“Es preferible emocionar que sorprender”

Lunes, 20 Noviembre 2017 15:57
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Como una gran celebración de la música, pero también de compromiso con la cultura, con su tiempo y la creación, Larbanois & Carrero celebran  este año sus 40 años de trayectoria. Ellos son parte del aire que respiramos, causa y efecto de construir un camino juntos. Trabajadores de la cultura, incansables componedores de una historia colectiva de la que somos parte. Los trabajadores y el PIT-CNT estamos tan agradecidos como emocionados por el compromiso, coherencia, aporte y por la palabra compartida, hecha canción, de Larbanois & Carrero. Compartimos aquí la segunda parte de una charla entrañable que un equipo del Portal del PIT-CNT mantuvo una mañana de sábado en el estudio y espacio de trabajo y creación que tiene en su casa, Eduardo Larbanois.

Hablar de creación artística y de un recorrido de tantos años es también referirse a los espacios compartidos, a familia, a hogar…

Es todo un tema, especialmente en la cotidianidad, porque tenés que hacer un mandado, que limpiar, lavar la cocina, es bravo. Y vos no tenés horario, pero como dice Picasso, la inspiración es libre pero hay que laburarlo para poder desarrollarla, y tenés que andar buscándola. Personalmente no creo en llamarla, no creo que aparezca en un momento. En realidad cuando aparece es porque la has andado buscando, y en algún momento salta, de la conversación con alguien, de la lectura de un poema, de una noticia, de un libro, una palabra que dice alguien, “pah, esa es la que yo andaba buscando”.

Y eso sucede a la hora de sentarse a escribir imagino…

Yo no soy muy de escribir, o mejor dicho, escribo mucho pero no soy de mostrar mucho y hasta soy de romper mucho papel (risas). Es que mis aparceros han sido tan buenos que tengo que estar mínimamente conforme de estar a la altura, sentirme que uno está a la altura de su exigencia. Fijate que después de componer cosas con Rubito (Ruben Lena), con Washington Benavides, con Circe (Maia) y el Mario que es un bruto escritor, tengo que ver si amerita estar escribiendo... Pero yo  tenía una canción que había empezado cuando todavía se editaba la revista Humor y leí un artículo del Negro Dolina que me gustó mucho que se llamaba “las palabras máscaras”, que hablaba de la posición ética que va cambiando el sentido de las palabras, a veces a las antípodas, cuando vos querés decir “qué tipo brillante”, decís “qué hijo de puta”, una cosa así. Y eso lleva al desgaste de las palabras, mismo la palabra “Patria”, la palabra “Pueblo”. Entonces fui por ahí, por ese lado, hace como 20 años, y la línea melódica y el arreglo para las dos voces, estaban prontos, ya  tenía todo pensado, pero no me terminaba de salir la letra. Se la mandé a Mario, pero no es fácil hacer por encargo, no le salía nada tampoco y ahí quedó. Hasta que me puse las pilas y sabés que salió para otro lado, totalmente para otro lado.

Y capaz que era otro tiempo para vos...

