas y estas cosas pasan porque no hay controles y se siguen desarticulando esas áreas. A esto se le suma el hecho de que las condiciones de trabajo de los pocos que quedan son muy complicadas. Por ejemplo en Paysandú en el puente Paysandú Colon las condiciones de trabajo son paupérrimas, existen problemas de falta de personal, de salud y de higiene y seguridad”.

Se adjunta comunicado de COFE:

Montevideo 4 de setiembre de 2018

COFE ALERTA A LA POBLACIÓN EN GENERAL

“Nuestro trabajo son tus derechos y seguridad”

FRONTERAS DESCARNADAS, RESPONSABILIDAD DE TODOS COFE comunica a la ciudadanía la realidad de algunas instituciones encargadas del control de las fronteras, no con el ánimo de alarmar, sino de alertar. Pero claramente, a corazón abierto, porque los sindicatos sufren y los trabajadores se ven embargados por la impotencia cuando se observa lo que ocurre y no existe una conciencia acorde para enfrentarlo y revertirlo. Particularmente, se exponen aquí las falencias de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), la Dirección Nacional de Aviación Civil (DINACIA), la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) y el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP) que rayan en la omisión más preocupante de sus cometidos.

Dirección Nacional de Aduanas (DNA)

La DNA es una de esas instituciones que debe velar por la seguridad de la sociedad uruguaya y en particular también apoyar al desarrollo económico del país a través del control de las mercaderías que cruzan sus fronteras. Según su misión, promueve la facilitación y seguridad en el comercio, vigilando y fiscalizando la importación, exportación, tránsito, circulación, almacenamiento y permanencia de las mercaderías en todo el territorio nacional, combatiendo los ilícitos aduaneros y el incumplimiento de la normativa aduanera, sin perjuicio de los demás cometidos que le asignen las leyes y reglamentos, desarrollando su gestión dentro de los principios de legalidad, integridad, eficiencia, eficacia, profesionalismo y transparencia, en pos de salvaguardar los derechos de los habitantes de nuestro país..

Ahora bien, la realidad Aduanera hoy se encuentra en una situación crítica y preocupante, en tanto el diseño actual de la DNA, y en particular la falta de personal, no permite cumplir a cabalidad sus cometidos, atentando así contra la viabilidad de todas las premisas antes mencionadas.

En la actualidad la DNA cuenta con 716 funcionarios presupuestados, de los cuáles 256 tienen 60 o más años, existiendo una carencia crítica de personal, que se agravará en el corto plazo.

Cuando se atiende a temas candentes como el tráfico de dinero, drogas o armas por el territorio nacional, cuando terceros países reclaman información sobre tales tráficos, o cuando el empresariado nacional reclama por el contrabando, ya sea de combustibles o por la competencia desleal de otras mercancías, y particularmente, aquellas cuya calidad alimenticia pudiera estar en tela de juicio, la falta de personal es clara y significativa.

La absoluta falta de control en determinados puestos de vigilancia denunciada por el sindicato a la DNA no es tenido en cuenta por su Dirección. Cabe resaltar que Aduanas cuenta con 38 puestos de control donde deben cubrirse horarios nocturnos, con condiciones laborales adversas, cumpliendo funciones a la intemperie, con frío, calor, lluvia, sin vestimenta apropiada, sin señalización y sin terminales informáticas imprescindibles para el cumplimiento de las tareas.

Por estos días se pone en la palestra el caso de un puerto privado en Carmelo (Puerto Camacho) indicado en Argentina como parte de la llamada ‘ruta del dinero K’, donde los controles aduaneros son a demanda, es decir, cuando se solicitan. Por similares investigaciones se señaló antes el caso del aeropuerto de Melilla, mismo que funciona en un horario acotado (de 7 a 19 horas), sin funcionarios en las noches dado que no se autorizan vuelos si bien a menudo se denuncian actividades. Sin embargo, nada se dice de los muchos resguardos clausurados recientemente, entre otros: Batovi, La Coronilla, Puente Mauá, Nuevo Berlín, Santa Lucía; todos importantísimos cruces de fronteras que ya no están operativos y sin fiscales en los depósitos intraportuarios.

