Arnaldo Otegi (Euskal Herria Bildu): “Los cambios que se hacen con la gente son irreversibles”

Lunes, 26 Junio 2017 12:17
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Ante los embates de las fuerzas conservadoras y reaccionarias, con ataques directos a gobiernos electos democráticamente especialmente en América Latina, Montevideo fue el ámbito de encuentro de líderes y representantes de movimientos progresistas que aprovecharon distintas instancias de diálogo en nuestro país, para pensar el abordaje de acciones comunes ante problemas que nos implican y afectan a los pueblos de América y Europa. Como respuesta de las fuerzas populares en respaldo a procesos de transformación que el neoliberalismo no admite, se realizó la pasada semana el Foro Internacional “Continentalidad de la lucha en el siglo XXI” que contó con la participación de David Choquehuanca, ex canciller boliviano y secretario general de la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe; Vanessa Aguiar, líder del Movimiento de los Trabajadores sin Tierra de Brasil; Gabriela Rivadeneira, diputada y secretaria general del movimiento Alianza País de Ecuador; y Arnaldo Otegi, coordinador general de Euskal Herria Bildu.

El histórico líder independentista vasco Arnaldo Otegi, llegó a Uruguay al tiempo de ser liberado de una condena de seis años y medio en la cárcel de Logroño, en el norte de España. Cansado, agotado de una agenda que no le dio respiro en nuestro país, se hizo un espacio de tiempo para conversar con dirigentes del continente y se mostró feliz de poder participar del Foro, así como de otras instancias políticas con referentes progresistas. En Montevideo coincidieron por estas horas distintas figuras internacionales por un congreso sectorial partidario de izquierda que tuvo entre sus invitados de honor, al expresidente de ecuador Rafael Correa.  

La noche del viernes comenzaba a abrazar la rambla montevideana y la lluvia parecía darle el toque mágico al cielo y aire del puerto, cuando anuncia el temporal, al decir de Jaime Roos.  En ese marco, el filósofo Arnaldo Otegi recibió al Portal del PIT-CNT en un espacio de su agenda cargada de compromisos y con algunos momentos que él mismo definió como “inolvidables” y que conservará “en el corazón”. Se refirió a los caminos posibles de unidad de fuerzas movimientos progresistas y fustigó la realidad actual de recortes sociales y “austericidios” de la “Europa de los mercaderes”.  Asimismo, destacó la importancia de “cuidar y respetar la autonomía del movimiento sindical” y el movimiento popular.

El coordinador general de la coalición política española Euskal Herria Bildu (EHB) y líder independentista vasco, Arnaldo Otegi, inicialmente repasó los vínculos históricos entre nuestros pueblos y sostuvo que considera al uruguayo “un pueblo hermano”.  En este sentido, recordó que Uruguay “siempre fue tierra de acogida para los vascos, incluso nuestro primer presidente recuperó su identidad aquí. Como habéis tenido una historia convulsa, muchos vascos han encontrado refugio aquí”.

Su presencia se debe al Foro Internacional “Continentalidad de la lucha en el siglo XXI” pero también participará como invitado al Congreso del MPP, sector del expresidente José Mujica

Sí claro, hemos tenido la oportunidad de estar en la conferencia con compañeros de Bolivia, Ecuador y de Brasil hablando se los problemas de la izquierda. A mi me toca hablar un poco desde una perspectiva europea, de esa Europa en decadencia, de esa Europa que dicen algunos que fue faro cultural y político alguna vez, pero que ha dejado de serlo. Hoy hemos tenido la oportunidad de estar en la chacra con Pepe Mujica y con Lucía. Hemos tenido la oportunidad de saludar al presidente Rafael Correa y ahora vamos al Congreso del MPP, una agenda intensa pero muy gratificante desde el comienzo”.