Y en un momento que estaba muy nostalgioso por el Darno y yo escribí una canción para él, una milonga perversa porque nosotros decíamos que las milongas que hacíamos eran perversas, porque no convergían en el estereotipo de la milonga. Así fue que hice esa canción y la otra me salió como taponazo, pero salió para otro lado, contando anécdotas de nuestra juventud con el Darno cuando cantábamos en un cabaret de Tacuarembó con permiso de menor, porque éramos menores. Allí cantábamos y obviamente nosotros queríamos que las funcionarias de allí formaran un sindicato porque eran explotadas… te imaginarás que las mujeres se cagaban de la risa; pero también nos cuidaban como si fuéramos sus hijos. En ese mundo descubrí lo mejor y lo peor del ser humano, la solidaridad de las mujeres, la bondad, la predisposición. Ahí conocí una mujer que bailaba y para nosotros era fascinante, porque éramos guachos y ver una mujer bailando en un lugar así. A decir verdad, no nos dejaban, pero cuando había función de striptease la policía nos tenía que sacar por ser menores y después volvíamos en la otra parte del show. Y así nos fuimos haciendo amigos, incluso con el policía también. Es que la noche te da cierta cobertura ante la imagen; fascinados con aquello de las luces, y después cuando veía a esa mujer de día, veías el paso de la vida… Me acuerdo de la danza de los siete velos, que se iba sacando, entonces me salió una historia de esa mujer pensando que probablemente de niña había querido ser bailarina, en esa letra hablo de una foto marrón, vestida de ballet. Y agarró para ese lado la canción, con toda la historia de la mujer que además a mi me pasó cuando empecé a hacer radio allá en el Sodre, me gusta mucho una canción que canta Alfredo que es del Nacho Suárez y de Yamandú Palacios, que se llama María de la Esquinas, que si el Nacho hubiera escrito solo eso ya se merecía un lugar en la poesía. Me gusta mucho y pasaba esa canción, un día llamó por teléfono una señora que era del interior y decía que le gustaba mucho esa canción, que le tocaba mucho el alma y que de algún modo ella sentía que hablaba de ella. Yo no se por qué me hice la idea de que podía ser ella. Cuando yo me vengo del todo para Montevideo, ya a los 20 años, me gustaba ir a una librería que había en la calle Constituyente, pegado a la iglesia del Gaucho; en tiempos en los que ya había hecho amistad con las dueñas de la librería que las conocí en la Feria del Libro, por eso iba a charlar y mirar porque los libros siempre fueron mi pasión, y un día la veo entrar a ella, con su tapadito de imitación de piel de leopardo a comprar un libro. Ella entró. Y como sabrás, las personas que trabajan en la noche tienen cierta ética que es cuando te ven por la calle no te saludan, y yo la fui a saludar y quedó tan emocionada de que la saludara en un lugar que no era el habitual de ella que no me lo voy a olvidar. Después nunca más supe de ella. Esa anécdota con el Darno aparece después de haber hecho la canción del Darno y salió para ese lado la canción, no tenía nada que ver con lo idea original.

La magia de la creación Eduardo

La creación es muy loca, estás de repente almorzando y te viene una idea de lo que andás buscando y tenés que salir corriendo a escribirlo porque se te fue. Se te fue y nunca más, podés agarrar algo parecido. Ahora la tecnología nos ha ofrecido muchas posibilidades, todo el mundo con el celular. Yo no uso celular pero tengo un grabadorcito chico, se me ocurre una idea y cuento y después cuando llego acá la paso a partitura, la escribo en la computadora, tengo unos programas que son formidables. A veces cuando tengo que escribir a mano, la grafía mía es un desastre, hace tantos años que no escribo. Pero después que aprendí a usar el programa de la computadora, es formable, me siento con la guitarra, voy componiendo y lo paso con el mouse. Voy tocando y escribiendo lo que toco y además después voy a orquestar. Así es que voy armando maquetas completas con todos los sonidos.

¿En qué parte de la creación se la mostrás a Mario?