Vale subrayar que, si la Aduana no cumple sus funciones básicas de contralor del tráfico de mercancías por las fronteras, ajustando ese tráfico a las leyes vigentes del país y la región, no solo están en riesgo los inconvenientes aparejados por los tráficos ilegales, ya sean drogas, armas, dinero o personas; sino que se generan múltiples inconvenientes que pueden ir desde la caída de la competitividad económica, la crisis, el desempleo o hasta conflictos diplomáticos con países vecinos. Los cambios macroeconómicos derivados del reciente desplazamiento del tipo de cambio en Argentina, ya es denunciado por las autoridades de los departamentos fronterizos y el empresariado nacional que se ve afectado por las compras del otro lado de la frontera. Eso sin duda, se reflejará en una caída de la actividad económica en el país, el empleo, los salarios, en fin, pone en riesgo la estabilidad económica o quizás política.

Los análisis de riesgos llevados a cabo por la misma Dirección Nacional muestran que la frontera uruguaya es débil y vulnerable para los controles de ingresos de dinero, armas, drogas e incluso tráfico de personas. Con la plantilla de funcionarios actual de la DNA, es imposible tener un país y por ende una sociedad segura en los aspectos fiscalizadores que le competen.

Todavía hay tiempo para tomar conciencia de la importancia de estos cometidos que hoy no se realizan a cabalidad por la falta de personal, de infraestructura tecnológica, de adecuación de la estructura administrativa a los actuales desafíos, de abandono de puestos esenciales en pasos de frontera expuestos al tráfico ilegal. Se conocen las restricciones económicas, pero los controles fronterizos son parte central en el resguardo de la soberanía nacional, es también una cuestión de seguridad externa y seguridad interior, y es fundamentalmente, más bienestar para la ciudadanía, más defensa de derechos y sus formas de vida.

Dirección Nacional de Aviación Civil (DINACIA)

Otra de las dependencias del Estado que se encargan de la seguridad de las fronteras, y por ende también, de la seguridad de la población, es la DINACIA porque de ella depende la fiscalización de los cielos y también la seguridad aeronáutica del país que va mucho más allá de que los aviones y otros objetos con motor que puedan volar. La DINACIA (Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica) tiene por Misión, entre otras cosas: “Ejecutar la política aeronáutica civil de la República de acuerdo a las normas... supervisando en forma continua la seguridad operacional y ejerciendo la dirección y contralor de las actividades aeronáuticas civiles”.

Demás está decir, que mantener esa “seguridad operacional” de todos los aeropuertos y regular toda la operativa de la aviación civil en el país, requiere de una mano de obra formada y certificada por los organismos

internacionales, entrenada y eficiente, con capacidad de control de todo el territorio y apoyada en un sistema de infraestructura tecnológica acorde para tales fines.

En las recientes denuncias de tráfico de dinero desde Argentina que involucran a Uruguay como destino final o de tránsito, se ponen al descubierto las falencias que tienen los controles del sistema de aviación civil, ya no solo en el cuidado y supervisión de los tráficos ilegales por los cielos o posibles aterrizajes clandestinos sino en varios de los aeropuertos importantes del país. Al igual que el ejemplo de Aduanas, este caso amerita una readecuación del cuidado de los espacios aéreos del país, para que éste no sirva a negocios ilícitos o incluso que pusiera en riesgo la seguridad nacional del territorio.

Invertir en la misión que cumple la DINACIA, es proteger la seguridad de los habitantes, la inserción internacional de un país que se auto-promueve como de libre circulación de personas y mercancías a través de sus aeropuertos libres, que se proyecta como un espacio turístico y geográfico de acogida para visitantes, es deber de todos exigir la excelencia de este servicio para tener el derecho de disfrutar luego de sus beneficios.

Sin embargo, la DINACIA cuenta con apenas 478 funcionarios, donde el 46,44% ya tiene causal jubilatoria y el 27,8% tiene más de 61 años.