Usted debe saber que especialmente para los pueblos del Río de la Plata, Europa fue un faro de referencia cultural, así como hemos puesto suma atención en sus procesos democráticos y sociales

Para los vascos del sur, para los que vivimos en el estado español, Europa también era un faro, porque bajo la dictadura de Franco todo el mundo aspiraba a construir sociedades similares a las europeas, con igualdad de oportunidades, con libertades, con elecciones democráticas. Pero nosotros muy pronto nos dimos cuenta en cuanto tuvimos un eurodiputado elegido, que la Europa que se estaba construyendo era la que nosotros tuvimos el gran acierto de definir como la Europa de los mercaderes. Hoy se ha perdido buena parte del espíritu fundador de aquella Europa y hoy desgraciadamente tenemos una en la que hay miles de refugiados detrás de la vallas, en la que en el Mar Muerto tenemos miles de personas muertas, una Europa donde el austericidio se ha impuesto, recortes sociales, la falta de libertades.

Europa está dejando de ser, en términos culturales y políticos, un referente y a nosotros nos apena eso. Nosotros tenemos un crédito alternativo para esa Europa que es frente a la Europa de los mercaderes, la Europa de la gente, la de los pueblos y en esa batalla estamos.

¿Cuál es la lectura más política que usted realiza de la realidad internacional, y con qué visión se presenta ante estos encuentros internacionales con otras figuras de izquierda?

Nosotros hacemos una valoración que es la que está haciendo el conjunto de la izquierda en este momento, es que ya tenemos retos que son planetarios, esto no es de un país, ni de dos ni de tres, por ejemplo, el cambio climático. Yo estoy tratando de hacer ver que allá en el Mediterráneo tenemos conflictos bélicos como en Siria donde los intereses rusos y americanos se van cruzando, donde se está produciendo un rearme militar importante. Por ejemplo, Japón cambió su constitución para poder rearmarse, Alemania hizo lo mismo. Estamos en un contexto, que dese un país pequeñito como el nuestro, necesitamos converger y hacer esfuerzos a nivel planetario.

¿Y desde la perspectiva de los trabajadores?

Desde el punto de vista de los trabajadores ponemos un ejemplo: Grecia, el pueblo griego ha dado una batalla heroica contra la troika y los recortes y lo dejamos solo; estuvimos mirando eso como una cosa que no iba con nosotros, y en casa  nos decíamos, “¿no nos damos cuenta que también nos estamos jugando ahí los derechos sociales?” y eso nos pasa ahora con Cataluña o a los vascos, ahí nos jugamos nosotros las libertades nacionales. Frente a eso hacemos una apelación a que hay que construir, y yo no quiero ponerle nombres, porque se han usado mucho, algunos hablan de una nueva internacional, otros de grandes foros. Lo que hay que construir es una gobernanza alternativa mundial, ilustrada por los mejores que sean capaces en el mundo en términos de izquierda, pero en un espectro muy amplio, con sectores que sean sencillamente progresistas y que lo que hagan sea trasmitir a la gente otros valores y otra forma de hacer gobierno, otras formas de gobernar en el mundo. Porque sino vamos abocados a la catástrofe y la estamos viendo venir y no la vamos a poder parar.

¿Cómo ve la coyuntura latinoamericana en la actualidad y cuál es la lectura política sobre lo que está sucediendo?

En este continente todo parece indicar que estamos frente a un cambio de ciclo, con fenómenos un tanto preocupantes. En Europa ocurre una cosa que yo resumo de la siguiente manera: el sueño de lo liberal se derrumbó con la crisis financiera; se educaba a las nuevas generaciones diciéndoles “ustedes estudien, hagan tres masters, hablen cuatro lenguas y van a tener una vida a pleno” y eso se cae, y de repente la gente se queda sin ningún tipo de certidumbre. Un continente en el que además, yo soy filósofo y siempre digo, “Dios ha muerto y por lo tanto las religiones no juegan el papel que jugaban antes y además las grandes ideologías están en crisis y entonces es como que “estamos solos”. Frente a eso hay gente que compra recetas xenófobas, recetas autoritarias.

Sin ir más lejos, su colega, la filósofa española Adela Cortina habla insistentemente de la aporofobia, el rechazo a los pobres, ella dice que lo que molesta, primero de los inmigrantes y luego de los refugiados, no es que sean extranjeros, sino que sean pobres…

Precisamente en esa situación se están produciendo fenómenos de derechización y en este continente yo digo “han aprendido, ya no llevan cruces amadas, pero cuidado, son tan autoritarios como aquellos. Da la impresión que siempre ha habido cambios de ciclos históricos, pero la derecha que se asoma también aquí es una derecha muy autoritaria. Estamos viendo lo que se llamó el golpe blando en Brasil, estamos viendo lo que se juega en Venezuela porque independientemente lo que piense cada cual de las cosas que suceden allí, pero da la impresión de que la derecha volvió a recuperar el tic autoritario que nunca abandonó, eso es algo preocupante.