Cuando ya está terminado más o menos o si es un texto que él me dio, se lo voy mostrando en los ensayos. Ahora también es cierto que mucho de mi tiempo se encuentra destinado a la composición instrumental, me gusta mucho y como sabés tengo el trío con José Redondo y con Thiago, y ya escribo prácticamente para eso. Después les pido la intervención, “ustedes conocen más el instrumento, sugiéranme los cambios que les parezcan más acertados para mayor aprovechamiento del instrumento”. A veces escribo para bandoneón, para violín. Es formidable el programa, además lo escuchás. Con el alumno que estaba cuando ustedes llegaron, me pidió que compusiera una música, divino gurí, me trajo un poema y yo me asusté, me mandó un correo muy gracioso que dice “qué irónico es todo esto, cómo la vida te lleva a donde quiere”, digo “¿qué pasó?”, y cuando lo abrí vi que era un poema. Le digo “¿es tuyo?”, escribe muy bien, y dice “es de una amiga, lo traje a ver si podemos ponerle música”, entonces empezamos a leerlo muchas veces, le digo “fijate, tenés que buscar la inflexión que te da la oración para ver a dónde tiene que ir la melodía”, fuimos escribiendo y ya escribimos un par de compases. Le dije que había una palabra que podría quedar más linda si ponía otra más amplia, porque le daba  un vuelo mayor desde un punto de vista poético y fonéticamente. Y él me respondió, “sí, así ya me da para el chamuyo porque ella está muy bien” (risas).

Eduardo, particularmente este tiempo ha sido duro para las despedidas… El Bocha, Daniel, tantos...

Todos estos años fueron terribles, ha sido muy duro, con gente valiosísima, que no sé si tiene relevo, porque está claro que somos únicos e irrepetibles, pero sin duda, gente que trabaja con una proyección popular, con proyección hacia el mundo, es un lugar que no se repone, son los imprescindibles que no tienen copia, no nos han clonado. Y esos tipos son imprescindibles, como todos somos únicos, pero el aporte de esos tipos a la sociedad. El arte es removedor, es el ala que te da el sistema para ser libre. En la creación vos único e irrepetible, podés copiar después, pero yo siempre digo a los botijas que quieren hacer cosas o que estudian música “primero que nada ustedes están preparándose para comunicarse, de modo que lo que tiene que hacer es poner la técnica al servicio de eso. Aprender a manejar el instrumento que sea, la palabra, la guitarra, el piano, el violín, o lo que sea, ponerse a trabajar en lo técnico para que les permita decir lo que ustedes quieren, tiene que ser un disfrute, a veces es un goce doloroso, pero tiene que ser por encima de todo un movimiento emocional. Si uno no logra comunicarse, no es su camino”.

El otro día un muchacho que está haciendo una tesis sobre los referentes de aquellos años, sobre los que ya no están más, me pregunta si hay recambio. No se trata de recambio, cada tiempo va dando otros caminos, otras respuestas a otras necesidades, pero convengamos que el vacío se siente es enorme

Claro! Pero de toda maneras es una carrera generacional de postas, los referentes de las otras generaciones nos van tirando cables para que vos vayas encontrando tu camino. Siempre algo te atrae hacia el oficio, si bien puede haber un componente genético muy importante, en tu casa se escucha música y tus padres son músicos, dicen los que saben que la música es una de las cosas que son inevitables en la herencia, es muy difícil que los hijos no salgan músicos de un músico. Vos vas recogiendo esas cosas de lo que te dejaron y vas encontrando tu propio camino. Primero en alguna medida arrancás estimulado por algo o por alguien y tendés a imitarlo, después encontrás otro que te aporta una idea más y ya incorporás eso también. Todos somos resultado de tamizar un montón de influencias. Todo lo que escuchás. Si buscás originalidad terminás en el hombre de las cavernas.  A veces cuando se preocupan por el purismo… yo nunca di pelota a eso. Con Mario y mismo con Benavides, jamás, siempre cuando arrancamos a hacer una canción, tratamos de buscar cuál era la herramienta que nos permitía navegar o volar con ese texto, entonces podía ser una milonga, podía ser un tango, podía ser una cosa folk, podía ser un rock, no importa, lo tratabas a tu manera, que era esa cantidad de elementos que conformaron lo que sos tu y obviamente no estás libre, todos los días estamos influenciados.