Valga puntualizar la dificultad que presenta el enclave institucional de la DINACIA en el Ministerio de Defensa Nacional, especialmente porque su estructura administrativa, supeditada a mandos jerárquicos, lineales y autoritarios de corte burocrático militar, genera rigideces en las decisiones sin permitir una auditoría constante e independiente de los mandos como lo exige la dinámica de los tiempos que corren.

Tomar en serio la realidad de la DINACIA hoy, debatir sus necesidades (ya sea de ingreso de personal, de formación y de infraestructura tecnológica), señores integrantes del Poder Ejecutivo, señores Parlamentarios, Ciudadanos todos, es una cuestión de seguridad nacional, y es también una cuestión de derechos.

Dirección Nacional de Migraciones (DNM)

Al Ministerio del Interior le competen "los servicios internos relativos a la migración, contralor y vigilancia de la entrada, permanencia y salida de personas”. Particularmente, al caso de la DNM, “es responsable de poner en ejecución las disposiciones vigentes sobre migración”.

Uruguay es un país de fronteras abiertas, donde en los últimos años se potenció la inmigración, en especial provenientes de América Latina, de varios países que sufren inestabilidad económica y sus habitantes buscan nuevos horizontes laborales. El país se caracteriza por su pequeña población, baja natalidad, pero a su vez por ser un lugar históricamente de acogida para la población inmigrante, buena parte somos hijos o nietos de esos inmigrantes. Asimismo, se vuelve una opción más que apetecible para la llegada de personas por la relativa facilidad en que se consigue la residencia y se hacen ingentes esfuerzos para agilizar los trámites requeridos para obtener la documentación necesaria para incorporarse al mercado laboral.

Sin embargo, la falta de controles fronterizos hace al país vulnerable a las organizaciones ilegales de tráfico o a la trata de personas para actividades que ponen en riesgo los derechos fundamentales de tales personas. Varias denuncias en los últimos años documentaron la trata laboral, particularmente trabajadoras domésticas o fabriles procedentes de Bolivia; se procesaron organizaciones por tráfico de chicas con destino al ejercicio de la prostitución desde República Dominicana u otras organizaciones que lucran vendiendo ilusiones falsas de trabajos muy bien pagos en el país.

La DNM es una parte fundamental del cuidado de las fronteras, especialmente, el tránsito de personas que entran, salen o la calidad en la que permanecen en el país. Actualmente la DNM cuenta con 31 Puestos de Control establecidos a lo largo y ancho del territorio, incluyen puertos, aeropuertos, puentes, controles terrestres, para cumplir el cometido de documentar la entrada y salida de personas del territorio nacional. Asimismo, existen otros 10 puertos deportivos donde llegan yates, veleros, lanchas deportivas, que no cuentan con control migratorio alguno y cuyo registro dependen de la voluntad e iniciativa del propio pasajero de concurrir a los puntos habilitados para registrar sus movimientos migratorios.

Sabido es por múltiples denuncias, que en el país existen lo que se llama a menudo “agujeros negros” donde los pasajeros que entran al país tienen la opción de seguir una ruta libre de controles migratorios. Especialmente, la frontera seca con Brasil está extremadamente expuesta por la fragilidad particular y la ubicación misma de sus controles. El folklore fronterizo muestra que cualquier lugareño, podrían guiar a cualquier interesado en eludir los controles con meros desvíos que no insuman costos de dinero o tiempo. En el argot popular estos “agujeros negros” es fácilmente encontrarlos en los pasos fronterizos de Rivera, Chuy, Rio Branco y Aceguá.

De los 31 puestos de control existentes habilitados con que cuenta la DNM, 11 de ellos operan a “requerimiento”, lo que claramente le quita eficiencia, seguridad y garantía a los controles que realiza la división de migraciones. Estimaciones del propio sindicato, AFUMIGRA, denuncia un déficit de personal del entorno de 350 funcionarios para dar cumplimiento a cabalidad de los cometidos de la división.