Hay quienes sostienen que estamos viviendo un tiempo de mayores cuestionamientos y de incertidumbres por sobre algunas certezas absolutas…

Mira, hoy tuve la oportunidad de hablar con Lucía Topolansky y con Pepe Mujica en la chacra y yo creo que estamos otra vez volviéndonos a hacer preguntas, creo que ahora tenemos más preguntas que respuestas. Hasta cierto punto me parece un fenómeno lógico, porque nos estamos enfrentando a cosas que para nosotros son desconocidas. Tratamos de construir sociedades alternativas en marcos donde eso es ciertamente difícil. Yo tengo la impresión que seguimos teniendo los mismos debates en términos históricos. En la izquierda ocurre una cosa, cuando la gente vota a la izquierda y la izquierda llega al gobierno, todo el mundo tiene una gran expectativa de grandes cambios, por eso te vota la gente. Y cuando uno llega al gobierno, resulta que tiene ciertos tratados comerciales que cumplir, tiene la mitad del presupuesto comprometido para quince años, tiene un gasto corriente y además tiene determinadas leyes que no puede tocar. Uno se encuentra con que el margen institucional es estrecho y eso produce cierta frustración en una parte de la gente porque dice “si gobernamos y no cambiamos, ¿para qué queremos gobernar?”.

Me parece importante reseñar una cosa que nosotros hemos aprendido, al estar en las instituciones hay que decirle a la gente cuáles son los márgenes reales, hay que ensanchar el margen de las instituciones desde la calle, desde la pelea y desde la organización, hay que respetar la autonomía del movimiento sindical y del movimiento popular. Cuando la izquierda gobierna tiene que entender que ese movimiento es autónomo y tiene derecho a la crítica y ese movimiento tiene que entender que además de la crítica existe un compromiso con un bloque que quiere cambiar las cosas. Y por último la receta que nosotros hemos aprendido que es que hay que hacer las cosas con la gente, los cambios o los haces con la gente o son cambios efímeros, y eso significa que hay que apelar permanentemente a la consulta popular, yo quiero hacer un cambio, lo hago con la gente. Porque a veces me apoyará y otras veces no, pero los cambios que se hacen con la gente son cambios irreversibles. Cuando la derecha después cambia la aritmética parlamentaria, si quien hizo la ley o quien hizo el cambio es otra mayoría parlamentaria no tiene problema, ahora viene otra y la cambia. Si hiciste eso con la gente y lo quieres cambiar te enfrentas a la gente.

Antes de comenzar la nota me mencionaste especialmente el encuentro con el expresidente José Mujica en su chacra y la dimensión de su figura en Europa y a nivel internacional…

Pepe Mujica para mi ha sido siempre un ícono y creo que ha sido un ícono en términos mundiales. Además, es descendiente de vascos, terco como nosotros (risas). Ayer tuvimos una discusión que también tenemos nosotros que es sobre los liderazgos, hay gente que dice que los hiperliderazgos o los liderazgos personales son peligrosos, porque estas son empresas colectivas, y estamos de acuerdo. En esas sociedades líquidas que viven en el miedo, los liderazgos son muy importantes, la gente se tiene que identificar con personas que reflejan un modelo de acción política y acción social diferente. Yo creo que hay que buscar la compenetración entre liderazgos sólidos y liderazgos colectivos. Para mi hay algo que es fundamental y son los ejemplos de vida, porque si la izquierda pierde eso, si la izquierda pierde el ejemplo, entonces la izquierda está muerta. Para nosotros Pepe y Lucía son un ejemplo ético de vida, coherente con lo que están pensando, para mi eso es lo más importante. Son personas a las que admiramos profundamente, los llevamos en el corazón y tuvimos un encuentro que va a ser inolvidable para nosotros.

 

Modificado por última vez en Lunes, 26 Junio 2017 19:11
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