Me gusta mucho escuchar música y de distintos tipos, por ejemplo vas descubriendo cosas que te sorprenden y ves que el mundo no es tan ancho ni tan ajeno. La otra vez lo hacía escuchar a Mario lo que escuchaba Waldemar Bastos, músico de Angola. Mario escucha y me decía “dejate de joder, este negro estuvo en Treinta y Tres” (risas), parecía que iba a arrancar el Pepe Guerra, una milonga. Recordemos una cosa muy simple, quienes trajeron a los africanos de esclavos los traían de Angola, indudablemente algunos descendientes de negros libertos que rajaron para el campo para que no los agarraran más, tenían su impronta cultural, recibida de sus abuelos. Imaginate lo que es el fenómeno de la identidad, cuando uno pretende que sea una cosa estática, es dinámico.

A la hora que te sentás a escribir, más allá de las historias de la gente, ¿cuáles son esas grandes cosas que te siguen preocupando? Le cantaste a la libertad, al trabajo…

La libertad sigue siendo una preocupación porque estamos cada vez más presos y no nos damos cuenta, este sistema nos va a apretando, nos va exigiendo compromisos con cosas que no son relevantes para la vida, pero que te hace creer que son imprescindibles, entonces vos te matás para tener el último celular, bueno, yo ni celular tengo, pero digo, que generalmente la sociedad busca eso para estar al día, y yo creo que hay cosas que no son necesarias, apuntar básicamente a lo que es lo esencial. La vida es muy corta como para uno vivir dolorido. Es inevitable que haya dolor porque es parte de la vida, ese equilibrio que conforma lo que es uno. Pero es eso, la vida es equilibrio, y uno siempre buscando que las relaciones humanas sean más fraternas, más respetuosas del otro, reconocer que somos seres únicos e irrepetibles, que el otro por más diferente que sea, por más humilde, o más rico o por lo que sea, el otro siempre algo te va a enseñar. Tener esa postura a mi me ha dado muchas satisfacciones. El hombre no tiene carné de bueno, puede ser generoso, puede ser cruel también, el mismo hombre y en eso tenemos que aprender a entendernos, que podemos ser muy generosos y podemos ser muy crueles, y a veces sin darnos cuenta, generalmente y a veces también a propósito, por vivir en una realidad donde la crueldad es un hecho cotidiano, entonces para vos es normal. De manera que el arte, como herramienta de sensibilización es lo que más te sensibiliza porque te predispone a entender otras cosas. La mediocridad, la cosa instantánea no te permite ser profundo. Es una de las cosas que yo critico hoy en día, la falta de compromiso en la gente y no me refiero a compromiso social ni político, me refiero a compromiso con el trabajo, tomar un texto y asumirlo como un ente único y elaborarlo con toda la responsabilidad que implica. Majando la poesía y la palabra con la belleza que tienen y buscarla hasta tener una idea completa de esa conjunción de la música y la palabra. Se ha perdido mucho eso, ahora el texto es funcional.

Las relaciones humanas no difieren mucho de eso…

Terminan siendo funcionales y en el arte no es así, porque una canción te va revelando en diferentes etapas de tu vida cosas distintas. Hay una cosa, que yo lo he repetido mil veces y es memorable del Bocha, en una clase de literatura el Bocha dijo: “el autor es un visor inteligente de su obra”, ¿qué significa esto?, sabe lo que hizo, pero no lo que le salió. Siempre en la obra artística termina haciéndose en el otro, eso es lo más lindo de la cosa, porque la visión que tiene cada uno de lo que vos escribiste o de lo que pintaste o de la novela que hiciste o de cómo actuaste en una obra de teatro o de cómo bailaste, es absolutamente personal. A veces te sorprende cuando el tipo dice a eso que te referís ahí en el texto a tal cosa, pero si yo no escribí eso, y mirás el texto y si pero no sabía que había escrito eso. La creación del otro es tan amplia y tiene que ver con su historia, con su edad, con su tiempo, probablemente dentro de 10 años esa canción diga otra cosa.

Personal y también colectiva. En el caso de ustedes es muy notorio que representaron para la sociedad o para buena parte de la sociedad algo más.