El sindicato, AFUMIGRA, desde 2011 viene denunciando la falta de personal para atender la operativa normal que le compete a la DNM, agilizando el pasaje y la documentación de las personas, con una atención adecuada y con los requerimientos de la normativa vigente. Y particularmente, ha planteado formas de reestructurar la ubicación de los controles para que no se potencien las entradas y salidas de personas que escapan a la documentación migratoria que las leyes obligan.

Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP)

Este es otro de los casos tipificados por alerta máxima, que también tiene que ver con el cuidado de las fronteras por el tráfico de materias primas, animales y manejo responsable de los recursos naturales que, especialmente por la falta de personal está incumpliendo funciones básicas de su razón de ser.

La Misión del MGAP (Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca) que lo define dice que: “...le compete fijar y ejecutar las políticas que contribuyen al desarrollo de los sectores agropecuarios, agroindustrial y pesquero, asegurar, promover y controlar el abastecimiento al mercado interno de alimentos y materias primas en cantidad, calidad y oportunidad, como procurar la inserción de la producción en los mercados regionales, extra-regionales; así como el uso y manejo sustentable de los recursos naturales, y la mejora de la calidad de vida de la población en general y en particular de la rural”.

Como se aprecia en la definición de sus potestades el MGAP, en un país que es esencialmente agroexportador, que vive del usufructo de sus riquezas naturales y del desarrollo agroindustrial, que tiene un buen nombre ganado con toda ley basado en su estabilidad institucional que asegura la calidad de sus productos que ofrece al mundo es una herramienta central.

Sin embargo, de los 1700 funcionarios que tiene el MGAP, hay 900 que tendrán más de 60 años a diciembre de 2019, por lo cual la situación se agravará en los próximos años.

En Industria Animal son 341 funcionarios de los cuales 157 tienen causal jubilatoria. En Barreras Sanitarias sólo son 100 funcionarios para controlar todos los pasos de fronteras del país. La frontera seca con Brasil tiene la mayor carencia de recursos humanos al igual que las realidades antes mencionadas de DNA, DINACIA y DNM. La estimación de la misma Administración sostiene que por cada paso de frontera se debe contar con 6 funcionarios para cubrir las guardias al menos con dos funcionarios por turno, la realidad actual es en Rivera (0 funcionarios), Chuy (2), Río Branco (2), Bella Unión (4), Masoller (0), Aceguá (1), entre otros.

Los controles de laboratorio, tanto animal como vegetal, no pueden cumplir con las tareas de controles sanitarios en territorio, ya que en muchos departamentos hay solo dos ayudantes y un veterinario. No debería esperarse a que algún mercado de alta exigencia suspenda la habilitación de las plantas frigoríficas, ya sea por falta de personal para controlarlas o por omisiones en el Laboratorio Oficial y en los Servicios de Sanidad Animal en el campo.

Si se aspira a mantener el invaluable activo que implica el respeto de los mercados internacionales por los productos uruguayos, debe necesariamente tomarse en serio el control sanitario de las fronteras, particularmente porque se sabe que enfermedades como la brucelosis, aftosa y algún tipo de sarna que se creía erradica del país son moneda corriente allende fronteras. ¿Cómo se asegurará el estatus sanitario si no alcanzan los funcionarios que lo vigilan? ¿Cómo será posible mantener una adecuada competitividad frente a mercados internacionales cada vez más exigentes?

La situación es grave en todos los servicios del MGAP sin excepción. Salvaguardar la “marca país” que a menudo se destaca, controlar las extensas fronteras y cuidar la sanidad animal, cuidar los suelos de complejos productivos que utilizan una dotación intensiva en químicos altamente contaminantes, no solo defender la competitividad externa sino también la salud de la población a través de la calidad de bienes que consume el mercado interno, es también garantizar derechos y preocuparse por la seguridad de todos.

Consejo Directivo Nacional de COFE

Modificado por última vez en Viernes, 07 Septiembre 2018 19:53
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