Eso es resultado de un oficio también, porque vos elegís un oficio, no te viene de casualidad, vos elegís un oficio y eso te exige una responsabilidad. Vos podés tener naturalmente condiciones para cantar, para improvisar un verso, y subís a un escenario para chiviar o en un asado y cantás precioso porque tenés una voz linda, pero asumir el oficio es otra cosa. Es vivir de eso, para eso y tratar de ser cada día mejor, por vos mismo, porque el parámetro más severo que tenés sos vos mismo. En definitiva el artista es una especie de emergente social. Vos pertenecés a un grupo social y vas a traducir eso, porque vos hablás de vos, no hablás del otro.  Entonces cuando viene el vecino y te dice “eso que usted dice en tal canción es bien así”, el tipo está queriendo decir “mirá yo quería escribir eso y no me salió” o “no es para mi este oficio, es tuyo”, “gracias por hablar de mi”. Ese es el mayor premio que vos tenés, porque decís “pucha, estoy traduciendo a mi gente”. Así el elitista también, en su obra proyecta su condición de elit o de tipo más técnico que busca la creatividad por su formación, que es un estimulante también para el otro. Fijate como se adelanta el músico a la realidad, como en la obra de Verne, cómo se iba a imaginar Verne que se podían hacer todas esas cosas que él describió. Las canciones contestatarias nacen antes que los movimientos políticos, mucho antes que se consoliden los movimientos políticos, apoyados en esas protestas o propuestas o cuestionamientos.

En el caso de ustedes, de varios estudiosos, vos, Daniel, Numa, que tienen una formación clásica, eso fue puesto en función en cierto punto de su carrera, de las grandes causas masivas.

Si y no. Estos días que estuve haciendo varias conversaciones, te digo que cada vez que uno habla y va contestando preguntas va aprendiendo, va consolidando cosas. Yo recuerdo y le hablo mucho a mis alumnos, una cosa muy simple, la milonga es un estereotipo, donde tenía una melodía establecida, una versificación que puede ser sextina, que puede ser cuarteta, pero básicamente en décimas, y la melodía era más o menos la misma, viene el Dino y patea la mesa, donde empieza a incluir en su melodía criterios estéticos diferentes que la milonga tradicional y armónicamente también, usar codas y movimientos armónicos que no eran comunes.

Daniel en el año 68 cuando larga la "Milonga de andar lejos", es impresionante el desarrollo y sobretodo una enorme honestidad creativa. Daniel era un tipo menos divo en lo creativo, o en todo caso menos virtuoso, con el concepto de virtuosismo aquel de tocar rápido. En cualquier instrumento el virtuosismo sorprende, la segunda vez sorprende menos y después te aburre. Es preferible emocionar que sorprender. Para impresionar con un instrumento tenés que tener mucho dominio técnico para poder decir lo que querés a través de la forma de tocar. El desafío de hacer la música instrumental también me enriquece mucho porque yo uso la música instrumental con un concepto, que yo digo que capaz que es un disparate, nunca he hablado con un teórico de la música para que me fundamente o refute esto. Para mi la música occidental es discursiva, por algo nosotros hablamos de frases musicales. En Beethoven, Bach, Mozart, identificás frases, cuando estás estudiando el maestro te dice, “acá hay una frase”. Lo que hablaba antes de la canción, que en alguna medida la canción ya te está dando el libreto para que vos lo pienses, pero la instrumental no, lo único que te puede llevar a crear tu película es el título, lo demás es creación absoluta tuya que te ubicás donde quieras por lo que te va diciendo la música, por eso pienso que es un lenguaje mucho más universal, porque en cualquier parte que vos escuches música, te va a emocionar, te va a conmover, te va a sugerir. Como las emociones te permiten volar con la creatividad.

Modificado por última vez en Lunes, 20 Noviembre 2017 20:28
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